La situación política nacional y, por derivación la local son un cúmulo de arbitrariedades cuando no de felonías. Se traicionan principios (morales y democráticos) bajo señuelos engañosos de preservar libertades que no lo son y con la única intención de manipular ideológicamente, a su conveniencia, situaciones.

Numerosos ejemplos lo demuestran: el reciente pacto en Castilla-León de PP y Vox, ha desatado todo tipo de repulsas por parte de quienes se autoerigen en valedores revestidos de esa reserva espiritual que es la autoridad moral para impartir democracia. La misma que ellos no respetan como tampoco sus aliados de la progresía de esa izquierda caviar y del independentismo que quiere romper España, o los filoetarras de Bildu con las manos manchas de sangre que no soliviantan a quienes solo les obsesiona la que denominan extrema derecha.

Cuando todavía no han comenzado a gobernar en CyL ya dramatizan con unos supuestos inverosímiles: el intento de no permitirles gobernar a base de algaradas y mensajes confusos. No respetan el pronunciamiento de las urnas y se llaman así mismos demócratas. Una situación patológica que proviene de quienes gobiernan gracias al apoyo de chantajistas o de quienes tienen las manos manchadas de sangre -como escribía Rosa Díez que del País Vasco sabe un rato-, el partido que dirigió los Eres, el que está siendo investigado (Pedro Sánchez) por subvenciones oscuras a sus padres, ese mismo que se atreve a dar "consejos" de ética. El partido de la cal viva de los GAL y de tantas atrocidades, habla de "cordones sanitarios" a Vox (también los llaman "cordones democráticos" cuando son antidemocráticos).

En Ceuta sucede otro tanto de lo mismo. Se alían sectores de todo tipo, llevados por su ignominiosa tendencia de Voxfobia: la misma Fátima Hamed (con su número 2 desaparecido en combate y sin asistencia a Plenos por lo que cobra, desde tiempo inmemorial, pero el PSOE ahí no reclama su inasistencia) desatada en Plaza de los Reyes con proclamas enfervorizadas antisemitas, ahora se convierte en valedora de todos los que conviven en Ceuta (hindúes, hebreros, cristianos y musulmanes), la misma que llegó a Valencia de la mano de la imputada Oltra por los abusos sexuales ocultados de su marido a una menor, o la artífice (Yolanda Díaz) de ese "frente amplio" que se ha quedado en un intento fallido para hacer lo que ella llamaba "otra política". Qué otra política? ¿La de llevar de acompañamiento y como figurante a una "progresista" musulmana con hiyab incluido vendiendo la defensa de la ley LGTBI, el aborto o la eutanasia? ¿Esta es la progre que incorporó Yolanda Díaz a su fallido "frente amplio"? La misma que con el "show" denigrante de la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos con las "muchachas" que vienen de Marruecos a limpiarle la casa, ha estado bien callada ante tamaña prueba "feminista" de desprecio, al igual que el colectivo feminista que tardó nada menos que una semana para pronunciarse. Otro tanto sucedió con el PSOE local, haciendo mutis por el foro. Ni defienden valores ni principios ni nada de nada; solo sus intereses personalísimos y la descalificación permanente ante quienes piensen distinto, como ejemplo democrático "fake".

Esta progresía del bulo se desvanece a poco que se rasque como el reparador de un mueble viejo. Todos estos supuestos progresistas que autoproclaman esos supuestos defensores de valores en los que demuestran que no creen, son tan dañinos y adversos a la democracia que proclaman ésta y no la cumplen. Dicen defenderla y la pisotean a cada dos por tres: ¿Es de recibo que en la página 286 del programa electoral del PSOE para las elecciones del 28 de abril de 2019 se diga: "promovemos la solución del conflicto del Sahara Occidental a través del cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas, que garantice el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui" y este filibustero presidente del Gobierno dé un giro copernicano para hacer todo lo contrario?

Nada nuevo porque también hizo promesas electorales de no pactar con Podemos, independentistas y Bildu, incumpliéndolo todo para lograr el sillón. Este felón de Sánchez vende a quien haga falta con tal de permanecer como una garrapata aferrada a la poltrona. El mismo PSOE, de entrada, no a la OTAN y después sí, ahora con la mitad del Gobierno de Podemos con el no a la guerra, el PSOE envía más armamento a Ucrania. ¿Cabe mayor contradicción? Y en Ceuta otro tanto de los mismo: Juan Vivas émulo de Sánchez, decía que acabar con la exención Schengen en el Tarajal era fundamental y luego reviró al igual que el Ejecutivo de Sánchez, algo nada nuevo.

Y qué decir sobre las grandes expectativas que ve Juan Vivas en contra del pronunciamiento de su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo sobre el acuuerdo de Sánchez con Marruecos? Una demostración de que la línea política del PP se hunde en el Estrecho. ¿Y qué decir con la apertura de la frontera, donde se divulgó un bulo de que Marruecos decía que se abría de madrugada este jueves? Podían más los deseos de los contrabandistas y quienes tienen intereses muy claros en el otro lado de la frontera que ese propósito que tanto prodigó Vivas y que, siguiendo el ejemplo de Sánchez, desistió de él cuando decía "más España y más Europa". Ahora resulta que el sátrapa marroquí, aquél que decía que quería asfixiar a Ceuta, tiene en la zona de Tetuán y Castillejos la miseria y crisis económica de gentes que lo han vendido todo para subsistir. El efecto "boomerang" contra quien deseaba el mal del vecino pese a sus rezos diarios y llevado de la maldad más ruín, se han vuelto contra él por designio divino de castigo. No contaba en sus cálculos con la intervención de la UE en favor de Ceuta como refuerzo económico.

Los "cordones sanitarios" hay que aplicárselos a quienes nos quieren manipular ideológicamente con mentiras, a quienes guardan silencio con la ruina económica a la que nos somete Sánchez y su gobierno ¿progre? y a tantos filibusteros en busca de autor. La cesta de la compra por las nubes (sube el doble ¡hasta la arena del gato! que no viene de Ucrania, que se sepa y los tomates cuando somos la huerta de Europa), el recibo de la luz es ya inasumible, la inflación desbocada con el 9,8% y encima Sánchez, ese filibustero enredador diciendo que el precio eléctrico es igual a la del año 2018 si descontamos la inflación. ¡Pero si ésta, la inflación, viene determinada por esa subida estratosférica de la energía eléctrica! ¿A quién quiere engañar este filibustero que nos quiere hacer cada vez más embrutecidos y legos permitiendo pasar de curso académico sin demostrar la capacidad del esfuerzo?

Se requiere más sensatez y coherencia, menos engaños y manipulaciones, abandonar la ideología camuflada de benefactora intención y abrir los ojos para discernir quienes nos quieren manipular para sus propios intereses y en quién podemos confiar. Como diría un sabio amigo: "Más pan y menos manteles".