Leía hace unos días datos aportados por Hazte Oir, esos de los que Begoña no quiere oir nada, que revelan que 103.000 españoles se habían privado de su derecho de disfrutar de nuestra Nación, simple y llanamente, porque les había privado también de su derecho a vivir, habían sido víctimas de las políticas abortivas en España, donde el número de vidas finiquitadas ascendió un 4,8% con respecto a 2022. Es la primera vez en 10 años según la citada organización, que en España se superaban los 100.000 abortos.

Y decíamos en el articulo previo al presente, que la Sra. Ayuso se había dedicado a repartir contratos menores a clínicas abortivas en números rojos de Madrid, según se informaba, saltándose la legislación vigente que impide financiar entidades de dudosa  viabilidad económica y valiéndose de reducir a cantidades inferiores a 14.999 € para evitar así tener que convocar concurso público para el acceso a semejantes dineros públicos.

Resulta chocante, da coraje como decimos por el Sur que me cobija, que eso ocurra viniendo de quien viene: la Sra. Ayuso, la llamada a suceder a Feijóo a poco que este cojee de nuevo en elecciones generales, y el peperismo se vea de nuevo en la tesitura de recurrir a VOX (si es que no ocurre al contrario, ojalá) para poder cambiar el domicilio a la Avenida Puerta del Hierro de Madrid.

Chocantería que encuentra sentido vista la relación de mentiras en forma de propuestas que, como ya contamos, incluía en su programa electoral la presidente de la Región de Madrid, referidas a la defensa y promoción de la vida. Todo era mentira… o no decía toda la verdad (váyanse a la pagina 50 de su programa y lean).

Se ve que el criterio a la hora de las prisas ha cambiado. Por qué esperar a que crezcan los que deben de nacer, pudiéndoles tener ya criados y trayéndotelos a golpes de efecto llamada, desde unos países que ni están en guerra, ni en la mayor parte de los casos son menores (otro tanto a favor de esa apuesta), ni viene con sus mujeres, ni madres, ni hijas. Llegan ellos solitos con su interés por resolver los problemas de España…

Y, como tiene a alguien con un corazón asín de grande que le apoya, pues miel sobre hojuelas. El problema es que a ese amigo también le han salido ronchas, las que ha denunciado ahora el PSOE en Andalucía (¡el PSOE denunciando corruptelas…!), por haber usado Moreno Bonilla la misma estrategia de Ayuso a la hora de adjudicar contratos relacionados, de nuevo, con la sanidad. (Del dinero de los ERES seguimos sin saber cuándo los disfrutará Andalucía).

La cuestión es que, de hablar del posicionamiento del peperío respecto a la vida o la muerte de los no nacidos o su substitución por quienes nos llegan vía patera, podemos terminar hablando de la interrupción voluntaria del voto al PP en un futuro inmediato por parte de todos aquellos que sí creen en la vida y en la necesidad de hacer ver que, en España, los españoles (nacidos y por nacer) primero.