Juan Vivas, inasequible al desaliento a punto de llegar a los 70 años, mantendría la idea que ya proyecta su equipo en la sede del PP ceutí, de luchar por mantenerse como presidente de los populares de Ceuta presentándose como candidato en el próximo Congreso Regional previsto para el primer semestre de 2022. Su objetivo es hacer coincidir el control del propio partido al tiempo que mantiene la Presidencia del Gobierno de la Ciudad, llegar hasta la fecha en que se puedan concretar las siguientes listas electorales para las locales de la primavera de 2023, bajo control del partido, el que no quiere perder el propio Vivas ni su entorno.

Por contra, la candidatura anunciada públicamente por Javier Guerrero sería el eslabón complicado que el propio entorno de Vivas trata de sortear, con el supuesto apoyo de Génova, apelando a la unidad en el partido para contar con una única candidatura.

Vivas acaba de dar el visto bueno al acuerdo con los socialistas de Ceuta para aprobar los presupuestos generales de la ciudad para 2022, con cesiones evidentes y asumiendo la pérdida de las iniciativas sociales y de barriadas que cede así, al PSOE asumiendo las consecuencias de la pérdida de confianza de los votantes del PP por este hecho.

El sector crítico popular, ni sus seguidores, no avalaría tal pérdida de inciativa que deja en manos de los socialistas el futuro político de la ciudad tras una hegemonía conservadora en Ceuta que ha ido perdiendo gas legislatura tras lagislatura con Juan Vivas a la cabeza. Los últimos 9 escaños conseguidos se acercan peligrosamente al tradicional colchón de 6 concejales que siempre mantuvo AP y luego PP en Ceuta.

El futuro del PP en Ceuta está en juego. Renovación o continuidad, eso se juegan los populares para el próximo Congreso Regional, salvo que la cúpula nacional intervenga, unifique o se decante por uno de los candidatos.