Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad no dan abasto intentando paliar la multiplicidad de acciones provocadas por los marroquíes que vagan y campan a sus anchas por distintas zonas de la ciudad. Peleas, altercados, acciones que atentan contra el civismo son algunos de los comportamientos a los que se enfrentan a diario, como bien reconocen representantes sindicales y asociaciones tanto de CNP como de Guardia Civil. Igualmente el superintendente de la Policía Local llamaba la atención esta pasada semana, en la radiotelevisión pública, por la complejidad y superación de los servicios policiales municipales.

Las escolleras de la desaladora se han convertido en lugar de asentamiento de varias decenas de marroquíes ilegales, lo que supone un serio peligro para una instalación estratégica para Ceuta, sin que hasta la fecha se haya tomado la decisión de expulsar de la zona a estas personas. La Guardia Civil ha tenido que intervenir en algunas ocasiones para evitar que los marroquíes hicieran fuego en los alrededores de esta sensible instalación.

La desaladora recibe el suministro del agua del mar por conductos que circulan bajo las propias escolleras que ahora están tomadas por al menos una decena de marroquíes, lo que ha sido alertado a las autoridades.