Martes, 04 de Noviembre de 2025

Actualizada Martes, 04 de Noviembre de 2025 a las 13:48:32 horas

Redacción
Martes, 20 de Noviembre de 2018
Viernes 23 a las 18.00 horas

Lázaro Albar presenta este viernes en el colegio de 'La Inmaculada' su nuevo libro

El libro del secretario de oraciones de la Diócesis cuenta con el prólogo el obispo Rafael Zornoza, y consta de 84 oraciones inspiradas en la naturaleza

Lázaro Albar Marín es un jerezano de pro, nació en los años 50 del siglo pasado, estudió bellas artes en Santa Isabel de Hungría, Sevilla; vendía cuadros y exponía. Llevaba una vida normal de cualquier amante del arte. Pero un día pensó que sentía la llamada de Dios e ingresó en el seminario, se ordenó sacerdote se licenció en teología y posteriormente se doctoró en teología espiritual por el Teresianum de Roma. Actualmente es el Vicario para Bahía La Janda, y máximo responsable del Secretariado de Oración de la Diócesis de Cádiz y Ceuta

 

 

Desde el inicio de sus estudios teológicos se destacó por especializarse en la oración y eso le llevó a toda una vida dedicada a ello.

 

Ha escrito 17 libros, producido diverso material audiovisual, y dirigido centenares de retiros espirituales. Lo que le ha convertido en una referencia nacional a la hora de hablar del diálogo con Dios.

 

En plena madurez espiritual, ha decidido elaborar un libro diferente, donde ha pasado del papel docente al papel orante, amante; un reto que no le ha sido difícil asumir, pues abrir su corazón al mundo para ayudar a descubrir a Dios es su vida.

 

El libro, prologado por el obispo Rafael Zornoza, consta de 84 oraciones inspiradas en la naturaleza acompañadas por dibujos propios o fotografías personales o de amigos, reservando un hueco final donde anima al lector a realizar la suya.

 

El texto goza de una excelente crítica realizada por el catedrático de literatura, José Antonio Hernández Guerrero que puede ver en http://www.obispadocadizyceuta.es/2018/10/29/una-amable-invitacion-para-que-disfrutemos-de-la-belleza-de-las-cosas-buenas/

 

Ahora, este próximo viernes 23 de noviembre a las 6 de la tarde, en los salones del Colegio la Inmaculada, después de haber sido un éxito en la Bahía de Cádiz, donde él proviene, aprovecha un viaje como máximo responsable del Secretariado de Oración de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, para presentar y firmar su libro a aquellos que estén dispuestos a oír su voz.

 

ENTREVISTA

Desde sus orígenes, el ser humano siempre ha tenido una necesidad de conectar con algo supranatural. Sin ir más lejos, su libro se titula “Naturaleza Espiritual”. Para usted, ¿es Dios algo más allá de la naturaleza o es la misma naturaleza?

 

Dios no se identifica con la naturaleza, Dios es su Creador y la naturaleza es su creatura. Toda la Creación expresa el amor y la belleza de Dios. Toda la naturaleza habla de Dios, pero para ello se necesita una mirada de fe que va más allá de la mirada física, hace falta mirar con “los ojos iluminados del corazón” (Ef 1,18), como nos dice san Pablo. Si una flor es perfecta en su forma, colorido y aroma, ¿cómo será la belleza y la perfección de su Creador? Esto es lo que intenta descubrir este Cuaderno Espiritual, introducir al lector en una aventura a través del encuentro con la naturaleza.

 

¿Qué es para usted la oración? ¿Un diálogo? ¿El silencio? ¿La meditación?

La oración es mi vida, no entiendo una vida sin relación con Dios, Dios es el todo de mi vida. Esto es una experiencia vital y afortunada, un don que abre puertas a la transcendencia. La oración es diálogo con Dios, pero en todo diálogo hay palabra y silencio, en la oración es más importante lo que escucho a Dios que lo que yo pueda decirle. En la oración el protagonista es siempre Dios, Él que nos ama hasta un amor de locura, hasta dar la vida por nosotros, hasta un amor que llega al extremo como podemos ver en la persona de Jesús, el Hijo de Dios.

