Nada mejor que una visita al centro de trabajo “Oficina de Extranjería”, para observar cuantas personas empleadas son títeres de la inconsciencia de sus responsables con funciones directivas.  

Cuando en el Estado español, continuamos con restricciones a las libertades individuales, aceptando esto todos los ciudadanos como mal menor, en un escenario de miedo a la muerte física, social o económica, algunas trabajadoras y trabajadores viven una realidad enajenada de empatía y sentido de responsabilidad, en cuanto a su seguridad y salud y de los ciudadanos.

Que no se tome temperatura corporal a los trabajadores y ciudadanos en el interior del recinto, ni haya gel para la desinfección de manos ni un dispensador digital de hidrogel para los clientes, y se agrupen sin distancias de seguridad los administrados que acuden a la resolución de sus intereses, todo esto parece impropio de una Administración que tiene responsabilidades de promoción tanto en la salud pública como en la laboral.

Desde la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras, exigimos a la Delegación del Gobierno en Ceuta, que se corrija esta desviación de la norma estatal y local en plazo inmediato, los trabajadores de la Oficina de Extranjería deben tener las suficientes mascarillas de protección FFP_2 para atender al público, deben sostener las ratios asistenciales sensatos y realistas,  que eviten una exposición contraria a las normas básicas en materia de prevención de riesgos laborales.