EMPRESAS PRIVADAS, ADJUDICACIONES PÚBLICAS Misión: Salvar al “sensato” diputado Rahal de sus penurias (2)
Ceuta, caso único en España /
La Ciudad concedió a esa comisión que se dice Islámica un total de 1.125.000 euros desde 2018 a diciembre 2025, a los que hay que añadir 490.000 que percibirá en 2026. Es decir, que de 2018 a 2026, los contribuyentes ceutíes le han dado a esta mercantil pseudoreligiosa 1.615.000 €/
¿A cambio de qué? A cambio de nada. Ni los ciudadanos musulmanes ni el conjunto de la sociedad ceutí han recibido absolutamente nada en contraprestación. El dinero, simplemente, ha volado/
Y la Ciudad, que en teoría debería ser la que inspeccione y verifique el destino de tan ingente cantidad de dinero, hace mutis por el foro, y no solo eso, sino que piensa darles más. Ojo al parche. Ninguna mezquita ha recibido nada y no se ha realizado ninguna actividad. ¿Dónde está el dinero?/
Por su parte, el “sensato” diputado Rahal, ha percibido de la Ciudad desde 2019 a diciembre 2025 un total de 1.604.171€ a los que hay que añadir 580.896, que presumiblemente se lleve en 2026. O lo que es lo mismo: 2.185.067€
Está visto que el Overview Effect (Efecto Perspectiva) de la consejera de Hacienda sobre lo que significa la sensatez está muy distante de la realidad. Aplicar tan noble descripción a unos tránsfugas que viven por y para el dinero es un ejercicio de cinismo inaceptable en quien ocupa cargo público.
La política de las subvenciones sin que importe el monto, ha producido una herida de enormes consecuencias en el cuerpo existencial de los ciudadanos musulmanes de Ceuta. A esta maquiavélica forma de sumar adeptos se suma la indigencia moral de todas aquellas entidades y tránsfugas que venden su alma al mejor postor. Ceuta se ha convertido en una ciudad donde ser tránsfuga ya no es una mancha, sino un mero trámite más hacia el objetivo: la subvención a cambio de. Un mercadeo ruin e inaceptable.
El Islam promueve la higiene y la decencia en todos los actos, ya sean personales o cualesquiera otros que estén relacionados con personas e instituciones, haciendo especial hincapié en no causar daños y perjuicios al conjunto de la sociedad. Sin embargo, muchos de estos que abanderan Islam y mezquitas olvidan intencionadamente estos fundamentos, marginándolos hasta extremos insospechados.
Al Club de la Servidumbre, formado por quienes proclaman Islam y mezquitas, desde la irrelevante Comisión Islámica, Ucide, Luna Blanca, Al Idrissi y otros, se ha unido ahora el diputado -y disputado- conseguidor Rahal. A esa pléyade de servidores les importa un bledo el Islam y los musulmanes, menos aún, las mezquitas, las grandes perjudicadas.
El asunto de las mezquitas es una mina para algunos. La última, la propuesta del diputado Rahal “para la mezquita de Sidi Embarek”, esconde realidad bien distinta. La subvención no es para la mezquita, sino para algunas de las 4 asociaciones que tienen en ella fijado su domicilio social. ¿Para cuál de ellas? Bien haría el diputado en aclarar eso y qué piensan hacer con ese dinero.
El diputado ya impulsó 150.000 € para mezquitas, incluso llegó a afirmar que se gastaría 60.000 en alfombras. Ni un céntimo han visto las mezquitas hasta la fecha, tampoco ninguna moqueta, que no alfombras; menos aún, revelar qué piensa hacer con los 90.000 restantes.
De 2018 a diciembre 2025, Hamido, el que dice ser delegado de la Comisión Islámica, se ha embolsado un total de 1.125.000€, a los que hay que añadir 490.000 que percibirá en 2026. A los cuales, y a buen seguro, se añadirán más partidas. Es decir, que de 2018 a 2026, los contribuyentes ceutíes le han dado a esta mercantil pseudoreligiosa 1.615.000 €. La pregunta es la siguiente: ¿A cambio de qué? La respuesta es obvia: A cambio de nada. Ni los ciudadanos musulmanes ni el conjunto de la sociedad ceutí han recibido absolutamente nada en contraprestación. El dinero, simplemente, ha volado. Y la Ciudad, que en teoría debería ser la que inspeccione y verifique el destino de tan ingente cantidad de dinero, hace mutis por el foro, y no solo eso, sino que piensa darles más. Ninguna mezquita ha recibido nada y no se ha realizado ninguna actividad. ¿Dónde está el dinero?
