Hoy he visto a varios militares patrullar por uno de los pequeños pueblos de Castilla y León en el que residen apenas cien vecinos. Es una patrulla del Regimiento Farnesio n.º 12 de Caballería con base en Santovenia del Pisuerga, provincia de Valladolid. Cumplen así el mandato del Gobierno sobre el despliegue de las Fuerzas Armadas a nivel nacional dentro del estado de Alarma decretado por la pandemia del coronavirus.

Mientras esto sucedía, en otro lugar de España muy alejado de la patrulla del Regimiento Farnesio también se desplegaban militares de Regulares y la Legión. En concreto lo hacían en Ceuta, para patrullar por el vallado fronterizo en apoyo a la diezmada Guardia Civil, que realiza, con gran esfuerzo, un control efectivo sobre la frontera terrestre del Sur de Europa.

Es la noticia de hoy, pero hay otras que vamos dejando atrás y que tiempo habrá de analizar. Analizar lo sucedido, lo que sucede y lo que sucederá, desde los pueblos más pequeños de España hasta sus fronteras internacionales. Debemos hacerlo por una cuestión de supervivencia personal, económica y democrática, si no, tanto esfuerzo de ahora no habrá servido para que al final no se nos vaya todo al carajo.

Tiempo habrá para hacer exámenes “post-coronavirus” a la política, la economía, el periodismo y todo lo que sea necesario. Algunos ciudadanos a quienes les da lo mismo lo que suceda en política, economía o periodismo deberían dejar de hacer de Heidi bajando por la montaña felices y dando grititos para tomarse en serio eso de que “juntos saldremos de esta”, seguirá vigente hasta que hagamos un gran país con ciudadanos grandes.

Gestiones nefastas, mentiras publicadas con titulares falsos, robo de dinero que dejaría pequeña aquella cantidad del “oro de Moscú”, y tantas otras cosas…

Sobra soberbia política y falta visión de futuro. Sobra palabrería de "amor a España" y faltan hechos que lo demuestren como buenos ciudadanos dentro de una democracia sana.

Salir a los balcones en plan Pavarotti me parece genial, pero prefiero esperar a conocer qué va a pasar cuando esa misma gente de los balcones salga a la calle como ciudadanos de una de las grandes naciones de Europa.

Hemos demostrado ser muy inteligentes con los memes, vídeos diversos, e imaginación cachonda para pasar el tiempo. Pero eso es coyuntural. Demostremos a la generación del futuro que estamos con ellos con lo mejor de cada uno de nosotros, de la misma manera que a los que nos han dejado no les vamos a olvidar. El virus podrá quitarnos la vida, pero no la convivencia ni una democracia de calidad para el futuro. El bicho morirá, pero deberemos reconstruir un Estado democrático mejor.