El alcalde de Ceuta lo tiene claro.

 Papá Estado tiene que pagar los platos rotos. Cuando, curiosamente, su política de no romper ni un plato es filosofía de recogida de votos mayoritarios.

El ir a modo de hombre bueno en la política. Con una mirada perdida. Con un saludo sin saber ni a quién saluda.
En Ceuta nunca han faltado fondos. Con independencia del cierre de la frontera. Camino de cumplir los 2 años.

Desesperación para las muchas familias con sus seres queridos en el país vecino. Cierta tranquilidad para la delegada del Gobierno que vive bien.
Nunca han fallado los impuestos municipales. El IPSI; contribución urbana, recogida de basuras y echar agua al ayuntamiento; el que cobran para poder llevar el contrato del alquiler y que te vuelvan a cobrar en Hacienda (cuando no  sabes bien cómo podrás pagar el alquiler más caro de Europa).
Las plusvalías. Cualquier cosa que se firma debida o indebidamente. El impuesto por respirar. El de los vehículos de todo tipo, clase, y modelo.

Por vivir y morir. El gravamen por haber nacido en Ceuta. Como plus de residencia.

Incluso se pensó en establecer uno  muy rentable en su aplicación destinado a los que no encuentran trabajo en la ciudad.
Etcétera, etcétera, etcétera...Que la tinta también está gravada. Como actividad. Por más que he intentado explicar que se alimenta de tinta de calamar. Encima, me han multado doblemente. Retrasos y por protestar.
Al margen. 3 ríos caudalosos de peces de colores desembocaron en Plaza de África. El río de los paraguayos; el de los soldados y sus bocadillos. El del contrabando salvaje.

Pocos pueblos han recibido tanto en lugar tan pequeño

Mención aparte los fondos europeos, sin fondos en el saco roto. Más lo que hayan podido venir vía Madrid.

Sin servicios de calidad. Sin nada de nada. Durante tantos años. Sin infraestructuras. Desdoblamiento Paseo Palmeras. Paseo de obras casi siempre paseando. Gran Vía con reformas desde antes de que los portugueses conquistaran. Los romanos vinieran de copas y tapeos. Para chulear podemos presumir de que contamos con la Gran Vía más corta del país y la más cara.

Lenguaje cuartelero

 Se está aplicando un cierto lenguaje cuartelero. Me recuerda a Fraga, cuando con motivo de la publicación del Libro Blanco de Godsa, y el follón que se montó de protestas tanto en Melilla como en Ceuta.

Para intentar anular el impacto causado es el propio Jorge Verstrynge, brazo derecho de Alianza Popular (AP), la persona encargada de poner en marcha un gabinete urgente de crisis. El tangerino y colaboradores se quedaron toda la noche sin dormir al objeto de que al día siguiente se publicara una opinión distinta, matizada. Darle la vuelta a la tortilla.

Como curiosidad la hija del tangerino, Lilith, es figura destacada de Podemos.

Como se sabe, Fraga visitó Ceuta y manifestó:

-Si tengo - afirmó con vehemencia- que dar por Ceuta hasta mi última gota de sangre, la daré.

De pronto, después de la marcha azul, parece que todo el mundo se ha dado cuenta que el patrimonio en general, en particular los castillos, que no son de arena, también están abandonados.

 Con razón la tristeza de la princesa.

Se asoma por cualquiera de ellos y se mata la pobre. Que no se ha pensado en sus bonitos deseos de otear el horizonte ceutí esperando al príncipe galán. Qué pocos considerados.  

Apuntaré (para no ser menos) que la cosa más emblemática. Las Murallas Reales, se quedaron, cosa extraña, sin las necesarias atenciones por parte del equipo de trabajos verticales. En su delicado y obligado mantenimiento, pues algún inepto retiró la partida destinada a tal fin. Pasado un tiempo se restablecieron los trabajos. No cabe mayor despropósito.

En lugar de quedarse sin esas nóminas de gigantes en un pueblo del que te sales si saltas.

Si a una política sin control. Con un gestor nefasto que no se ha salido prácticamente de los estúpidos adornos. Haciendo del centro el ombligo del mundo. Con esas cadenas colocadas en Plaza África, con aires de mazmorras, que al pasar con el coche por el hotel La Muralla, o eres todo concentración o te las llevas a tu casa, como ya ha ocurrido.

Con un nefasto gestor que se envalentona a la sombra fortificada de las Murallas Reales, y habla de valor y coraje.

Es, precisamente, lo que falta: valor y coraje. Para abrir una auditoría independiente al objeto de comprobar el cómo y dónde se han gastado tantos millones de euros que no se observan. En cualquier pueblo se notan las inversiones. En nuestra ciudad se nota que somos el culo del mundo. Una auditoría independiente que los ciudadanos conocieran el detalle de los gastos.

 Nada ni nadie parece frenar. 5 millones de euros, para la compra del día de supermercado, de unas naves en el Tarajal. ¿Aguantaría, soportaría, el asunto una investigación?

A un pueblo reducido en su tamaño físico corresponde juzgado a escala reducida. Fiscal de menores sabemos que existe. Despachos justos.

 Al menos, a primera vista, el ayuntamiento tiene la imperiosa necesidad enfermiza de gastar hasta lo que no tiene.

La simple pregunta es ¿derrochar, despilfarrar, es buen gestionar la “cosa pública”?  

Sorteando medusas, corrientes, ha ganado la” II vuelta a Ceuta a nado Comandancia General”. Manuel Pastor se desenvuelve mejor en el agua que en la tierra. Encima, es el marido de una de mis sobrinas. La simpática, cariñosa, Luisa, tenía la tienda de zapatos “Nova más”.

Una princesa de Ceuta llorando porque los castillos no se tienen en pie. Otra de alegría. Princesas tenemos. No todo iban a ser carencias. Bueno, si algún vecino se ve como firme candidato al puesto de príncipe. Que se presenten en los castillos. Que nadie tenga ocurrencia de entrar sin cascos.