Se pregunto a la Mandubía de Rincón, responsable de las mezquitas en Ceuta. Nada saben, nada nuevo hay. O dicho de otra manera, a las mezquitas no llegó un céntimo. Por su parte, el diputado Rahal, que lidera el “Club de los Sensatos”, según el parecer de la consejera, ha percibido de la Ciudad -2019 a diciembre 2025- un total de 1.604.171€ a los que hay que añadir 580.896 que presumiblemente se lleve en 2026. Esto es: 2.185.067€.
Todo sigue un mismo patrón: el que ha patentado esa Comisión que se dice Islámica. Consiste en crear necesidad falaz en centros de oración para solicitar subvenciones que nunca llegan a esos lugares de culto.
Rahal, en su larga lista de peticiones, olvidó los 100.000 € prometidos a los palestinos, mas eso no interesa a sus aspiraciones. Olvidó también el posicionamiento del PP en esa tragedia, así como las últimas afirmaciones de Aznar y otros de su camada sobre los musulmanes, pero eso a Rahal y a todos esos chupópteros como Luna Blanca, Al Idrissi, Ucide y otros les suena a flauta lejana.
Halal no es solo comida. Halal interviene en todas las facetas de la vida de un/a musulmán/a. Las subvenciones tienen que ser halal también, no vale mirar para otro lado. Es lo que hace toda esta gente. Dan como bueno lo que su interés dicta como bueno.
No se trata de dar la espalda a las subvenciones, sino que las mismas se ajusten al procedimiento establecido por las normas vigentes, es decir, se solicitan porque hay una necesidad cierta, y una vez concedidas, han de destinarse al fin propuesto, detallando y justificando públicamente el gasto. Cualquier otra cosa escapa a la definición de ético y moral, halal, Islam, etcétera. La transparencia en la gestión del dinero público debe ser absoluta. Pero en Ceuta todo es al revés: opacidad cubre opacidad.
Que el PP abomine de estos procedimientos y proponga dar sin justificación viene a promover conductas contrarias a principios fundamentales que afectan a todo ser humano, subyugando mente, alma y espíritu de toda esa pléyade de servidores parapetados unos en obras sociales y otros en escudos religiosos. Los presupuestos aprobados con los votos de los tránsfugas no son de un grupo sensato, sino de personas que se dejaron atrapar voluntariamente por la vileza de unos procedimientos comandados por el inframundo de las prebendas económicas. Son estos grupos de “sensatos” por los que se desvive el sistema imperante y, si hace falta, se añade simbología revestida de pañuelo en las listas. Lo que no se ha visto hasta ahora es alguien del género masculino con kandora y turbante. Eso ya sería demasiado para el PP. Como que no.
Los altos índices de vulnerabilidad del colectivo musulmán de Ceuta tienen mucho que ver con estas políticas promiscuas y beligerantes con el bienestar social e igualdad de oportunidades. Pero este sistema se mantiene y avanza porque tiene colaboradores que desdeñan los más elementales principios que rigen la conducta de ciudadanos libres. Y este cáncer tiene su origen en esa Comisión que se dice Islámica. Son ellos los que han propagado este virus por todo el país. Su silencio en asuntos de calado social es complicidad. Su incapacidad para gestionar asuntos de cualquier índole es absolutamente manifiesta. Su razón de ser no es otra que sacarle los cuartos al Estado. Y es en Ceuta donde han encontrado mina sin fin. En cualquier otro punto del país les habrían dado una patada en el trasero.
Ahora el Club de la Servidumbre tiene un nuevo miembro, es el diputado Rahal, que sonríe, aplaude y vota sin que nada importe, orgulloso de aparecer en primera fila codeándose con diputados del PP y del Gobierno. Ya enterró profundo sus arreos socialistas. No hay muro que no drible el dinero.
Como continuación del artículo anterior, CeutaAhora, informamos que hubo respuesta de la Consejería de Sanidad y Servicios sociales sobre asunto del cementerio musulmán.
Estas fueron las preguntas y las respuestas
a) Plantilla de personal y relación de puestos de trabajo
Respuesta: En la actualidad (2024) la plantilla del cementerio está compuesta por el encargado del servicio, cuatro sepultureros y cinco peones
b) ¿Existe Sistema de fichaje conforme al Real Decreto-ley 8/2019, de 8 de marzo?
R: El horario es el dictado por Recursos Humanos
c) ¿Tiene constancia la Ciudad de que las labores encomendadas son realizadas por los funcionarios adscritos?
