A vueltas con la actual crisis que sufrimos con Marruecos, observo varias cosas.

La primera es aplicable solamente a España y en clave interna: a perro flaco todo son pulgas. No tenemos bastantes con pandemias y separatismos crónicos (que al igual que las enfermedades crónicas, reaparecen incluso más virulentamente cuando uno se deja de tomar la medicación. O cuando uno acude en lugar de a un médico, a un curandero).

La segunda, es que me viene a la cabeza que Ricardo de la Cierva decía en alguna ocasión que Marruecos siempre ha aprovechado la oportunidad que le han brindado las crisis internas españolas, para lanzar sus reivindicaciones. Y además, ubicaba en el norte de España dichos problemas. De la Cierva fue un historiador que llegó a ser Ministro de Cultura con UCD.

La tercera es que el país vecino está actuando con una arrogancia digna del que se sabe respaldado por el “primo de zumosol”. Y sobre esto me gustaría incidir un poco.

No sabría cómo calificar la postura española respecto del Sahara Occidental. Confieso mi desorientación, porque me parece recordar que España es Administrador del territorio a efectos de las Resoluciones de las Naciones Unidas, aunque hayamos renunciado de facto por el abandono del territorio. Por cierto, un poco hartos de los atentados cometidos por un grupo terrorista llamado “Frente Polishario”. Y si hemos abandonado el territorio a su suerte -aunque no entro en las razones-, ¿por qué seguimos insistiendo en algo que “parece” no tener nada que ver con nosotros?

Y a todo esto, Marruecos, por primera vez, consigue que alguien le reconozca no-sé-qué derecho a un territorio que nunca ha sido suyo. Y ese alguien ha sido nada más y nada menos que “El primo de zumosol”: el Tío Sam. Y ahora, el Majzén actúa con la arrogancia del que se sabe respaldado por la primera potencia mundial. Y como tal arrogante, pretende actuar con la posible amenaza de llamar al primo si algo le va mal. No en vano, el querido primo ya expresó en una ocasión su disgusto por que “una piedra” le hubiera amargado un fin de semana, en referencia al conflicto de Perejil. No olvidemos que, para el Tío Sam, el Majzén es su “socio estratégico” y España desde luego no. Y además España pertenece a la Unión Europea, que es rival económico de los Estados Unidos.

De paso sea dicho: me sorprende en esta ocasión que la Unión Europea no haya desafinado en su puesta en escena, como ha pasado en anteriores ocasiones.

Así pues, tenemos a un Majzén arrogante, sabiendo que nadie va a atreverse a decirle nada porque nadie va a querer enfrentarse con Estados Unidos.

Pues en eso estriba mi recomendación: alguien tendrá que explicarle a Biden y a sus estrategas de cuatro años de perspectiva, que Marruecos es un socio tan fiable como lo fue Somoza en Nicaragua o los Talibán en Pakistán. Al tiempo.