La pasada Nochebuena pudo terminar en desgracia. Sólo la fortuna quiso que un agente de la Policía Local, el copiloto, no sufriera peores consecuencias tras el ataque que una vez más (hecho aislado que dirían algunos) recibió el cuerpo local cuando escoltaba a los bomberos por ina llamada de incendio en la zona próxima a la ITV, en las inmediaciones del barrio del Príncipe.

El vehículo policial escoltaba a los bomberos en la noche del pasado 24 cuando, a la altura de carretera que baja en dirección a la ITV, cruzando la zona baja del Fuerte del Príncipe, recibió el impacto de una piedra de gran tamaña lanzada desde la zona alta de monte que fracturó la luna delantera y cayó encima del cuerpo del agente de la policia local. A pesar de la aparatosidad y de la situación, no se produjeron daños personales, esta vez.

Opinión-reflexión

Se trata de un nuevo ataque desde la altura después de un aviso de fuego al que deben acudir los bomberos, escoltados por la Fuerza Pública. Un acto violento, de vandalismo que no parece tener freno en la barriada. El hecho de que los vecinos no denuncien a los propios residentes del barrio que protagonizan estos actos de violencia y el silencio temeroso en el que la mayoría de los habitantes viven, hacen que campen a sus anchas delincuentes que se ocultan en un barrio donde la autoridad no está ni presente, ni se la espera.