"Unidad, unidad unidad" es lo que ahora se repite como un mantra y vociferan los titulares (secuestradores) de la sede del PP en Ceuta, éstos que se apuntan siempre a caballo ganador sin inmutarse y que ahora en Sevilla son muy de Feijoó y que antes fueron muy de Cospedal, de Soraya y de Casado. 'Hacedores y deshacedores' en la sede para mantenerse ellos y cerrar las puertas de afiliados y simpatizantes que no les reían sus gracias... El PP de Ceuta tiene-dicen- 4.000 afiliados. Sólo se enviaron 600 correos de información del congreso extraordinario. No se publicó nada en prensa. Se inscribieron 125 afiliados para la elección a compromisarios donde había 25 plazas. Votaron 125 compromisarios. Hubo 2 mesas con urnas donde estaban los mismos compromisarios que optaban a plaza para el congreso popular. La más votada fue Malika (amiga personal de Feijoó) con 120 votos. La menos votada Mabel Deu con 14 votos. Las papeletas se dieron ya marcadas con 21 candidatos a compromisario y Yolanda Bel salió elegida al Comité Ejecutivo Nacional por cuatro años más.

Todos éstos, los que han secuestrado la sede, y que ahora querrán olvidar el pasado al ver a Juan Bravo en la Dirección Nacional del PP, le hicieron la vida imposible cuando decidió asumir la responsabilidad de la candidatura al Congreso por Ceuta. Su mal fue que había sido uno de los hombres de Paco Antonio González Pérez quien se las tenía tiesas con un Juan Vivas que había, ya entonces, desviado los principios de un PP en una Ceuta que mantenía adormecida y regada con fondos públicos. Por ende, Yolanda Bel, el brazo armado de Vivas, no podía ver ni en pintura a González Pérez, y mucho menos a Juan Bravo a quien tuvo que soportarlo en Ceuta y, encima de candidato. 

Juan Bravo vivió la soledad en el partido en su proceso preelectoral y durante la campaña que hubo de hacerla en solitario apoyado por sus incondicionales, pero sin el apoyo de la estructura del partido en Ceuta y con constantes zancadillas que sufrió estóicamente. Sólo mantenían las formas de cara a la galería. Su posterior salida a Andalucía, llamado por Juanma Moreno, para sustituir a Alberto García (su mentor) en el Gobierno andaluz, fue un suspiro de tranquilidad para la sede en Ceuta del PP que veía peligrar con Bravo la hegemonía de la dirección, anclada y atrincherada en Ainara, que temía que el ex diputado pudiera llegar a encabezar una lista local a la Presidencia de Ceuta.

Ahora, todo son parabienes de falsedad entre los representantes del PP de Ceuta (que son los mismos) al conocerse el ascenso de Juan Bravo a la Dirección nacional del PP, nombrado por Núñez Feijoó, avalado por Elías Bendodo y siendo, como es, el impulsor del cambio económico que ha tenido y tiene Andalucía. Se le ven maneras de futuro ministro, o cuanto menos de secretario de Estado. Una joya con la que se contaba en Ceuta, pero que estorbaba a la mediocridad impuesta en el PP ceutí.

Enhorabuena a Juan Bravo -se lo merece- y que ahora haya unidad en el PP no está mal, si ello viene acompañado de la limpieza en aquellos territorios que merman y lastran el avance del partido.