Asistimos con estupefacción a comportamientos pseudodelictivos desde sectores que, con toda falsedad (los hechos contrarios a lo que propugnan así lo confirman), promueven la defensa de la convivencia en Ceuta cuando en realidad buscan y se desenvuelven en el conflicto.
Ejemplo reciente: la convocatoria de concentración por redes sociales contra el portavoz de Vox en la Asamblea, Carlos Verdejo, con quien no hay obligación de compartir ideas, planteamientos o mensajes pero hay que respetarlo si decimos que somos demócratas. Entre otras cosas, porque le asisten dos artículos de la Constitución que, los que se dicen demócratas, intencionadamente obvian: el 14 que garantiza la libertad de expresión y el 16 que hace lo propio con la libertad ideológica y de pensamiento (incluido el político).
Y quienes no respetan estos dos artículos son antidemocráticos y van contra nuestra Carta Magna.
En el más malvado ejercicio de impudicia protagonizan la confrontación. Hay quienes aprovechan las redes sociales para desestabilizar la convivencia con impunidad (ni la delegada del Gobierno, ni la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Policía, ni la Fiscalía intervienen de oficio para identificar los perfiles falsos y aplicarles la ley), creando estímulos y persuasión intencionada con aviesas intenciones ante el silencio cómplice de esos partidos que se dicen progres, e incluyen al PP, que se ha unido a todos ellos para seguirles el juego de una manipulación vergonzosa que desvirtúa la realidad social de Ceuta.
Una realidad que no tiene, ni por asomo, su reflejo ciudadano en el grupo de provocadores que se concentraron en la puerta del Parador Hotel La Muralla para insultar a Santiago Abascal y sembrar la posterior barbarie. Algo que poco le preocupará a la delegada del Gobierno, incapaz hasta extremos inverosímiles de mantener el orden y hacer respetar sus propias decisiones ("prohibidas todas las concentraciones", dijo, pero sin añadir "menos la que esté en contra de Abascal"). No he conocido una responsable del orden público en Ceuta más incapaz desde la época de la Transición.
En esta ceremonia de la confusión dolió mucho más a Salvadora Mateos los abucheos espontáneos al presidente del Gobierno, sinceros y sin convocatoria "fake" en redes sociales, así como tampoco sería de su agrado la concentración en Plaza de los Reyes de repulsa contra la mala gestión del Gobierno con gritos de "Sánchez, dimisión", "Ceuta no se vende", "Delegada, dimisión", "Ceuta unida jamás será vencida" o "Ceuta resiste". Y esa preocupación por detener a quienes vilipendiaron al presidente del Gobierno a su llegada al Helipuerto no se corresponde con idéntica actuación con quienes promovieron el salvajismo extremo, provocaron incidentes en nuestras calles y alteración del orden público en la Plaza de África contra Santiago Abascal.
En este soberbio ejercicio de manipulación de la realidad, "made in PSOE", como el de las balas enviadas por Correos a Pablo Iglesias y Marlaska, tan poco creíbles como lo demuestran los hechos tras las elecciones de la Comunidad de Madrid, por el nulo interés en investigar hasta el fondo su autoría, la Asociación de Padres y Madres del instituto Clara Campoamor, se desmarcó de la concentración antiVerdejo y además descubrió que la convocatoria se hizo desde un perfil falso. ¿Cabe mayor desfachatez y manipulación?
Ahora, quienes suscriben solemnes declaraciones institucionales para preservar la convivencia parecen mudos y con su silencio cómplice acaban por descubrirse como unos farsantes: no buscan la pacificación; pretenden demonizar a Vox como el mismísimo diablo político como ese desvarío de Fatima Hamed, (solicitando declarar persona "non grata" a Abascal) tan preocupada por la situación de Palestina y no por condenar el apoyo de Marruecos a Israel arrodillándose ante Estados Unidos como agradecimiento por apoyar las pretensiones marroquíes en el Sahara y traicionando a sus hermanos (o hermanastros) musulmanes.
Y en este conglomerado de intereses, la mediocridad de partidos sin significación electoral como MDyC y Caballas, arremeten contra la primera formación más votada por 12.000 ceutíes en las últimas Elecciones Generales, a quienes con el mayor de los desprecios sitúan en la orbita de la descalificación con ese mantra que han aprendido y repiten hasta la saciedad: "fachas" y "ultraderecha".
Precisamente los mismos que se ofenden que Vox les denomine islamistas. El PP que ni está ni se le espera hace un ejercicio de sometimiento y se doblega ante un PSOE que debería estar callado con la política de acercamiento de presos de ETA que viene realizando, ( y pedir perdón a las víctimas del terrorismo), con la precaria gestión de las vacunaciones donde cubrieron con bastante indecencia la indebida vacunación de Jesús Lopera como director territorial del INGESA y sí se cobraron la cabeza vía dimisión forzada, del consejero de Sanidad, Javier Guerrero, con un Vivas complaciente, cobarde y sin arrestos para defender a un miembro de su Gobierno, y asumir una crisis sin replicar por los desmanes socialistas.
De manera que ha quedado como corrupción y "vacunajeta" Guerrero y nada se ha divulgado con el recorrido que requería, la dimisión por nepotismo ilustrado del exdirector territorial de Educación, Juan Bosco de Alba Moreno por colocar a la mujer "enchufada" y sin dar cuenta pública de ese informe que dijo encargar la delegada del Gobierno.
Ahora el PSOE de Plaza de los Reyes, promocionan un día sí y otro también a Yolanda Rodríguez, directora provincial de Educación (que para eso la impuso Madrid vía Andalucía) y que preparan para un puesto de candidata en las próximas elecciones generales. La llamaremos "madame F.P" porque no habla de otra cosa, hasta la reiteración cansina.
Las concentraciones "progres" sí; las de Vox, no .¿No se percatan que se les ve el plumero? Igual que Pedro Sánchez haciéndose la foto esta semana en el zulo donde José Antonio Ortega Lara soportó el secuestro de ETA el 17 de enero de 1.996 pasando 532 días bajo una nave. El 16 de enero de 2014 fundó Vox con otros exmilitantes del PP. Ortega Lara militó en el PP desde 1.987 hasta 2008, ¿es acaso un facha arrepentido?
No hay que perder la perspectiva de los hechos cuando se protagonizan algaradas en las calles contra una formación que, por respaldo electoral en Ceuta y por la significación que han tenido para la España democrática algunos de sus dirigentes, merece respeto, un trato diferente, al menos desde el Partido Popular, que parece haber perdido la memoria y sus señas de identidad. A los recién llegados a la política no cabe más que mantenerlos en su ignorancia palmaria... y supina.
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