Economía
Ceuta y el laberinto de las aduanas: es más fácil comprar pescado de Ghana que venderlo a la Península
Las normas aduaneras de las Ciudades Autónomas no se renuevan desde hace más de 30 años

El último episodio de falta de productos frescos, concretamente pescado, en algunos establecimientos de Ceuta ha vuelto a poner de manifiesto la maraña burocrática y las dificultades que supone que las Ciudades Autónomas no se encuentren bajo el paraguas de la Unión Aduanera. Una situación que ocupa portadas y horas de conversación, también entre políticos y diplomáticos, pero que en la práctica no ha cambiado desde hace casi tres décadas.
De hecho, la prometida aduana comercial entre Ceuta y Marruecos, con la excepción de algunas pruebas más o menos existosas, duerme el sueño de los justos en un momento, pese a las buenas intenciones del Gobierno central, la prudencia del equipo de gobierno y el escepticismo de algunos grupos de la oposición, como VOX.
Todo esto, en un momento en el que los precios no dejan de subir, especialmente los alimentos, según informa el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el indicador adelantado del IPC del pasado 28 de septiembre, que sitúa su variación anual en un 3,5% más que en el mismo mes de 2022. Pero, cuáles son las causas de toda esta situación y, sobre todo, cuáles son las medidas para hacerle frente.
Exclusión
La unión aduanera es uno de los pilares económicos de la Unión Europea. Surgida en 1968, difumina de facto las aduanas nacionales y permite que los países miembros funcionen como una única frontera, por lo que se armonizan los derechos de aduana sobre las mercancías procedentes de fuera de la UE y garantiza la protección de mercancías, animales y recursos medioambientales.
Una unión aduanera de la que se benifició España cuando entró en 1986 en la entonces Comisión Económica Europea (CEE), pero lo hizo con excepciones dentro de su propio territorio, entre las que se encuentran Ceuta y Melilla y así lo señala el 'Protocolo número 2 sobre las islas Canarias y Ceuta y Melilla'.
"Artículo 1.2. El territorio aduanero de la Comunidad no comprenderá las islas Canarias ni Ceuta y Melilla", reza el protocolo, que en su artículo anterior ya subraya que los productos de estos territorios no serán considerados "mercancías que reúnen las condiciones de los artículos 9 y 10 del Tratado CEE ni como mercancías en libre práctica con arreglo al Tratado CEE ni como mercancías en libre práctica con arreglo al Tratado CECA".
Sin "paraguas"
"Todo el mundo tiene un paraguas y nosotros, tenemos otro", lamenta la presidenta de la Confederación de Empresarios de Ceuta, Arantxa Campos, que apunta a que no ha habido nadie que se haya preocupado de hacer más moderna la estructura aduanera de la Ciudad, mientras las normas de la Unión sí tienen quién "las cuida cada día".
Campos incide en que las Ciudades Autónomas van "al albur del código de la Unión" que busca que importar en la unión aduanera sea lo más difícil posible y, en la práctica, supone que "desde Ceuta no se puede importar pescado, pero desde Ghana sí". "Ghana tiene un ministerio que ha ido a negociar a la unión aduanera para decirle 'mis pescado tiene estos controles, déjeme entrar', mientras que en España como somos nosotros mismos, así estamos", explica.
Como explica la presidenta de CECE, la patronal ya detectó que las aduanas, tanto de Ceuta como de Algeciras, "son un problema" e incide en que "la aduana lo que tiene que hacer es buscar formas de control de otra manera que no sea causarle perjuicio a los ciudadanos". Sin embargo, respecto a las dificultades que afectan al suministro de pescado, señala que no han recibido quejas de sus socios.
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