El 23 de marzo de 2022 pasará a los anales de la historia como la jornada en la que Pedro Sánchez Castejón y Juan Jesús Vivas Lara dieron un espectáculo inolvidable. Quien a la sazón era presidente del Gobierno de España, recibió en tan memorable fecha acuñada en Ceuta como un episodio inolvidable de su historia reciente, el beneplácito del egregio presidente "caballa" por su secreta carta a Marruecos, desvelada públicamente por el vecino país del sátrapa marroquí, con nada menos que siete veces, siete, "mi querido presidente", despliegue de lisonjas en un peloteo tan vergonzoso e inexplicable como reiterativo que ha sido motivo de mofa nacional.

Federico Jiménez Losantos, el pasado viernes en su programa radiofónico hacía alusión al prócer ceutí, con términos nada elogiosos por su servil comportamiento como los siguientes: "Lo del psicópata de la Moncloa en Ceuta es para meter a Vivas en un carguero y decirle que vas a conocer el mundo:  vas a conocer las fuentes del Nilo. Buscas el Nilo blanco que hay unos lagos fantásticos", añadiendo: "Como estás regordío aún te queda sebo". Prosigue Jiménez Losantos: "Le llama el tío "mi querido presidente" y se felicita que la soberanía de Ceuta la garantice Marruecos. Se puede ser lerdo, la niña de la curva y luego se puede ser el colmo: el tío de Ceuta. ¿Cómo se puede creer nadie en Ceuta que venga un presidente de España, que no tiene ningún derecho, a decir que va a garantizar la soberanía de España Mohamed que no ha garantizado nada y que lo haga en público? Bueno esto es la conjura de los necios, el festín de los traidores;  lo de matanza de Juegos de Tronos es una broma al lado de esto. Era de no creer y, sin embargo, sucedió".

No acaba aquí el esperpéntico espectáculo: El diario de mayor tirada de Marruecos (Hespress), uno de los altavoces de la seguridad marroquí lleva a portada la noticia esta semana: "Desde el interior de Ceuta ocupada, el presidente del Gobierno español ha defendido el acuerdo entre Madrid y Rabat sobre el Sahara". Nos vendían que Marruecos dejará de reivindicar Ceuta y Melilla, y hoy les responde Marruecos con un baño de realidad: "Marruecos nunca dejará de reclamar todos los territorios que en su constitución reconoce como históricos".

La misiva secreta, individual (de espaldas al Parlamento español donde reside la soberanía nacional) de Pedro Sánchez es de estudio lingüístico. Un ejemplo de cómo no hay que escribir, una afrenta a quien firma la misma representando a los españoles.

Los errores lingüísticos de la mencionada carta enviada a Marruecos, según una experta profesora de Lengua en la Universidad San Pablo CEU, publicada por el digital El Debate.com incurre en tres errores: cambios continuados en el tratamiento que dispensa al destinatario, pobreza léxica y un uso inadecuado de algunos tiempos verbales. Vamos, una joyita diplomática, según el análisis de Pilar Fernández, impropio de un dirigente patrio. Empieza a tratar de "vos" al sátrapa, pero al tiempo cambia de registro y en el cuarto párrafo ya le trata de "usted", repite las palabras "respeto" y "relación" varias veces, utiliza la expresión "nuestros dos países", hasta tres veces y escribe ministros en mayúscula, contraviniendo la norma de la Real Academia Española de la Lengua, que ha debido olvidar Sánchez con tanta imposición lingüística en Cataluña arrinconando el español. Faltas de concordancia indican que ha sido una carta escrita con muchas prisas. Una precipitación lógica al enviarla a espaldas del Parlamento y grupos políticos que exigen su comparecencia en el Congreso para dar explicaciones.

Tanto desvarío es la consecuencia lógica de un desatino continúo en una forma sectaria de pisotear la democracia, transgredir las normas más elementales y vulnerar la Constitución española que tanto le gusta a Sánchez. Y precisamente en una semana, donde toda España está patas arriba con huelgas, manifestaciones, concentraciones y una deriva que genera caos y muestra la incapacidad de quienes están en el Gobierno. Ni ellos mismos se aclaran: confrontados PSOE y Unidas Podemos en el Ejecutivo. ¿Hay quien dé más? Una guerra permanente donde la ultraizquierda es vilipendiada y humillada resistiendo por mor de los cargos millonarios que ostentan. Vivimos en el país de nunca jamás. En un solar patrio dinamitado por las ideologías impuestas y el desatino permanente.

La política, en momentos difíciles, dejó dicho De Gaulle, es demasiado seria como para dejarla en manos de los políticos.  Y así nos va. La parodia nacional en versión de realidad pura y dura. Se impone con urgencia las elecciones.