El que decía ser representante del colectivo de los argelinos del CETI (habla español) y que fue detenido por la Policía por orden de búsqueda y captura de un juzgado de Málaga, cuando pretendía acusar de unos hechos, poco sostenibles sobre agresión de los vigilantes a un compatriota argelino, ha quedado esta mañana puesto en libertad después de prestar declaración.

Este hecho, poco relevante por sí dados los antecedentes al respecto de situaciones parecidas, ha motivado su regreso al CETI y la recepción "casi con honores y con los razos abiertos" ha criticado algún sector de los trabajadores del Centro, del director, que sigue adoptando una postura hartamente complicada de entender para los que ven en sus acciones una suerte de complacencia extrema frente a las normas internas que rigen para el comportamiento y convivencia entre los residentes.

El director permitió el visionado de las imágenes de las cámaras del centro, por un incidente ocurrido a las puertas de la instalación, a varios residentes lo que ha llamado mucho la atención a los profesionales del propio centro de estancia, dado que la protección de datos impide tales procedimientos salvo por petición judicial o por causa de investigación policial.

De la evolución de los episodios generados por este incidente en la mañana de Año Nuevo queda por ver en qué queda la agresión que recibió una joven en la zona de Portuarios por un argelino que hubo de ser reducido por un grupo de ciudadanos hasta la llegada de la Policía y que fue, igualmente, el protagonista (dada su embriaguez) de un incidente con los vigilantes del CETI quienes, cumpliendo las normas, prohibieron su acceso y retiraron de las puertas de la instalación. El argelino perdió el pie por su falta de equilibrio ante el estado físico que padecía por la ingesta de alcohol y acabó precipitado por un terraplén. Este hecho sirvió para que el colectivo de argelinos acusaran a los vigilantes de agresión (que también se encuentra bajo investigación).