El axiona "quítate tú, para que me ponga yo" no parece ser el leitmotiv de Javier Guerrero en su legítima aspiración para liderar el Partido Popular, si triunfa en el próximo Congreso. Leo sus declaraciones en El Pueblo de Ceuta y habla de regeneración lo que no significa que no conlleve integración, a tenor de sus declaraciones donde habla de apoyo a todos los niveles y el propósito de que se desvanezca ese "que todo cambie para que todo siga igual".

Sus pinceladas políticas dejan entrever una aspiración política de compromiso. Algo que no todo el mundo está dispuesto a asumir con el futuro profesional resuelto y la acrisolada reputación profesional a buen recaudo y contrastada, aunque falte poso y experiencia política. Pero deberá lidiar, Guerrero, con propios y extraños. Cuidarse de los recién allegados y parapetarse-prepararse a las 'jugadas' (que las habrá) del adversario congresual. Los Estatutos del PP podrían activarse, si quiere Yolanda o Juan, aprovechando estas declaraciones públicas de hoy. Activar al Comité de Garantías del Partido sería una acción para eliminar la aspiración de Guerrero de raiz. Ojo con esto.

Su encuentro con Vivas, ese "bis a bis" no parece que, a tenor de sus palabras, fuera el de la unificación, entre otras cosas porque el actual presidente marca un declive notorio en su trayectoria aminorando el respaldo electoral de su partido hasta llevarlo a niveles que las encuestas deberían hacerlo sonrojar (seis escaños es para Jesús Fortes poner una cabra como cabeza de lista en el PP), y viendo el auge de Vox es para hacérselo pensar al longevo político atenazado por su clientelismo político y sus vínculos con el PSOE.

Un reputado periodista planteaba que "el fin no justifica los medios" aludiendo en el ámbito mediático airear la corrupción del PP e ignorar la del PSOE, los Pujol, o el "tres por ciento" del nacionalismo catalán. La última sentencia de siete años al exconsejero de Economía de la Junta de Andalucía cuando perpetró el mayor escándalo de corrupción en España, no ha sido divulgada por la televisión nacional que pagamos todos ni por los medios de izquierdas.

Esa asimetría moral viene a demostrar que el periodismo está enfermo al perder no ya la objetividad sino también la honestidad como sucede en Ceuta, donde el pesebre de reparto económico de publicidad institucional comporta incuestionables ataduras y compromisos difíciles de romper. Un sometimiento, en su suma, a la voz de su amo.

Se provoca conflicto artificial siguiendo la máxima de Zapatero cuando dijo a Iñaki Gabilondo " a nosotros (los socialistas) nos interesa provocar el conflicto", como lleva al pie de la letra ese "magnífico sindicalista" para Javier Guerrero que es Juan Gutiérrez, consideración de la que se discrepa absolutamente, porque se trata de un mal remedo de un intento de político, situado en la secretaria general por un potente lobby local que es como un gigantesco pulpo que todo lo controla con las bendiciones de Juan Vivas.

Un "magnífico sindicalista" que, sin el menor rubor, califica a este medio de chiringuito de Vox, sabedor que no recibe subvención alguna del Gobierno de Juan Vivas, que tiene a su consejera de Economía y Hacienda como la encargada de repartir el diezmo de "la libertad de expresión" que el PSOE de Gutiérrez expande con desvergüenza en el Pleno de la Asamblea.

Juan Gutiérrez debería dar explicaciones, como presidente del Comité de Empresa de Trace de los últimos acontecimientos sucedidos con una trabajadora, que ha sido silenciado. Mucho misterio en estos sindicalistas acomodados.

Un Comité de Empresa que bien se ha encargado de desvirtuar la propuesta de municipalización de Vox al servicio de limpieza (que en su día defendía) atemorizando a los trabajadores con infundios perversos: 'que habría de pasar un examen para su integración municipal'. Gutiérrez se referirá al mismo examen que él ha pasado para ser secretario general del PSOE y portavoz en la Asamblea con esa magnifica oratoria que exhibe y esa docta preparación académica. Calificarlo -amigo Guerrero- de "magnífico sindicalista" es una broma de muy mal gusto. Y esta ciudad no está para un sátrapa de estas características, que bien pronto ha aprendido el arte de la manipulación con imputaciones a este medio sin lavarse la boca, y sin experimentar el sarpullido de su deficiente intelecto.

Regeneración política en el PP, a tenor de los guarismos de las encuestas, del ambiente que se respira en la calle, del hartazgo social de una política de desvarío escorada al socialismo... pero situar como " magnífico sindicalista" a Juan Gutiérrez parece un chiste. El PP debería mirar menos al PSOE y mucho más al horizonte, a su propia esencia, alejándose de un partido que pacta sin recato con proetarras, independentistas y la ultra izquierda. El dinero que llega a Ceuta del Estado no es del bolsillo de Pedro Sánchez, no se olvide, sino del legítimo reparto procedente de la Unión Europea. ¡Ya está bien de bajarse los pantalones ante la corrupción, la manipulación y la mentira!