El PSOE de Ceuta siempre ha sido un foco de conflictos internos. Los hubo con Fraiz, tambien con Carracao y siguen existiendo con Manuel Hernandez. Ni Sandra López, ni Pablo Nuñez, ni Nuria Miaja, ni Antonio Gil, ni tantos otros guardan buen recuerdo del actual secretario general, que ha creado divisiones internas.

El mismo que dijo que Juan Vivas "estaba amortizado" politicamente, ahora le da oxigeno con un pacto de traición para sus propios militantes, o sea, una anomalía politica de Hernández. Quien parecía abominar al PP ceutí ahora se alía con él sin ningún empacho, olvidando ideología, principios y lo que haga falta, porque hay que tener mucho estómago para pactar con el adversario politico más atroz, sin renunciar a los principios ideológicos, sin el menor rubor. O sea, una anomalía politica más.

A este  PSOE, con Pedro Sánchez en desvarío continuado, hay que unir la pérdida de identidad socialista, cuando la O de Obrero (lo de Español con Pedro Sánchez haciendo mutis por el foro con las últimas algaradas callejeras y pactando con independentistas, se da por liquidado), se pone en cuestión cuando Juan Gutiérrez, el número 2 de la lista socialista en la Asamblea y recaudador, sí recaudador de votos para Hernández, mercadea en Trace ejerciendo de miembro del Comité de Empresa, "cambiando" puestos de trabajo de personas en precario por afiliaciones socialistas. Otra anomalia democrática más. Y sin hablar de sus audios via mensajes al personal de Trace, que también los hay, no nos olvidemos.

En esta vorágine de despropósitos, sin escrúpulos, sin el menor recato, Manuel Hernández, desde su Mediocracia personal, se hace la foto con quien él mismo calificó como un fracasado de la politica local, (Juan Vivas), con una justificación tan estúpida como su propia forma de comportamiento: salvar a Ceuta (¿ o salvar al PP?). Nueva anomalia democrática de un PSOE  a la deriva que provoca verguenza ajena.

Manuel Hernández ha llevado a su partido a la pérdida de identidad. A un sesgo de confirmación que se ha "fabricado" a su imagen y semejanza de la que quiere hacer partícipes a quienes se dejen engañar.

No podía hacerse ni a propósito que PP y PSOE le estén haciendo, de largo, ellos solitos la campaña a Vox. Luego querrán atacarle por ese señuelo tan burdo como inverosímil y nada creíble a estas alturas de la convivencia lesionada, cuando los del bipartidismo están dando ejemplo de cómo hay que ejercer el poder desde el desvarío, la incoherencia y la anomalía democrática. PP igual a PSOE y viceversa, es la perversión del sistema, la anomalía democrática a la que Manuel Hernández ha llevado a su partido, que pagará bien caro en las urnas. La felonía, la traición, no se olvida. Las siglas socialistas y la ideología, Manuel Hernández las ha machacado él solito. De ahí, la anomalía democrática de la que le acusamos. Claro que, en cuestión de nula credibilidad en cuanto dice y hace, tiene su mejor ejemplo en su líder Pedro Sánchez al que emula al pie de la letra. Un alumno aventajado del gran fraude electoral. Por sus hechos les conoceréis, decía el mensaje bíblico que cumplen hasta los ateos. Otra anomalía más, ésta de conciencia, que se une al comportamiento deleznable.

En la actualidad, se está escribiendo una de las peores páginas del socialismo ceutí, aliado con sus antípodas políticas sin ningún recato, en vez de realizar una oposición decente y dejar caer a un PP decrépito.  Y sin embargo, Hernández le da el salvavidas a Vivas, tan complaciente como ingrato con sus siglas e ideología, por intereses espurios que él sabrá. Los socialistas de convicción deben sentirse tan decepcionados como cualquier elector que ha visto como su voto ha ido a la basura, perdón, al PP. Divertido ¿no?. Ya saben "la politica hace extraños compañeros de cama" pero, en este caso, es una forma de prostituirla vilmente. Una anomalía más de Manuel Hernández. Y van...