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Redacción
Sábado, 08 de Diciembre de 2018
Inmigración

Dos casos de agresión a trabajadores del CETI en los últimos diez dias

Un argelino fue reducido de inmediato al intentar ahogar a una DUE y un subsahariano agredió a un vigilante este miércoles

Con casi 230 trabajadores en el CETI y, en estos momentos, 604 inmigrantes residentes en el Centro Temporal de Estancia, la seguridad ha sido "insultantemente" puesta en entre dicho por un representante de UGT, han afirmado fuentes del Centro que prefieren guardar la protección del anonimato.

 

El representante del sindicato que ha afirmado con "incongruencia" que no se aplican los protocolos de seguridad "pretende que cada trabajador disponga de una escolta dentro del CETI". Son 230 trabajadores, recuerda.

 

"Se supone que los inmigrantes que llegan han alcanzado su 'boza', su libertad, y desde luego no son peligrosos", continúa esta fuente explicando su versión- "Lo cierto es que hay de todo pero no se puede tener un discurso bondadoso al tiempo que otro alarmante"... "O una cosa o la otra".

 

Extranjero violento y libre por las calles

En el caso de la agresión a la enfermera. Un argelino intentó ahogarla, la atuación de respuesta de la seguridad fue inmediata "si no estaríamos hablando ahora de una desgracia". Al argelino se le redujo y se le esposó de inmediato y se puso a disposición del Cuerpo Nacional de Policía que realizó las oportunas diligencias. Otra cosa fue la disposición judicial en este asunto. "Hay en libertad un extranjero violento autor de una agresión por las calles de Ceuta".

 

Ataque a un vigilante

No ha sido el único caso. La Dirección del CETI pasa por ser demasiado blanda y no aplicar los protocolos que están previsto. El pasado miércoles un vigilante de seguridad recibió un fuerte puñetazo en la cara que le produjo lesiones y ha pasado desapercibido por prensa y acallado por la Dirección. Al inmigrante, un subsahariano, se le ha mandado como castigo a un taller para reflexionar. El Vigilante lesionado denunció el hecho y queda pendiente de lo que dicte el juez. "Al paso que van las cosas, lo normal es que al subsahariano no le pase nada, aunque al vigilante la lesión le haya producido alguna secuela".

 

La situación en el CETI es la que se vive en las últimas semanas. Preocupación por la laxitud judicial ante hechos violentos ocasionados por internos extranjeros y más de 200 trabajadores expuestos por la excesiva bohomía y bondad del director del Centro... "Esto no es la Cruz Roja", le recuerdan alguno de sus trabajadores.

 

 

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