El nuevo comandante general de Ceuta, el general Marcos Llago Navarro, ha jurado en la mañana de este viernes, día 14, su cargo. Un acto en el que ha destacado que “la humildad y la capacidad de trabajar en equipo” son virtudes imprescindibles “para mantener alejados los dañinos egoísmos y los personalismos desmedidos”, y así, actuar en beneficio del conjunto. “Cada uno debemos aportar nuestro grano de arena y desempeñar el cometido que se nos asigna, pues es fundamental para la aportación y desempeño del resto. Los intereses particulares o sectarios deben sacrificarse o eliminarse por los más elevados del conjunto, de la Institución y de la Patria”, ha recordado.

El acto, en Foso Almina, ha comenzado con los honores al general Jefe del Mando de Canarias del Ejército de Tierra, el general  Alejandro Escámez, que ha presidido los actos y ha recordado al nuevo comandante que aunque "el puesto que vas a ocupar no es fácil", debe velar "porque las unidades de la Comandancia se mantengan cohesionadas".

A continuación se ha pasado al Juramento en el Salón del Trono de la Comandancia, en estricta privacidad en prevención de la situación sanitaria. El comandante también ha presentado el Aleo a la Patrona, antes de finalizar el acto con una Parada Militar en García Aldave.

El presidente de la Ciudad, que sigue aislado en su domicilio cumpliendo la cuarentena a causa de la COVID-19, ha querido felicitar al nuevo comandante general de Ceuta. Juan Vivas le ha deseado los mayores éxitos al frente de esta nueva responsabilidad y considera un "verdadero honor y motivo de satisfacción que el legado de nuestro primer gobernador, D. Pedro de Meneses, tenga como depositario un militar de tu brillante trayectoria al servicio de la Patria, categoría y prestigio".

El nuevo comandante general ha reseñado también que se trataba de “un día, de nuevo, de emociones y de recuerdos”, en el que asumía “la responsabilidad de mandaros”. “Un Mando que, para mí, tratándose de la Comandancia General de Ceuta, supone un honor, un orgullo, una alegría, una enorme responsabilidad y un regreso a casa, pues aquí tuve hace ya unos años, esos mismos sentimientos, unidos al privilegio –bien entendido-  de mandar una de nuestras unidades: el Tercio Duque de Alba 2º de La Legión”.