Frontera
Marruecos aumenta las presiones sobre Ceuta y Melilla en un contexto de rearme e inestabilidad política en España
Analistas descartan la intervención directa de Rabat sobre las Ciudades Autónomas, pero advierten del riesgo de la llamada 'guerra híbrida' y la desinformación

Marruecos mantiene su pulso y vuelve a elevar la presión sobre las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. Así se desprende de un artículo publicado en El Debate que advierte de que Rabat no va a cejar en su intención de hacerse con las Ciudades Autónomas y que se remite al informe 'El papel de Ceuta y Melilla en la agenda global' elaborado por Europa Ciudadana para alertar de que el país vecino no ha parado de "sembrar dudas sobre la españolidad" de estos territorios.
El texto recuerda que el discurso del rey Mohamed VI en julio de 2022 en el que afirmó que "Marruecos no ha cesado, desde su independencia, de reclamar el fin de la ocupación por España de Ceuta, Melilla y de las islas vecinas expoliadas en el norte del reino', así como declaraciones de destacados dirigentes como el presidente del Senado marroquí, Enaam Mayara, que aseguró que Rabat se haría con las Ciudades Autónomas a través de la negociación y del papel marroquíes residentes en España. Posteriormente, matizó sus palabras.
Sin embargo, el conflicto diplomático más sonado fue el que protagonizaron los diplomáticos alauíes y la cancillería española, después de que los primeros enviaran una carta al vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, en el que aseguraban que ambas Ciudades pertenecían a Marruecos.
La primera respuesta llegó de manos del Ministerios de Exteriores, pero la más contundente la profirió la Ministra de Defensa, Margarita Robles: "Ceuta y Melilla son tan españolas como Palencia o Zamora". A diferencia del caso anterior, el portavoz marroquí, Mustafa Baitas, insistió en el "patinazo" de Schinas de defender las fronteras españolas internacionalmente reconocidas.
Sáhara, seguridad y Pedro Sánchez
Este aumento de la presión sobre Ceuta y Melilla se da un escenario convulso en la política nacional. En primer lugar, esta el cambio de postura de España sobre el Sáhara Occidental. Pedro Sánchez decidió asumir la propuesta de autonomía de Rabat sin pasar por el Congreso y sin informar a sus socios de coalición. De hecho, la opinión pública española se enteró por los medios marroquíes y, pese a los intentos de algunos diarios como El Debate para acceder a la carta original, nunca se ha llegado a conocer.
España no es el único país que ha apoyado la postura de Rabat sobre el Sáhara: también los han hecho sus principales sociales comerciales y militares, Estados y más recientemente, Israel. Un anuncio de la Casa Real marroquí, que tuvo lugar el pasado 17 de julio, y que Tel Aviv confirmó un par de horas después. De hecho, el país hebreo tiene un papel destacado en el rearme de los ejércitos marroquíes y del uso de la tecnología de espionaje Pegasus.
Una tecnología con la que presuntamente se espió a algunos periodistas, entre ellos el español Ignacio Cembrero según informó el consorcio Forbidden Stories, y a miembros del Gobierno como el propio presidente, Pedro Sánchez. Esta última causa, además, se archivó por la falta de cooperación de Israel.
Pese a todas estas dudas, Sánchez ha optado por acudir a Marruecos a pasar sus vacaciones de verano. Un viaje "estrictamente privado" y pagado "con fondos propios" que llega tras el 'impasse' de las elecciones generales del 23 de julio y la constitución de las nuevas Cortes Generales, que tendrá lugar el próximo 17 de agosto. Una visita muy criticada tanto a izquierda y derecha, como por el Frente Polisario.
Guerra híbrida
En la presentación del informe 'El papel de Ceuta y Melilla en la agenda global' el pasado 21 de junio, el almirante Juan Rodríguez Garat descartó una agresión directa de Marruecos sobre las Ciudades Autónomas, por el rechazo que supondría una guerra de agresión y porque España contaría con el apoyo de la Alianza Atlántico en su defensa. "Marruecos no puede entrar a sangre y fuego en Ceuta y Melilla", aseveró.
Sin embargo, sí advirtió de que Rabat podría plantear una estrategia de "guerra híbrida" a través de "manipulaciones, intoxicaciones, injerencias, acciones en las que la autoría no está clara, como la manipulación de la inmigración". El texto publicado por El Debate, que firma Alonso Palacios, apunta en este sentido cuando el medio marroquí Hespress señala que Rabat "está llevando a cabo un proyecto discreto para recuperar las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, así como las Islas Canarias".
Este medio hace referencia a las declaraciones del exagente de inteligencia español, Fernando San Agustín, que ha publicado recinetemente el libro 'La trastienda de los servicios de inteligencia', en el que asegura que el reuno alauí "no se detendrá y Marruecos va a perseverar en sus intenciones", lo que también corroboró en una entrevista con el diario online 'Voz Pópuli'.
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