A finales del pasado año, la diputada nacional de VOX por Ceuta, Teresa López, interpelaba al Ejecutivo sobre la falta de previsión para renovar los chalecos antibalas de los agentes de la Guardia Civil, por parte de la Dirección General del Cuerpo, tal y como denunciaba la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Un material suministrado en el año 2010 y que caduca a los diez años de uso.

López preguntó al Gobierno de España el motivo de la “falta de previsión” respecto a la situación generada con la caducidad de los chalecos del 2010, así como el motivo por el que no se estableció la renovación de los mismos en el número suficiente “para impedir la falta de chalecos que se produce ahora, e incrementar los de dotación individual”. El Gobierno afirma haber tramitado un expediente plurianual para la adquisición de este material”, superior a 25.000 unidades.

“Está previsto que en la primera mitad del año 2023 se cuente con un número superior de 58.000 chalecos antibalas de Seguridad Ciudadana”, afirma el Ejecutivo. Ello provoca que desde la caducidad de los chalecos hasta la llegada de los nuevos, los agentes de la Benemérita dispongan de un material que no está en óptimas condiciones, no cumpliendo así con lo solicitado por parte de la AUGC, que exigía “la protección de la integridad física de todos los agentes con un equipamiento suficiente y adecuado para sus funciones”.