 

La meditación es reflexión sobre la Palabra de Dios, sobre algún acontecimiento de la vida, sobre lo que un árbol, una montaña o una flor pueda decirte; o lo que te interpela el mendigo, el transeúnte, el enfermo o el que padece la violencia. La meditación te pone en movimiento de respuesta y compromiso, la meditación cristiana te lleva a tender la mano al necesitado, a poner de tu parte para levantar lo que está derruido. Y al reflexionar sobre la naturaleza ves que ella te habla de Dios y de ti mismo, hay algo de ella que tiene que ver contigo.

 

Pero hay más, todo esto va más allá en la contemplación, donde tú miras, haces silencio, espera y escucha, en su momento Dios te dirá algo y te transmitirá una sabiduría que bien sabes que procede de Él. Entonces descubres un mundo nuevo.

 

Preguntar por usted en entornos eclesiales, es tomar conciencia de que es considerado un hombre de Dios, un sacerdote algo especial. ¿Está usted de acuerdo con esto?

Dios me ha hecho un regalo muy grande, el primero hacer Bellas Artes, mi vida era el arte y la pintura, pero de pronto Dios me llamó al sacerdocio teniendo una experiencia fuerte de encuentro con Él, entonces pensé que más importante que pintar un cuadro es dar color a tantas vidas grises o negras, tantas vidas destrozadas, tanta gente rota, tanta gente herida, que necesita ser curada, sanada, rehabilitada y sobre todo que encuentren dónde está la fuente de la vida. Creo firmemente las palabras de Jesús: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6), hice la especialidad en Teología Espiritual obteniendo el Doctorado con la tesis sobre “Caminos de Oración para el siglo XXI. Pastoral de la oración cristiana”. Así que llevo 36 años impartiendo cursos de oración y de espiritualidad. La espiritualidad es lo que sostiene mi vida.

 

Sin embargo, no dejará de reconocerme que durante su larga trayectoria se ha convertido en una referencia nacional sobre la oración. Usted ha acudido a los más diversos lugares del mundo para formarse y para dar conferencias y retiros ¿Ha encontrado alguna diferencia entre las espiritualidades de un sitio u otro?

Cada persona es un mundo y cada persona es un misterio, Dios entra en el corazón de quien le abre sus puertas. He tenido contacto con la espiritualidad hindú, musulmana, judía, he impartido Ejercicios Espirituales por muchas provincias de España, a sacerdotes, laicos y religiosos, soy un enamorado del mundo de los iconos por su simbología, colorido, espiritualidad, e intento y  hacer una lectura de ellos aplicándolos a la vida. He tenido maestros hindúes y judíos convertidos al cristianismo y carmelitas descalzos que beben de las fuentes de la espiritualidad de san Juan de la Cruz, de santa Teresa de Ávila y de otros santos del Carmelo. Casi mensualmente imparto un retiro ayudado por La Fraternidad Velad y Orad que nos dedicamos a promover la oración y la espiritualidad en nuestra Diócesis. Intento estar al día de las novedades bibliográficas en el campo de la espiritualidad.

 

Usted es buen conocedor de Ceuta. La ha visitado muchas veces y ha vivido cerca de ella durante varios años ¿Cree que la convivencia interreligiosa de Ceuta le da una idiosincrasia particular?

Todas las religiones tienen cosas buenas, de todas se puede aprender algo, pienso que el diálogo interreligioso es importante, pero Jesús encargó a su Iglesia: “Id a todo el mundo y haced discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado, y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,19-20). Me siento profundamente cristiano, católico, con un gran amor a la Santísima Trinidad y a la Virgen María, y amo a la Iglesia que tanto me ha dado, para mí la comunión en la Iglesia es tierra sagrada, porque Jesús dice: “Padre que ellos también sean uno, como tú y yo somos uno, para que el mundo crea que tú me has enviado” (Jn 17,21).

