Adoramos a una divinidad/hecha de huevo, harina/agua, miel y mantequilla/ a veces nos la comemos/ y otra igual hacemos (Las mil y una noche. Los viajes de Simbad). Esta pequeña rima no es para que la analice ningún filólogo, de esos que nos crecen de vez en cuando, sino para como decía Schopenhauer ¡Menos filólogos y mas ideas! Pero bueno, en nuestro caso…el cuento se cuenta así…

“Había una vez…que había” …un presidente impuesto que se creía muy inteligente y manipulador, hasta el punto que, con voz impostada, pensaba que no necesitaba a nadie. Pero era probable que pronto la triste realidad vendría a demostrarle su error y que, si su autoridad servía para algo, era debido a las personas que le apoyaron en su día que, por innecesarias que le parecieran después, fueron quienes le pusieron en su elevada peana. Pero, algún día, estas personas para él innecesarias, decidieron alejarse de él, diciéndole que no querían continuar manteniéndole como presidente. Y así, al haber prescindido de ellos, aunque ahora estaba rodeado de un numeroso grupo de palmeros, que servilmente le apoyaban, estos no eran suficientes para mantenerlo en la peana, por lo que cayó con gran ruido al suelo, rompiendo al santo en mil pedazos. Porque, nadie puede mantener su puesto, sin el respaldo de todos aquellos a los que antes aparto y desprecio. ¡Además, donde estaba el honor de su partido en sus conocidos actos!

Y esto es lo que puede pasar, si en este congreso del Partido Popular los afiliados despiertan y ven a su actual presidente desnudo de todo aquel ropaje, que ellos mismos le pusieron en la idea de que era lo mejor para todos. Esto será así, porque son muchos los afiliados, que noblemente se prestaran a la lucha, para acabar con la pesada carga que sus beneficiados trompeteros han impuesto. ¡No creo que los afiliados de verdad, toleren más a los oportunistas y sus tibiezas, así que estos, seguramente acabaran con su reacción, interesadamente sistematizada! Estos…los verdaderos afiliados… desean otras grandezas y sencillas vivencias en igualdad de ideas. Ideas, que fueron las que les animaron a afiliarse y votar al partido. Porque…supongo que… ¡Ellos, todavía siguen ahí!

Y serán estos, los que preguntarán en su momento a los actuales palmeros… ¿Quiénes sois, para hacer lo que habéis hecho? Para humillar, ofender, traicionar e imponer vuestro consumado e infame interés personal a los demás. Porque en el partido deben mandar los afiliados, quienes deben ser los únicos que ponen o quitan rey, no los beneficiados palmeros. Y ya es hora de que el partido popular, se deje las tibiezas y ambigüedades a las que últimamente les ha arrastrado su presidente impuesto, si quiere recuperar su idea clara de cómo quería que fuera su modelo social para la ciudad.

Este debe ser uno de los mensajes, que deben ser escuchados y guardados. Por ello, es necesario que todos sepan, que estos palmeros van a defender todo lo mezquino y miserable que han hecho o piensen hacer, atacando con saña a los que se les opongan. Y mañana… solo cuando se rompan todos los harapos de sus mentiras y traiciones, se podrá recomponer lo que antes fue el verdadero partido. Ya que luego, cuando como manada de lobos sin los intereses que los unían se dispersen, todo volverá a sus justos términos. Porque, estas son, también, cosas que han pasado en la antigua y acogedora casa del Partido Popular… Y esto, mal que les pese… ¡Es verdad…”!

Porque es mucho ya el tiempo de veneración y ahora empieza a relevarse la fría realidad, de que el cajón del sí del que comían, está vacío y solo queda lleno el cajón del no. Y ese cajón… ¡No interesa… ni a ellos! ¡Vaya dilema para un simple contable! Ya que no sé si se sabe, pero los escultores esclavizados, que construyeron la peana donde elevaron la imagen del ya viejo presidente, también saben que su tarea ya ha acabado y que las cadenas que voluntariamente se pusieron se están soltando, empezando a renacer otras esperanzas de futuro. Y sin peana, el santo siempre acaba rompiéndose en el suelo.

Y, sobre todo, porque … ¡Es momento de comerse esta ya… obsoleta divinidad y volviendo a amasar, hacer una nueva más acorde con los tiempos! Ya que, si no se hace así, el Partido Popular morirá con su pasado, sin poder vivir su futuro.