Nada empuja más el voto de VOX que cada palabra y cada acción del Gobierno social comunista que ahora rige en España. Cada vez que abren la boca con sus radicales propuestas, cada acción con la que vulneran los intereses generales de la ciudadanía, son votos para VOX.

Entender el por qué de ese empeño, no es fácil. No dé una respuesta rápida. Piense que si la intención fuese acabar con el PP, eso sería como cambiar un perrito de agua por un león. A la izquierda no le interesa que VOX sea su principal adversario político, tanto el PSOE como Podemos, filoetarras y separatistas se llevan mucho mejor con el PP que con VOX. De hecho, con unos se ven en los pasillos del Congreso y con los otros en los de los juzgados.

Me resulta difícil creer que solamente es fruto de la estulticia de los personajes que capitanean la izquierda. Pensar en esto es obviar que controlan la mayoría de medios de comunicación, son astutos, taimados y duchos en estas lides.

Resulta más convincente y más acorde a los hechos, concluir que el odio visceral y terror que tienen frente a un partido que demonizan, les hace perder el control de sus declaraciones y acciones, que a la postre, solo contribuyen a afianzar a VOX como único partido capaz de hacer frente a todas las barbaries que se están realizando en nombre de la progresía.

El porqué VOX se ha erigido como la respuesta ante los acontecimientos políticos que hastían y colman la paciencia de cualquiera, no solo es por el abandono ideológico del PP en aras a la progresía y su deslegitimación por la política practicada, sino también porque han surgido nuevos problemas y necesidades que solo en VOX han sabido dar respuesta clara y contundente.

Frente a la inmigración ilegal y descontrolada, un Estado de Derecho firme que haga prevalecer la ley, que planifique las necesidades laborales, que proteja nuestro sistema de salud pública, nuestro sistema de pensiones, de ayudas sociales.

Frente a las amenazas de desmembración del Estado, la centralización de competencias, la ilegalización de partidos que promueven la destrucción de España, la actuación del poder judicial, el socorro inmediato de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Frente a la programación social sectaria, una educación pública con un único plan nacional, la protección de la diversidad de opiniones, evitar la culpabilización sistemática, la defensa de la familia y la maternidad.

Si no existiera la radicalización y totalitarismo de la izquierda, VOX también existiría, pero con menos fuerza. De cualquier forma, VOX se ha erigido como defensor de ideales que han sido abandonados por el PP, quien se ha camuflado tanto con el inexistente centrismo, que ahora es prácticamente una izquierda moderada.

Jorge Uriel Gómez