 

Durante muchos años he ido dos veces a Ceuta a dar un curso de iniciación a la oración y otro de profundización, ayudado por la Fraternidad Velad y Orad. Siempre ha sido una fuerte experiencia de Dios. En Ceuta hay mucha hambre y sed de Dios que solo lo puede calmar la espiritualidad de un encuentro con Cristo.

 

¿Los problemas religiosos están abocados a un conflicto, a un enfrentamiento?

Quien conecta con el Dios verdadero está llamado no a la división y el conflicto, sino a la paz y a la comunión. La misión de la Iglesia es evangelizar, como nos decía San Pablo VI: “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar, es decir, para predicar y enseñar, ser canal del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios, perpetuar el sacrificio de Cristo en la santa Misa, memorial de su muerte y resurrección gloriosa” (EN 14). Y evangelizar es hacer discípulos del Señor, anunciar la Buena Noticia de que Dios nos ama con locura, como nos dice el profeta Oseas “Mi corazón está trastornado y a la vez se me estremecen mis entrañas” (Os 11,8),  y que quiere que todos lo conozcan: “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tim 2,4).

 

Sin embargo, el cristianismo no es compatible con la práctica de otras religiones ¿Es posible el sincretismo?

No, el Evangelio de Jesús es único y él bien lo dice “quien no está conmigo, está contra mí” (Mt 12,30), él se confiesa como la Verdad, y nos dice: “la Verdad os hará libres” (Jn 8,32). En todas las religiones el hombre busca a Dios, en el cristianismo Dios sale al encuentro del hombre, de ahí que Cristo sea el Dios encarnado, de doble naturaleza: divina y humana.

 

Usted ya es un autor consagrado en estas lides ¿Qué le ha llevado a escribir un nuevo libro que además es muy distinto a los ya escritos?

Una noche me desperté a eso de las 3.00 h. de la mañana y sentí la llamada a escribir “Quiero ser como una montaña”, y hablando con Dios escribí esta oración; después seguí durmiendo y sobre las 6.00 h. me desperté y me vino la idea de escribir “Quiero ser como un río”. Y así comenzó esta aventura hasta llegar a las ochenta y cuatro oraciones contemplando flores, árboles, lagos, cascadas, etc. De lo que me ha brotado un mayor conocimiento y amor a la naturaleza y a recapacitar lo perfecto que es Dios. Pensé que las oraciones tenían que ir acompañadas de una imagen, y un día un gran amigo, Jorge Uriel Gómez, que me ha escrito la presentación, me vino con un dibujo que podría acompañar a la oración “Quiero ser como un olivo milenario”, era un dibujo sacado de internet y pensé que esos dibujos los podría hacer yo. Y de ahí brotaron uno y otro, con algunos dibujos de iconos donde algunos elementos de la naturaleza hacen referencia a la vida de Jesús. De ahí su originalidad y creatividad, la imagen, el dibujo y la oración son una llamada a la meditación y la contemplación, para interiorizar y dejar que Dios te hable.

 

Están de moda diferentes métodos de relajación, meditación, contemplación. El Yoga, Feng Shui, Reiki son actividades que hoy día se frecuentan. Sin embargo, la oración cristiana cada vez se practica menos. ¿Por qué cree que ocurre esto? ¿Ha quedado trasnochada?

La oración cristiana nunca puede quedar trasnochada, no hay nada igual, es una relación con un Dios personal, la oración cristiana y sus métodos va más allá de todo lo que puede ofrece el mundo, lo que busques fuera la Iglesia lo tienes dentro, a un nivel más sublime y elevado, pero hace falta maestros de oración y guías espirituales. Hay mucha gente que reza, pero orar va más allá, hace falta pasar de hacer oración a ser orante, a mantenerse en la presencia de Dios en el día y en la noche. Es el Espíritu Santo quien viene a orar en nosotros, porque nosotros no sabemos orar como conviene (cf Rom 8,26). La oración es un don de Dios pero también es una tarea, a nosotros se nos pide la perseverancia, como nos dice Jesús: “Orad siempre, sin desfallecer” (Lc 18,1).

