El secretario general de los socialistas ceutíes y portavoz de su grupo en la Asamblea de la Ciudad, acaba de tener ante sí la gran oportunidad perdida de hacer realidad aquélla propuesta electoral que hizo en la campaña de 2019:"Existe la posibilidad de que las familias de Ceuta puedan acoger en su seno familiar a MENAS".

 

 

Con tanta frivolidad, esta solemne proclama encarnando la política de hipocresía personal, envuelto en el engaño como mensaje electoral, ahora que llega esa gran oportunidad tras la invasión organizada de nuestras fronteras y los 1.500 menores no acompañados secuestrados por el gobierno sátrapa marroquí en colegios, Manuel Hernández, tiene la ocasión de acoger y no lo hace, dando ejemplo, llevando a su familia a algún MENA, pero pensará que el pasado se olvida y la indignidad también. La mentira es la gran frivolidad socialista, la herramienta de promiscuidad política deliberada y el ejercicio de amnesia a la carta.

 

 

El escándalo froterizo provocado por Marruecos, en cualquier país democrático le hubiera costado el puesto a su máximo dirigente por la presión internacional, por lo que supone de ruptura de legislación internacional: la inviolabilidad de las fronteras. Con una prensa controlada en el vecino país y un Parlamento que es la prolongación de su monarca todo está atado y bien atado.

 

 

En España, las ONGs y los progres han desviado la atención hacia el carácter humanitario de lo que es en realidad una provocación pacífica utilizando a menores y adultos como "escudos" humanos en una estrategia bien estudiada para pulsar la capacidad de reacción del gobierno español que ha sido extemporánea. Pedro Sánchez saltó a la palestra de defensa patriótica 48 horas después de la invasión. La Unión Europea fue muy contundente con tres mensajes: Ceuta es la frontera sur de Europa, no se iba a admitir chantajes y apelaba en tono amenazante, a los acuerdos de cooperación con el país alauita, insinuando que se le cortaba el grifo de las ayudas (quince mil millones eb los últimos años y su carácter de socio preferente para la UE).

 

 

El comportamiento abyecto de Marruecos, amparado en esa política errática de hechos consumados, no fue suficiente para los miles de ceutíes que se sienten españoles y comprueban la vulneración de sus fronteras, para echarse en masa a nuestras calles. Y cuando deberían hacerse notar desde la Plaza de África hasta Maestranza, sólo acudieron algunos cientos a la Plaza de los Reyes, insuficiente representación para lo que nos jugamos. No hay espíritu reivindicativo en Ceuta; solo enmarañamiento, conflicto para evitar que Vox con su máximo líder al frente, venga a decir fuerte y claro lo que algunos no quieren escuchar ni tienen el valor de exponer. Ahí sí son algunos muy sensibles, en vez de mostrar su genio contra Marruecos ese país con pobreza extrema, con retraso social, acostumbrado al chantaje para obtener ayudas, ejerciendo presiones y argumentos que las grandes potencias toleran.

 

 

El espíritu traidor que más representa a Marruecos en la actualidad es su apoyo a Israel en el conflicto de la franja de Gaza con la masacre contra sus hermanos o hermanastros musulmanes de Palestina, por venderse miserablemente al imperio de Estados Unidos a cambio del apoyo americano a sus intereses por el Sahara occidental. Un apoyo de Marruecos a Israel contra Palestina pagado a alto precio, que le enfrenta a la Liga Árabe y demuestra bien a las claras, su identidad y falta de escrúpulos anteponiendo sus intereses a la defensa de los hermanos árabes.

 

 

En las imágenes de Ceuta nos hemos quedado en la superficialidad: las muestras humanitarias, la excusa de la atención médica al líder polisario Brahim Gali para este conflicto (el mismo que se fotografió con Mohamed VI en 2017 en la Cumbre de Costa de Marfil, época en la que no debería ser tan asesino), y el deambular de ilegales por las calles de Ceuta, además de los MENAS que España ha de asumir por una legislación que se impone cambiar si no queremos ser el desagüe de las miserias marroquíes.

 

 

El enfoque de la situación lo dio la vicepresidenta primera del Gobierno de Juan Vivas, Mabel Deu en su comparecencia de prensa donde aportó todo lujo de detalles y dio respuesta a preguntas de toda índole: "Una invasión premeditada y organizada por Marruecos", dijo, además de aludir a las 4.400 llamadas telefónica recibidas de familias marroquíes preocupadas por sus hijos que habían sido secuestrados del colegio para montarlos en un autobús como si fueran de excursión a Ceuta o a ver jugar a Cristiano Ronaldo. ¿Cabe mayor atrocidad?

 

 

En este panorama de contrastes carentes de escrúpulos, sabemos del próspero imperio empresarial de Mohamed VI mientras sus nacionales mueren de hambre (con intereses en banca, seguros, turismo o telefonía, sin contabilizar sus múltiples propiedades). A todo este conjunto de tropelías hay que añadir un hecho relevante y preocupante: la inteligencia española busca delincuentes y yihadistas entre los inmigrantes llegados a Ceuta.  Además hay que evaluar las células desestabilizadoras para la paz social ceutí que se han podido infiltrar.

 

 

Que haya políticos como el imputado Mohamed Alí equiparando la presencia de Santiago Abascal de Vox en Ceuta como una muestra de darle la razón a Marruecos, es la perversión de la realidad: Marruecos con su comportamiento no ha hecho mas que demostrar que Vox llevaba razón cuando llamó la atención a la situación fronteriza y, quienes se tomaban a broma la construcción de un muro, ahora caeráen la cuenta que al vecino país hay que mantenerlo alejado y preservar nuestro territorio. Por cierto, ¿dónde está la frontera inteligente de la que nos hablaban los socialistas para Ceuta?

 

 

El tráfico de personas, la corrupción de menores, el secuestro de dos mil niños de la escuela y de la tutela de sus padres como utilización de "armas" de presión política, no solivianta a los progres que se quedan en la nimiedad de si viene Santiago Abascal a esta ciudad "abandonada" por el Gobierno de la nación como Fátima Hamed le dijo a Pedro Sánchez.

 

 

Si Ceuta no toma conciencia y se muestra valiente en la defensa de sus fronteras y su españolidad, si se quedan en la anécdota hacia la que algunos llevan intencionadamente a  la confusión, mal vamos. Hay que acoger con los brazos abiertos a quienes están dispuestos a defendernos, a quienes nos apoyen, a quienes den la cara por nosotros en los órganos institucionales. Lo demás, es quedarse en el chocolate del loro, en la anécdota, en la frivolidad y en la manipulación de un izquierda sumisa con los dictadores y sátrapas empeñada en inocularnos su ideología.