R: El personal realiza todas las funciones encomendadas
d) Tasas vigentes durante el año 2024. Cobertura
R: En el cementerio musulmán, no se cobra ninguna tasa
e) Tasas y recursos públicos utilizados para el traslado de restos de cadáveres, restos cadavéricos y restos humanos a otros cementerios de la península y/o al extranjero
R: No se utiliza ningún recurso público para el traslado de cadáveres, eso lo realiza la funeraria de carácter privado que es asignada por los familiares de la persona fallecida
f) ¿Tiene constancia la Ciudad de que las piezas enumerativas de las tumbas se cobran a las familias como un suplemento adicional?
R: Como se indica en el apartado d, en el cementerio musulmán no se cobra ninguna tasa por lo tanto no existe ninguno suplemento adicional
g) ¿Tienen los funcionarios adscritos potestad para realizar cobros a las familias en concepto de servicios extraordinarios?
R: Los funcionarios del cementerio no hacen servicios extraordinarios a las familias, insistiendo en que el cementerio musulmán no tiene ninguna tasa
h) Detalle del coste de una inhumación, quién cobra y quién emite factura por ese concepto
R: Los entierros en el cementerio musulmán no tienen ningún coste para las familias, motivo por el que no se emite ningún tipo de factura
i) Exigencia o no de certificar la condición de ser musulmán del difunto, órgano emisor y coste del mismo, en su caso
R: En el cementerio musulmán, solo se entierran personas de religión islámica
j) Proceso de asignación de las sepulturas
R: Una vez emitida la licencia de enterramiento por parte del juzgado, se entierran según día y hora del fallecimiento
k) Acuerdos o convenios suscritos, en su caso
R: Deberá especificar a qué tipo de acuerdos o convenios se refiere
l) Dependencias públicas y privadas existentes en el cementerio. Competencias
R: Todas las instalaciones del cementerio musulmán, son públicas
m) Empresas privadas que operan en el cementerio. Funciones, recursos y servicios públicos que utilizan, en su caso
R: Las empresas privadas que operan en el cementerio son las que puntualmente tienen contratado algún tipo de trabajo (reparaciones, mejoras, etc) y utilizan sus propios recursos
n) ¿Tiene constancia la Ciudad de si el coche adquirido con fondos públicos es utilizado para servicios particulares, y cuál es la tarifa aplicable y quién emite factura?
R: El vehículo destinado al cementerio, solo se utiliza para las labores propias del servicio
Musulmanes, ya lo sabéis, si os piden que paguéis preguntad en concepto de qué
La Ciudad concedió a esa comisión que se dice Islámica un total de 1.125.000 euros desde 2018 a diciembre 2025, a los que hay que añadir 490.000 que percibirá en 2026. Es decir, que de 2018 a 2026, los contribuyentes ceutíes le han dado a esta mercantil pseudoreligiosa 1.615.000 €/
¿A cambio de qué? A cambio de nada. Ni los ciudadanos musulmanes ni el conjunto de la sociedad ceutí han recibido absolutamente nada en contraprestación. El dinero, simplemente, ha volado/
Y la Ciudad, que en teoría debería ser la que inspeccione y verifique el destino de tan ingente cantidad de dinero, hace mutis por el foro, y no solo eso, sino que piensa darles más. Ojo al parche. Ninguna mezquita ha recibido nada y no se ha realizado ninguna actividad. ¿Dónde está el dinero?/
Por su parte, el “sensato” diputado Rahal, ha percibido de la Ciudad desde 2019 a diciembre 2025 un total de 1.604.171€ a los que hay que añadir 580.896, que presumiblemente se lleve en 2026. O lo que es lo mismo: 2.185.067€
Está visto que el Overview Effect (Efecto Perspectiva) de la consejera de Hacienda sobre lo que significa la sensatez está muy distante de la realidad. Aplicar tan noble descripción a unos tránsfugas que viven por y para el dinero es un ejercicio de cinismo inaceptable en quien ocupa cargo público.
La política de las subvenciones sin que importe el monto, ha producido una herida de enormes consecuencias en el cuerpo existencial de los ciudadanos musulmanes de Ceuta. A esta maquiavélica forma de sumar adeptos se suma la indigencia moral de todas aquellas entidades y tránsfugas que venden su alma al mejor postor. Ceuta se ha convertido en una ciudad donde ser tránsfuga ya no es una mancha, sino un mero trámite más hacia el objetivo: la subvención a cambio de. Un mercadeo ruin e inaceptable.
El Islam promueve la higiene y la decencia en todos los actos, ya sean personales o cualesquiera otros que estén relacionados con personas e instituciones, haciendo especial hincapié en no causar daños y perjuicios al conjunto de la sociedad. Sin embargo, muchos de estos que abanderan Islam y mezquitas olvidan intencionadamente estos fundamentos, marginándolos hasta extremos insospechados.
