Tres casos en dos semanas. Tres casos de trabajadores a los que no renuevan sus contratos porque “no se puede” con la nueva reforma laboral.

Esta nueva reforma laboral, convalidada el pasado mes de febrero, entra hoy jueves, día 31 de marzo, en vigor después de publicarse a finales del 2021 en el Boletín Oficial del Estado. Finaliza el periodo transitorio y, en consecuencia, se eliminan varias modalidades de contratación temporal.

Empresas y autónomos han tenido tres meses para adecuar las relaciones de sus trabajadores a la nueva normativa. El resultado, como era de esperar, más despidos.

Una reforma laboral que, bajo la bandera de se producirán más contratos indefinidos, no ha tenido en cuenta la picaresca, ni que muchas empresas no pueden asumir, o no quieren, hacer fijos a sus empleados.

Los perjudicados, como siempre, los trabajadores. Una clase obrera que ve como el partido que lleva por Obrero su nombre firma ley tras ley, decreto tras decreto, normas en contra precisamente de quienes solo buscaban trabajar dignamente.

Pero este Gobierno, que poco le queda de socialista por mucho que así se denomine, está más preocupado en enseñar ecofeminismo y en dejar la puerta abierta a la interpretación de la historia en su enseñanza en la ESO que a poner remedio a los problemas sociales. Un Gobierno que permitirá pasar de curso sin límite de suspensos y que no hace más que aumentar las ayudas sociales a personas que no trabajan, fomentando un Gobierno paternalista que te da dinero si no te empleas pero que te pone todas las trabas del mundo si quieres trabajar. Y ya si quieres ser emprendedor y levantar la economía con tus proyectos ni les contamos. Pero a los maltratados autónomos los dejamos mejor para otro editorial.

El caso es que tres casos nos han llegado a este medio en los últimos días. Tres ejemplos que, como diría Larra, son prueba de la sociedad “que duele” y en la que vivimos.

Una trabajadora de una gran cadena de supermercados. Una trabajadora de un centro de logística de paquetería. Un trabajador cuidador de personas mayores en una empresa de servicio a domicilio. Los tres con contratos temporales que han ido renovándose logrando que lleven en la empresa trabajando entre un año y medio y cuatro años. A los tres les han dicho que ya no pueden seguir renovándolos porque la reforma laboral no lo permite. Los tres engrosarán las filas de parados.

Que la intención -aumentar el número de contratos indefinidos- es buena de base, de acuerdo. Pero si no velas por su aplicación, lo único que se logra es que aumenten las desigualdades, que aumente el paro, que aumente el desamparo. Porque además de firmar decretos, el Socialismo también iba de escuchar al pueblo. Pero parece que nos hemos quedado sordos.