Tal vez a los ciudadanos ceutíes preocupados les fuera bien conocer los requisitos del concurso público, tasación interna sin contaminar del ayuntamiento, y nombre o nombres, de los agraciados.

¿No es el asunto delicado tema de posibles acciones? ¿5 millones de euritos es calderilla para tomar molestias dar traslado?

La desolación que se vive en las naves del Tarajal es para ir a valorar en la actualidad. Con la de naves que hay arruinadas. Cerradas en su mayoría.
Por otro lado, ¿puede cualquier hijo de vecino de Ceuta construir chiringuitos playeros como los de la Ribera o el Chorrillo?  ¿Materiales de quita y pon?

¿Delegación del Gobierno y ayuntamiento?
¿Se está profesionalmente capacitado para llevar, ni más ni menos, todo un emblemático Parque?  

En la cultura de la cocina mediterránea el perejil es condimento imprescindible.
En la cultura del deporte los pelotazos.
¿Sería posible saber cuánto lleva ganado? Desde que  descubrió que los alcaldes de turno estaban por la labor.

En 40 años de propietario de El Faro mi padre obtuvo del ayuntamiento...0 pesetas.
A mucha honra y orgullo. Entendió que un periódico no es un negocio al uso.  Mucho menos, al servicio del alcalde de turno. Que, para más inri de enfado, no es el dueño del erario público. Qué no se trata de un cortijo privado.
Aunque el pueblo no haya sabido valorar a Joaquín Ferrer. Mi padre vivo en mi vida. 

Tan culpable es el propietario de un medio. Como el alcalde de turno. De ahí que puede ser que algún día se reconozca al empresario que no optó por esa vía de la hipoteca. Y al alcalde que sepa entender la diferencia entre ayudar con una subvención puntual detallada. Y esa mal llamada publicidad institucional. Con ánimo de favorecer. Porque es favorecido.Toca, sigue tocando, seguir soñando. Dormido y despierto.

El foro

No he estado pendiente de la puerta de salida, pero creo que El Español ya se ha marchado.

Deja en Ceuta solución (gracias) a los problemas económicos.

Es más, si tiene que volver a retocar los detalles de definición de última hora, está en disposición de enganchar bono para que los remedios apañados resulten a pie de resultados de los comercios que siguen cerrando sus puertas.

No son, no tienen paciencia, ni para esperar perdiendo.

¡Vaya con nuestros comerciantes desesperados!

Mi cariño con ellos, por supuesto.

Que están ahogados y agobiados.

Hasta que Ceuta volviera a levantar cabeza deberían estar exentos de pagar impuestos, luz y agua. Todas aquellas cargas de todo comercio. Y recibir ayudas para poder contratar a tanto ceutí que hay sin poder trabajar.

Que hay dineros para socorrer historias de las mil y una noches que no son nuestras.

Los transatlánticos diarios; los barcos de guerra “otonianos “y rusos; que los barcos fueran gratis para todo el mundo; hacer que esos mismos ferris mantuvieran parte del mantenimiento (solo se realiza en Algeciras) en Ceuta.

Ideas aplicables desde ya. Ganando tiempo para otro talón.   

Asimismo, fomentar la apertura masiva de escuelas dedicadas a la protección personal. A falta de paraguas. Tendremos que espabilar. O nos espabilan.

Que el rico Cola Cao y las espinacas del marino Popeye, no falten en los supermercados de la ciudad. En ese detalle nos va la seguridad.

Ya que nadie está dispuesto a defender Ceuta. Ni de extraños…ni de nuestros propios.

Y que la estación vuelva a ser lo que era. Con el volcán, con las tensiones añadidas de la frontera; sin paraguas.  Con tanta ruina en el ambiente de la ciudad, no veo las hojas caer como antes: suaves, tristes. Con melancolía, en definitiva. Para que el otoño no fracase en Ceuta.