Grande Marlaska, el ministro del Interior del Reino de España, siguiendo las reticencias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado al respecto, agradeció pero descartó la pasada semana el ofrecimiento de la Agencia Europea Frontex para desplegarse en Ceuta, en su frontera terrestre y en sus aguas con motivo de la crisis fronteriza con Marruecos que ha tenido alta repercusión en la Unión Europea.

La Agencia de protección de fronteras europeas, con base en Varsovia cuenta con medios humanos y materiales ahora reforzados tras la apuesta de Bruselas que siempre ha visto cómo desde España se ha contado con ellos en determinados momentos específicos en el Estrecho, en Canarias y participa en determinadas acciones con Guardia Civil en países origen de inmigración. Frontex, con 5.600 millones de euros de presupuestos para los próximos años, está a punto de convertirse en el primer cuerpo armado y uniformado de la Unión Europea y se encuentra plenamente desplegada en el Mar Egeo.

Sus capacidades sobre investigación trasfronteriza, acceso a datos de carácter persona chocan con el propio trabajo de las fuerzas españolas que no desean perder su autonomía y sí se prefiere que sus operaciones conjuntas con los españoles pero bajo mandato español, se centre en operaciones en los países origen de la inmigración, como el actual despliege en Senegal.

La fortaleza española en el rescate marítimo y el control marítimo-fronterizo y sus propias capacidades, sigue siendo la verdadera razón para no ceder autonomía en la protección de sus fronteras, pero ahora, la nueva amenaza híbrida ya ejecutada por Marruecos atentando contra la integridad fronteriza europea en Ceuta, ha hecho que Frontex haya vuelto a presentarse ante el Gobierno español, como una posibilidad de ayuda en el despliegue de las propias fuerzas españolas, que han tirado incluso del Ejército para proteger sus fronteras y mostrando un equilibrio entre firmeza y labor humanitaria, de la que la propia Frontex estaría en entredicho en sus acciones en el Egeo.

En cualquier caso, Frontex, la UE y Bruselas ya se han ofrecido al Gobierno español. De momento, Marlaska ha declinado tal propuesta.