Obituario
Jorge V. Ávalos, se nos fue uno de los veteranos de ese periodismo ceutí de la vieja guardia
Era uno de esos que libreta en mano, o magnetofón en ristre, nos contaba los acontecimientos deportivos desde la década de los 80

Jorge Vicente Ávalos (Jorvys) nos dejó tristemente ayer y merece, al menos, que no pase desapercibido su adiós en esta sociedad actual del siglo XXI tan dada a no mirar atrás salvo para deterninados tipos de revisionismos entre quienes se irrogan el derecho de la manipulación permanente de su ensoñación histórica de la tozuda realidad, como que el literato español Leopoldo Alas Clarín "fue fusilado por el franquismo", escuchado ayer por boca del mismísimo ministro de Universidades del Gobierno de España.
Jorvis desarrolló su carrera periodística en Ceuta, su siempre amada tierra, allá por los ochenta. No sólo lo conocí y coincidí en esa época de una pujante comunicación deportiva. Él en el querido por entonces Faro de Ceuta, el decano, que cobijaba en sus instalaciones a plumas como la de Tony de la Cruz (padre) y otros tantos, y donde el periodismo se ejercía como notarios de una Ceuta pujante, y muy alejada del 'amarillismo', personalismo tóxico y exhalador de hiel que hoy en día ejerce ese vetusto rotativo.
Libreta en mano o magnetofón en ristre, este viejo compañero me vió crecer y asentarme en una profesión (antes limpia, sana, incluso ingenua) que ha sido y es mi vida desde los 18 años. Primero radio, luego prensa y televisión. Él también pasó por todos esos medios y tuve la fortuna de coincidir en 'El Pueblo de Ceuta' que dirigí con orgullo durante casi una década. Las charlas vitales de quien vivió su vida con, a veces duras experiencias, eran estimulantes. Incluso, en Marruecos, donde coincidimos en cierta etapa, algún partido de tenis en 'Marina Smir' por los noventa servía para que me apalizara deportivamente en una disciplina que amaba y practicaba con devoción. Eran esos tiempos en los que notables jugadores de la AD Ceuta se convertían en nuestros vecinos en esa privilegiada zona del vecino país, cuando era un lugar donde poder expandirse sin preocupaciones y sin tensiones, con una frontera todavía no viciada y un norte marroquí sin la explosión poblacional insostenible que eclosionó previo al cambio de siglo.
Jorge V. Ávalos, como así firmaba tanto como con su seudónimo extraído del Jorge y del Vicente, era un periodista dicharachero, hiperactivo, que se movía expléndidamente en ese intríngulis de la pujante información deportiva que emanaba en la muy activa Ceuta de los ochenta, en la que Juan Vivas era tesorero de la Agrupación Deportiva Ceuta y empezaba sus pinitos como personaje público en los medios de ese momento.
Hoy Jorge Vicente Ávalos merece ser recordado por aquellos coétaneos del periodismo ceutí, de los que ya en Ceuta quedan sólo presentes y activos menos que los dedos de una mano. Al menos yo lo hago con el cariño del recuerdo. El tiempo me va dejando atrás amigos, algunos eternos, viejos conocidos... consecuencia de haber empezado joven, muy joven y haber visto mucho, quizá demasiado de la evolución de este pueblo. Menos mal, que afortunadamente la memoria histórica es un activo personal, que hoy en día desvergonzadamente no se practica.
Jorge Vicente Ávalos, que la tierra te sea leve. Abrazos también al cielo, por si acaso. D.E.P.
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