Marruecos instaló piscifactorías autorizadas por Rabat en aguas españolas, concretamente en el archipiélago de Chafarinas. Una situación que no ha sentado bien al Ministerio de Asuntos Exteriores de España, desde donde -según publica El Confidencial- han enviado una “nota verbal” en protesta al provocar riesgos para la seguridad marítima y la protección del medio ambiente. 

En concreto han intervenido al comprobar que puede afectar al tráfico marítimo de Almería con Melilla. Sin embargo, nada le había importado al ejecutivo de la nación hasta ahora que existan otras dos piscifactorías de Marruecos a apenas 1.800 metros de la costa de Melilla, poniendo en peligro la ruta que utilizan los ferris procedentes de Almería.

Las primeras boyas fueron colocadas en mayo, en los momentos de la invasión de numerosos marroquíes a Ceuta. En septiembre ya se sumergieron las primeras jaulas para peces. Sin embargo no ha sido hasta ahora, supuestamente en un intento de no dañar las relaciones con Marruecos, que España no se ha decidido a intervenir, casi seis meses después, y tras las protestas de partidos como VOX que llevan desde entonces denunciándolo.