El servicio de limpieza viaria, adjudicada por la Ciudad Autónoma en 2013 a la unión temporal de empresas formada por la almeriense 'Lirola Ingenieria y Obras' y la ceutí 'Africana de Construcciones y Contratas' ha venido manteniendo sus instalaciones base en Benzú, en la ladera del mogote de cantera que aun perdura aunque escaso en aquella barriada exterior de la ciudad.

No han sido pocas las polémicas suscitadas entre los representantes sindicales por la afectación que les provoca la inhalación de polvo, o las piedras que caen. Circunstancias que han venido demandando desde el Comité de Empresa pero que mantuvo en USO el sindicato más activo en la petición.

El presidente del Comité de Empresa de Trace, el polifacético, Juan Gutiérrez exigía a la Admnistración que se involucrara en otorgar una solución a la demanda de los trabajadores, o al menos lo trataba soterradamente. Su empresa debía dar una respuesta aunque esperó a que el Gobierno de la Ciudad moviera ciertas fichas en zona portuaria (ampliación del muelle de Poniente) pese a no disponerse de terrenos libres.

Los intentos del Gobierno local de ofrecer un espacio viable en la ampliación del Muelle de Poniente para Trace han resultado negativos, por lo que los responsables de la empresa de limpieza viaria se ven en la necesidad de buscar un acomodo a su base logística, que situaría en el extrarradio de la ciudad. Se baraja la idea de una zona en el Serrallo donde asentar las nuevas instalaciones, próxima al vertedero de inertes. La Ciudad, lejos ahora de repetir tensiones de antaño con la adjudicataria, se posiciona colaboradora para las pretensiones de la UTE.