
Marruecos / Análisis
O Marruecos, o el caos. La afrenta contra España y Europa para desviar la atención de la crisis interna marroquí
El provocado éxodo con tintes de invasión de esta semana en Ceuta es sólo el colofón al renovado posicionamiento marroquí en el tablero mundial
Que Marruecos haya respondido a una afrenta española continuada desde que Pedro Sánchez situó a la derecha de 'su persona' como vicepresidente a quien defendió la autodeterminación del pueblo saharahui, y que tras varios episodios más haya culminado con la llegada, por la puerta de atrás y oculto en otra identidad, de Brahim Gali, líder fundador del Polisario -enemigo número 1 de Marruecos-, podría ser el argumento explicativo, y así se lleva analizando desde el principio, incluso reconocido por el propio gobierno marroquí -acostumbrado al engaño-.
Ceuta es sólo el colofón para medirse internacionalmente ante su vecino del norte -del que conoce su actual debilidad-. ¿Los hechos acaecidos esta semana es una simple reacción al acogimiento del dirigente del Frente Polisario?. La disposición por 'invadir' con población civil a la ciudad autónoma tiene un análisis mucho más amplio. (para otro análisis dejaremos el cómo se envió el mensaje, y con qué medios, de ir a 'conquistar' Ceuta).
El partenariado con Europa que mantiene a Marruecos como socio preferente proporciona grandes contrapartidas (euros) al régimen de Mohamed VI. Es el autodenominado 'Gendarme de Europa' y ese rol le otorga gran importancia, sabedor de que el viejo continente mantiene una mastodóntica, lenta y nada dinámica política unitaria. El Brexit ha sido una oportunidad en la estrategia diplomática marroquí que desde hace varios años ha avanzado en el campo internacional, logrando buena posición en el tablero. Londres es empleado como un nuevo equlibrio de fuerzas ante la UE.
La diplomacia marroquí, mientras España iba a lo suyo con sus crisis internas y Europa afrontando la salida del Reino Unido y las diferencias de criterio único con los países más al Este del continente, se ha venido posicionando cerca de potencias como Rusia y China -que ya invierten en el interior de Marruecos-; se ha acercado al régimen islamista de Erdogan, el turco (del que ha aprendido estrategia en las relaciones fronterizas).
Por el sur, Marruecos ha vuelto a retomar su puesto en la Unión Africana y afianza sus conexiones saudíes, Qatar, Emiratos... Aporta militares en Yemen, y se posiciona como socio fiable ante la gran potencia económica y armamentística norteamericana. En Whashington, Mohamed VI y su fiel y exclusivo núcleo duro, viene estableciendo desde hace un lustro trabajos tendentes a recabar apoyos de lobys -con una millonada invertida-.
Las retomadas relaciones con Israel es la moneda de cambio con la que la administración Trump ha reconocido la soberanía marroquí del Sáhara. De éste nuevo parteneriado, el Estado de Israel ve en Marruecos un país para la inversión, sobre todo teniendo el respaldo estadounidense que le dota de moderno armamento.
¿Qué le queda a Marruecos teniendo ya el reconocimiento de EEUU sobre la marroquinidad del Sáhara?... Europa. Para el régimen marroquí, este nuevo orden en el que lleva empleado todos sus recursos diplomáticos pasa porque Bruselas añada el mismo concepto norteamericano sobre el territorio, aún español, del Sáhara Occidental.
Alemania se mantiene firme al respecto (clarificador el silencio de Fracia); España no se pronuncia. Contra los germanos emplea tensión con políticas de gestos que Berlin trata con orgullo y cierto desdén; contra Madrid la situación es distinta. Cuenta con argumentos de presión política, territorial, económica y de seguridad. Lo de Brahim Gali fue la excusa.
En esta suerte de retorcida acción, 'o Marruecos o el caos', (con los nuevos amigos-socios internacionales), lanzarse contra España por acoger a un enemigo marroquí y empleando a Ceuta 'la ocupada' como peón en el tablero, tratando de unificar así el sentimiento de marroquinidad nacional, le sirve de paso para acallar, atenuar o eliminar la cada vez mayor contestación social y crisis interna que viene poniendo en peligro la estabilidad del régimen alauí.
Veremos por dónde le sale el tiro a Marruecos.
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