Mensaje de Navidad sin hablar de la Navidad. El 24 de diciembre, este viernes pasado, (de infausto recuerdo) volvió a protagonizar una cabriola increíble este prócer de la política local cada vez más entregado al PSOE y a los promarroquíes escribiendo un pasaje, uno más, de desvergüenza en su hoja de servicios política.

Quien se entusiasmaba con las felicitaciones del Ramadán y la Janucá, el mismo que habría de defender la esencia del PP al que representa (actualmente con indignidad) con la defensa de una ancestral tradición cristiana mayoritaria en nuestra ciudad y en el mundo occidental, emprende una deriva -al más puro estilo de su émulo, Pedro Sánchez Castejón-, obviando el sentido cristiano de una celebración de Nochebuena y, lo que es más grave, su votación en la Asamblea para "borrar" del calendario laboral el día de Navidad, ese 25 de diciembre emblemático en la fe cristiana y más que representativo en todas las Comunidades Autónomas para buscar hueco a una festividad islámica en una renuncia a las esencias de Ceuta. Y su palmero, Carlos "Cuentomé", defiende este posicionamiento, argumentando que hay otras Comunidades como la del País Vasco (bonito ejemplo al uso) con proetarras en pactos de Gobierno con el PSOE que no soliviantan lo más mínimo a este Gobierno hibrido PP-PSOE al más puro estilo de la negación del costumbrismo nacional y las esencias locales, en favor de la islamización continúa y permanente por acción u omisión, inoculada a golpe de votación en la Asamblea o de abstención cobarde y complaciente.

Este es el Juan Vivas "salvador" de una situación actual en la política local de deriva que él representa, en una Nochebuena en la que, en vez de hablarse de villancicos y tradiciones cristianas, se habló de una nueva invasión fronteriza que Juan Vivas, aludiendo al pasado mes de mayo, dulcificó con un eufemismo en su vergonzante discurso: el "episodio" del mes de mayo. Episodio no. Una invasión de puertas abiertas desde Marruecos, que evaluado por los que se dicen especialistas, quería suponer una rememoración de la Marcha Verde en la denominada "zona gris" de la frontera y, que, de no ser por la decidida actuación de la Unión Europea, Pedro Sánchez no habría tenido arrestos de afrontar porque no se hubiera sentido respaldado a nivel internacional y a nivel nacional ya conocemos como se las gasta. Un "episodio" en palabras de Vivas y una invasión en mi interpretación más palmaria que supuso a la vez, el gran ridículo de Marruecos a nivel internacional como país tercermundista y de su sátrapa soberano, acostumbrado al sentido dictatorial que emplea en su reino donde deja morir de hambre a sus súbditos mientras la opulencia es para unos pocos. Y, aun así, le rinden pleitesía con un servilismo que ninguna ONG´s de las que dicen defender los Derechos Humanos, se atreve a enmendar.

Vivas hizo un patético discurso navideño sin serlo como tal, al igual que Pedro Sánchez Castejón, al que la despedida de un histórico socialista, Enrique Pérez, histórico militante del PSOE y vicesecretario general de Extremadura lo sitúa en su lugar y lo califica de "narcisista, falaz y antidemocrático", a la vez que le pide renunciar a todas sus responsabilidades antes de llevar a España "al borde del abismo". Así se explica cuando Sánchez "deseó a todos los musulmanes de España un muy feliz Eld el Fitr. Que el mes del Ramadán que acaba de concluir os traiga, nos traiga a todos, mucha paz.¡Eid Mubarak!" Para los cristianos, su felicitación de Navidad sin mencionarla siquiera fue ésta otra: "Os deseo en estos dias a todas y a todos ilusión, esperanza y prosperidad, Celebramos estas fechas de forma diferente, con más precaución por la pandemia, pero teniendo en cuenta siempre lo que más importa: el afecto de nuestros seres queridos. Cuidémonos.¡Felices Fiestas!" En el mismo sentido que Juan Vivas lo ha hecho. Un mensaje de Navidad desnaturalizado, omitiendo la palabra Navidad como si ambos se avergonzaran de pronunciarla y, sin embargo, muy explícitos con el Ramadán. ¿Es esto lógico? ¿Se me va a decir que provoco el enfrentamiento por confrontar estos mensajes en una comparativa de sentido y menciones o es que quito caretas de farsantes camuflados de prohombres dispuestos a engañar e introducir un sectarismo brutal ante el que nos rebelamos?

Tal desfachatez es impropia de un PP tradicional, respetuoso con nuestras costumbres y tradiciones cristianas y este socialista camuflado de "pepero" que es Juan Vivas no puede permanecer ni un minuto más como máximo dirigente del partido ni de la Ciudad. Es un falso, entregado a otras ideologías, vendido ideológicamente a sus propios intereses y engañando a diestro y siniestro, como Pedro Sánchez, en una "pinochada" descarada sin el menor recato ni vergüenza.

En este patético pseudo mensaje de Navidad, Juan Vivas, en ésta su penúltima jugada de deslealtad a su partido y a los cristianos, acaba de dar el Aguinaldo al PSOE y a los partidos promarroquíes: lo que quieren es hacer desaparecer de la faz de la tierra, en este caso de esta Ceuta nuestra, la palabra Navidad para hacernos sentir sometidos, ofendiéndonos en lo más profundo de nuestros sentimientos. Todo por contar con un cómplice político sin escrúpulos, como Juan Vivas dispuesto a vender lo que haga falta con tal de mantenerse en el poder para proteger sus intereses personalísimos y arrastrando su propio partido al abismo.

Este ha sido un Aguinaldo de vergüenza. Su tributo (el de Vivas alias Juanito mentiras) al sometimiento más vil y a la traición a toda la Comunidad Cristiana en forma de mensaje de Navidad que era de todo, menos de Navidad.