 

¿Se evangeliza con la oración? ¿Se propaga un mensaje cristiano con la oración o es una adaptación a los métodos orientales?

La oración cristiana tiene rasgos orientales y occidentales. San Juan Pablo II decía que la Iglesia debía de respirar con los dos pulmones, el de Oriente y el de Occidente. A donde no llega el evangelizador llega la oración, a donde no llega el evangelizador llega el Espíritu Santo. La oración es tan importante para el evangelizador como la misma respiración para vivir, si te falta el aire mueres, pues si te falta la oración te falta el aire de Dios, la vida de Dios para evangelizar y sin el Espíritu de Cristo no puedes evangelizar. El Evangelizador tiene un fuego de amor en su corazón avivado por el Espíritu Santo, la oración aviva ese fuego, pero sin ese fuego el evangelizador está muerto, no puede decir nada.

 

El refranero español nos dice que “A Dios rogando y con el mazo dando”. ¿La acción es diferente de la oración? ¿Es lo mismo? ¿Una manera diferente de rezar o causa y efecto de la oración?

Una sostiene a la otra, oración y acción van de la mano, no pueden separarse. Desde el momento que se separan, ya la oración como la acción dejan de ser cristianas, san Ignacio de Loyola hablaba de “ser contemplativos en la acción”. La oración se lleva a la vida y la vida a la oración. No creo en ningún apostolado o acción cristiana que no esté respaldada por la oración, porque quien ora en Cristo hace como Cristo. La acción cristiana lleva el sello del amor de Cristo.

 

Usted ha dicho multitud de veces que la oración hace feliz a las personas ¿Es un tesoro por descubrir?

Dios es un misterio de amor inabarcable, insondable, Dios es inmensidad, en la medida que más se sumerge uno en ese misterio más pequeño uno se ve y más grande Dios. Te puedes quedar al pie de la montaña y ver muy poco, pero si subes a la montaña de la oración cada día verás nuevos paisajes y nuevos horizontes, la vida es un subir de montaña en montaña, a veces la montaña es maravillosa, es el monte Tabor donde Cristo se transfiguró; pero otras veces la montaña es muy dura, es el monte Calvario, tanto una montaña como otra son lugares de santificación, un misterio de amor que no podemos llegar a comprender pero que la fe lo penetra y toca el cielo. La vida de oración se mueve entre estos dos montes del dolor y de la gloria.

 

Orar cada día, cada instante, en soledad o en comunidad, es una aventura apasionante porque Dios siempre está por descubrir, Dios cada día nos sorprende, no hay mayor felicidad que la experiencia de Dios.

 

¿Descubriremos un tesoro en su libro?

Creo que sí, cada flor, cada árbol, una estrella, el mar, el río, todo me habla de Dios, todo es un tesoro que lo descubre y lo disfruta una mirada de fe, por eso el Reino de los cielos es semejante a aquel que encuentra un tesoro y de la alegría que recibe vende todo lo que tiene y compra el campo donde está el tesoro (cf Mt 13,44). Nada es comparable con el tesoro de la experiencia de Dios, y la oración hace posible lo imposible. Tú, leyendo este libro se te pueden abrir los ojos y descubrir un mundo nuevo que colme tu corazón.

 

Cuando de nuevo coja el barco de regreso. ¿Qué cree que quedará en sus pupilas de esta visita a Ceuta?

La huella de Dios, el testimonio de un pobre hombre que quisiera ser cada vez más pobre ante Dios y sembrar en los demás lo que Dios pone en mi corazón. Sembraré hambre y sed de Dios.

 

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