Fuentes del sector sanitario mantienen "sospechas fundadas" sobre que el director territorial del Ingesa, el gerente, y los directores médicos, de enfermería..., así como un "cupo de algunas decenas de admnistrativos" de la institución sanitaria, se habrían visto beneficiados de la inoculación de la primera de las dosis y, en breve, de la segunda, de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus. "Algo que no ha sucedido con sus homólogos territoriales de Melilla", apuntan fuentes sindicales y del sector sanitario destinado en el Hospital Universitario de Ceuta.

De hecho, ante este situación, CCOO el sindicato más activo, ha dejado un margen de una semana para que el director territorial, Jesús Lopera reaccione y dé cuenta de la veracidad de estas circunstancias, que el sindicato consideraría una "manifiesta irregularidad" en aplicación de los protocolos de la Estrategia de vacunación diseñada para afrontar el Covid19. El sindicato ha pedido que Lopera dé el paso antes de lanzarse a pedir su dimisión, cosa que ocurrirá la próxima semana si no hay noticias al respecto.

Se ha sumado CSIF en estas denuncias, pero no se han pronunciado con rotundidad ninguna formación política en la ciudad autónoma. Ni PP, que no ha quiere entrar en este hecho, ni PSOE que débilmente ha asumido la necesidad de transparencia en un reciente comunicado de prensa en el que se refería claramente a la postura de la Federal socialista sobre estas cuestiones (marcando alguna distancia con la Delegación del Gobierno, responsable último en Ceuta de todas las entidades de la Administración General del Estado, y por tanto, del Ingesa en Ceuta). Pero tampoco se ha oído a otras formaciones del arco parlamentario de la Asamblea que tan vehemente se pronunciaron con el famoso 'Caso Guerrero'.