Al Club de la Servidumbre, formado por quienes proclaman Islam y mezquitas, desde la irrelevante Comisión Islámica, Ucide, Luna Blanca, Al Idrissi y otros, se ha unido ahora el diputado -y disputado- conseguidor Rahal. A esa pléyade de servidores les importa un bledo el Islam y los musulmanes, menos aún, las mezquitas, las grandes perjudicadas.
El asunto de las mezquitas es una mina para algunos. La última, la propuesta del diputado Rahal “para la mezquita de Sidi Embarek”, esconde realidad bien distinta. La subvención no es para la mezquita, sino para algunas de las 4 asociaciones que tienen en ella fijado su domicilio social. ¿Para cuál de ellas? Bien haría el diputado en aclarar eso y qué piensan hacer con ese dinero.
El diputado ya impulsó 150.000 € para mezquitas, incluso llegó a afirmar que se gastaría 60.000 en alfombras. Ni un céntimo han visto las mezquitas hasta la fecha, tampoco ninguna moqueta, que no alfombras; menos aún, revelar qué piensa hacer con los 90.000 restantes.
De 2018 a diciembre 2025, Hamido, el que dice ser delegado de la Comisión Islámica, se ha embolsado un total de 1.125.000€, a los que hay que añadir 490.000 que percibirá en 2026. A los cuales, y a buen seguro, se añadirán más partidas. Es decir, que de 2018 a 2026, los contribuyentes ceutíes le han dado a esta mercantil pseudoreligiosa 1.615.000 €. La pregunta es la siguiente: ¿A cambio de qué? La respuesta es obvia: A cambio de nada. Ni los ciudadanos musulmanes ni el conjunto de la sociedad ceutí han recibido absolutamente nada en contraprestación. El dinero, simplemente, ha volado. Y la Ciudad, que en teoría debería ser la que inspeccione y verifique el destino de tan ingente cantidad de dinero, hace mutis por el foro, y no solo eso, sino que piensa darles más. Ninguna mezquita ha recibido nada y no se ha realizado ninguna actividad. ¿Dónde está el dinero?
Se pregunto a la Mandubía de Rincón, responsable de las mezquitas en Ceuta. Nada saben, nada nuevo hay. O dicho de otra manera, a las mezquitas no llegó un céntimo. Por su parte, el diputado Rahal, que lidera el “Club de los Sensatos”, según el parecer de la consejera, ha percibido de la Ciudad -2019 a diciembre 2025- un total de 1.604.171€ a los que hay que añadir 580.896 que presumiblemente se lleve en 2026. Esto es: 2.185.067€.
Todo sigue un mismo patrón: el que ha patentado esa Comisión que se dice Islámica. Consiste en crear necesidad falaz en centros de oración para solicitar subvenciones que nunca llegan a esos lugares de culto.
Rahal, en su larga lista de peticiones, olvidó los 100.000 € prometidos a los palestinos, mas eso no interesa a sus aspiraciones. Olvidó también el posicionamiento del PP en esa tragedia, así como las últimas afirmaciones de Aznar y otros de su camada sobre los musulmanes, pero eso a Rahal y a todos esos chupópteros como Luna Blanca, Al Idrissi, Ucide y otros les suena a flauta lejana.
Halal no es solo comida. Halal interviene en todas las facetas de la vida de un/a musulmán/a. Las subvenciones tienen que ser halal también, no vale mirar para otro lado. Es lo que hace toda esta gente. Dan como bueno lo que su interés dicta como bueno.
No se trata de dar la espalda a las subvenciones, sino que las mismas se ajusten al procedimiento establecido por las normas vigentes, es decir, se solicitan porque hay una necesidad cierta, y una vez concedidas, han de destinarse al fin propuesto, detallando y justificando públicamente el gasto. Cualquier otra cosa escapa a la definición de ético y moral, halal, Islam, etcétera. La transparencia en la gestión del dinero público debe ser absoluta. Pero en Ceuta todo es al revés: opacidad cubre opacidad.
Que el PP abomine de estos procedimientos y proponga dar sin justificación viene a promover conductas contrarias a principios fundamentales que afectan a todo ser humano, subyugando mente, alma y espíritu de toda esa pléyade de servidores parapetados unos en obras sociales y otros en escudos religiosos. Los presupuestos aprobados con los votos de los tránsfugas no son de un grupo sensato, sino de personas que se dejaron atrapar voluntariamente por la vileza de unos procedimientos comandados por el inframundo de las prebendas económicas. Son estos grupos de “sensatos” por los que se desvive el sistema imperante y, si hace falta, se añade simbología revestida de pañuelo en las listas. Lo que no se ha visto hasta ahora es alguien del género masculino con kandora y turbante. Eso ya sería demasiado para el PP. Como que no.
