El ya exconsejero de Sanidad, Javier Guerrero, ha realizado su entrevista más íntima en el ente público RTVCE, en la que ha valorado su paso por la Consejería de Sanidad y su dimisión tras el polémico asunto de las vacunas. Guerrero continúa sosteniendo que no ha hecho nada ilegal, puesto que cuando se puso la vacuna estaba “gestionando la pandemia en primera línea”.

“Yo no era un consejero sentado, no soy un jeta, estaba gestionando en primera línea la pandemia y además soy personal sanitario”, ha recordado Guerrero, quien se ha puesto hoy la segunda dosis de la vacuna. “Yo estaba en las barriadas, en el centro, en los pabellones con los inmigrantes... Trabajo como médico, soy asistencial...”, ha añadido, lamentando que pese a ello ha sido “condenado” por determinados sectores.

Una dimisión que le deja una sensación “de vacío” por verse obligado a “dejar las cosas inacabadas”. “Yo le he dado muchas vueltas y he llegado a la conclusión de que mi única equivocación ha sido ser honesto y honrado, quizás tenía que haber tenido más mala uva, más mala leche... Pero me considero una buena persona”, ha explicado Guerrero, quien no descarta volver a la política (incluso desde otra formación), aunque “no sé si llegaré a algún sitio precisamente por eso, porque tengo buenos principios”.

Una característica que no siempre define a los políticos y es por ello que ha lamentado que haya “algunos partidos” que se hayan aprovechado “para sacar rédito político” de esta situación, lo que puede provocar “un daño a Ceuta”. Otro sector que tampoco lo ha arropado es determinado grupo de periodistas, sobre todo a nivel nacional: “Hay hienas en el periodismo que no constatan las noticias y no saben de qué están hablando y estas personas intentaron destruirme”.

Una destrucción que estaba afectando a Ceuta y que es la razón de su dimisión. “He dimitido por el bien de Ceuta, por la imagen que se estaba proyectando de mi ciudad”, ha reconocido. Guerrero no ha querido despedirse sin agradecer el apoyo recibido por parte de los ceutíes, de su Consejería de Sanidad y de, especialmente, dos personas: “Me he sentido muy solo, no veía buenas caras a mi alrededor, pero siempre han estado a mi lado mi mujer y mis hijos, y Mabel Deu”.