Uno a varios individuos accedieron, con la facilidad que les es habitual, a la zona restringida del Puerto, donde se ubica el espacio de la empresa Maersk de contenedores, para "hacer puro vandalismo", según denuncian los profesionales del transporte que cada día se enfrentan a las dificultades que entraña lidiar con inmigrantes irregulares por sus espacios de trabajo.

Entraron de madrugada, al parecer. Esta mañana, a primera hora, se percataron de que la máquina que eleva para su carga y descarga los contenedores de los camiones estaba muy dañada. El sistema eléctrico que proporciona su batería había sido destrozado, una de las ventanillas de la grúa tenía sus cristales fracturados y el interior se encontraba revuelto y con serios daños provocados "por el mero hecho de hacer daño", han denunciado los profesionales del transporte.

Es un acto vandálico "han ido a romper, a hacer daño" porque no se han llevado nada. No ha habido robo. Ha habido saña. "Y cuando comunicas el hecho a la Policía Portuaria, te dicen que no se les puede hacer nada" a los inmigrantes que pululan por esos espacios de seguridad interior del Puerto, "lo que causa perplejidad, extrañeza y frustración".

Sin solución de continuidad, el Puerto de Ceuta ha vuelto a ser escenario de un acto delictivo, impropio por el lugar donde se ha producido, con unas medidas de seguridad que distan mucho de lo exigido en una infraestructura estratégica como la portuaria. No hay detección y no hay respuesta. Y si hay detección la respuesta es tardía.