Los altos índices de vulnerabilidad del colectivo musulmán de Ceuta tienen mucho que ver con estas políticas promiscuas y beligerantes con el bienestar social e igualdad de oportunidades. Pero este sistema se mantiene y avanza porque tiene colaboradores que desdeñan los más elementales principios que rigen la conducta de ciudadanos libres. Y este cáncer tiene su origen en esa Comisión que se dice Islámica. Son ellos los que han propagado este virus por todo el país. Su silencio en asuntos de calado social es complicidad. Su incapacidad para gestionar asuntos de cualquier índole es absolutamente manifiesta. Su razón de ser no es otra que sacarle los cuartos al Estado. Y es en Ceuta donde han encontrado mina sin fin. En cualquier otro punto del país les habrían dado una patada en el trasero.
Ahora el Club de la Servidumbre tiene un nuevo miembro, es el diputado Rahal, que sonríe, aplaude y vota sin que nada importe, orgulloso de aparecer en primera fila codeándose con diputados del PP y del Gobierno. Ya enterró profundo sus arreos socialistas. No hay muro que no drible el dinero.
Como continuación del artículo anterior, CeutaAhora, informamos que hubo respuesta de la Consejería de Sanidad y Servicios sociales sobre asunto del cementerio musulmán.
Estas fueron las preguntas y las respuestas
a) Plantilla de personal y relación de puestos de trabajo
Respuesta: En la actualidad (2024) la plantilla del cementerio está compuesta por el encargado del servicio, cuatro sepultureros y cinco peones
b) ¿Existe Sistema de fichaje conforme al Real Decreto-ley 8/2019, de 8 de marzo?
R: El horario es el dictado por Recursos Humanos
c) ¿Tiene constancia la Ciudad de que las labores encomendadas son realizadas por los funcionarios adscritos?
R: El personal realiza todas las funciones encomendadas
d) Tasas vigentes durante el año 2024. Cobertura
R: En el cementerio musulmán, no se cobra ninguna tasa
e) Tasas y recursos públicos utilizados para el traslado de restos de cadáveres, restos cadavéricos y restos humanos a otros cementerios de la península y/o al extranjero
R: No se utiliza ningún recurso público para el traslado de cadáveres, eso lo realiza la funeraria de carácter privado que es asignada por los familiares de la persona fallecida
f) ¿Tiene constancia la Ciudad de que las piezas enumerativas de las tumbas se cobran a las familias como un suplemento adicional?
R: Como se indica en el apartado d, en el cementerio musulmán no se cobra ninguna tasa por lo tanto no existe ninguno suplemento adicional
g) ¿Tienen los funcionarios adscritos potestad para realizar cobros a las familias en concepto de servicios extraordinarios?
R: Los funcionarios del cementerio no hacen servicios extraordinarios a las familias, insistiendo en que el cementerio musulmán no tiene ninguna tasa
h) Detalle del coste de una inhumación, quién cobra y quién emite factura por ese concepto
R: Los entierros en el cementerio musulmán no tienen ningún coste para las familias, motivo por el que no se emite ningún tipo de factura
i) Exigencia o no de certificar la condición de ser musulmán del difunto, órgano emisor y coste del mismo, en su caso
R: En el cementerio musulmán, solo se entierran personas de religión islámica
j) Proceso de asignación de las sepulturas
R: Una vez emitida la licencia de enterramiento por parte del juzgado, se entierran según día y hora del fallecimiento
k) Acuerdos o convenios suscritos, en su caso
R: Deberá especificar a qué tipo de acuerdos o convenios se refiere
l) Dependencias públicas y privadas existentes en el cementerio. Competencias
R: Todas las instalaciones del cementerio musulmán, son públicas
m) Empresas privadas que operan en el cementerio. Funciones, recursos y servicios públicos que utilizan, en su caso
R: Las empresas privadas que operan en el cementerio son las que puntualmente tienen contratado algún tipo de trabajo (reparaciones, mejoras, etc) y utilizan sus propios recursos
n) ¿Tiene constancia la Ciudad de si el coche adquirido con fondos públicos es utilizado para servicios particulares, y cuál es la tarifa aplicable y quién emite factura?
R: El vehículo destinado al cementerio, solo se utiliza para las labores propias del servicio
Musulmanes, ya lo sabéis, si os piden que paguéis preguntad en concepto de qué
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