El Covid19 y la forma en la que se está ensañando en la población, ha servido para sacar a la luz el 'fascismo de izquierdas' de que hace gala el gobierno socialcomunista de Sánchez/Iglesias. Pero, qué es el fascismo de izquierdas, habida cuenta de que el término FASCISMO ha pasado de ser una palabra polisémica a directamente un 'totum revolutum' semántico que se utiliza ya como recurrente coletilla para señalar a todo aquel que piensa y razona de manera diferente de la izquierda ideológica.

Monárquicos, liberales, derecha clásica, centro derecha, incluso una pequeña parte de la socialdemocrácia, TODOS son fascistas y a todos se les coloca en un mismo cajón desastre: el del fascismo, sin más.

El fascismo de izquierdas es un término político y filosófico. Gestado tras la caída del muro de Berlín cuando el comunismo se quedó sin su único argumento, el de la lucha de clases al haber fracasado estrepitosamente su concepción marxista del mundo.
 

La filósofa Hannah Arendt dio en su obra Los orígenes del totalitarismo al concepto de "totalitarismo" un fundamento teórico y describió el paralelismo entre el Nacional Socialismo, el Estalinismo y parcialmente el Maoismo. Ahrendt no les llamaba "fascistas" sino "totalitarios".

'' Que el fascismo de izquierda le haya gustado presentarse como comunismo, era una trampa para moralistas. Mao Tse Tung nunca fue otra cosa que un nacionalista chino de la izquierda fascista, que en sus inicios hablaba con la jerigonza de la Internacional Comunista de Moscú. Comparado con la placentera exterminación promovida por Mao, Hitler parece un cartero raquítico. La comparación entre monstruos no resulta agradable' decía la filósofa alemana.

El politólogo Sloterdijk caracteriza en su obra "Zorn und Zeit" (2006) al "fascismo de izquierda" como el "juego verbal dominante" de la nueva Izquierda [tras la caída del Muro de Berlín] y enumeró sus características básicas: subyugación a un líder, colectivismo, desconfianza del individualismo, Pluralismo social, monopolización del espacio público y los medios a través de la propaganda del partido.

Y es aquí donde hay que pararse. En la Propaganda.

Este gobierno socialcomunista ha ido gestionando las paulatinas fases de su estrepitoso fracaso en la gestión del Covid19 a través de un formidable aparato propagandístico. Ha ido lanzando a través de sus medios de comunicación afines y lacayos una serie de mensajes y pautas simplistas, directos, repetitivos. reduccionistas al sentimentalismo y demagógicos con una clara intencionalidad: diluir su responsabilidad en un juego verbal dominante que acusa de desleal a todo aquel movimiento ciudadano que cuestione su gestión, culposa al principio y devastadoramente dolosa actualmente.

La izquierda fascista del Gobierno socialcomunista de Sánchez/Iglesias señala como fascistas a todos aquellos que cuestionamos su gestión sanitaria y política del Covid19, para que seamos sus verdaderos opositores. Somos el enemigo, nosotros, no el virus.

Para que dicho mensaje cale, por muy ruin y miserable que sea (que lo es), hace falta una estrategia de comunicación. Y ahí es donde entra el particular Estado Mayor de propaganda que ha pergeñado el gobierno socialcomunista. Una serie de medios de comunicación extenderán la idea de que ‘el que está en contra de este gobierno, es un fascista’ y para ello no dudan en utilizar las distintas técnicas estalinistas propias de su totalitarismo inherente: minimizar las devastadoras cifras de muertos diarias, apelar al sentimentalismo, señalar a las Comunidades Autónomas que no gobiernan ellos como culpables, inventar perfiles falsos de periodistas ‘freelance’ con artículos laudatorios a su gestión, blanquear los sucesivos fracasos a la hora de proveer a los profesionales y sanitarios del material indispensable para salvar vidas, apelar primero al ‘no pasa nada’ acusando de alarmistas a quienes advertían de la pandemia, para a continuación lanzar automáticamente el ‘le está pasando a todos’ para diluir su responsabilidad como Gobierno, invención de ‘memes’ y grotescos personajes como el ‘Capitán a posteriori’ con el que inundan Facebook y otras redes sociales. Pretenden crear un Matrix, una realidad paralela, por eso las imágenes de familiares llorando a sus muertos, de los ataúdes hacinados en pistas de hielo improvisadas, de sanitarios desbordados por la pandemia, de escenas de horror y muerte cotidianas sencillamente se han eliminado del imaginario colectivo. Los particulares ‘agentes Smith’ del Gobierno Matrix hacen su papel como vigilantes censores del orden totalitario que hay que implantar entre la población.

Así observamos como dos medios de comunicación concretos, La Sexta y eldiario.es llevan a cabo ese rol de Agentes Smith del Matrix socialcomunista, blanqueando la gestión dolosa de un Gobierno desbordado y extienden el virus también letal de la desinformación más zafia y pornográfica, que no es otra que la de negar la realidad. Periodistas camuflados de chequistas como Ferreras, Mamen Mendizábal, Ignacio Escolar (que ni siquiera ha finalizado la carrera de periodismo, pero que en la de comisario político ostenta el título ‘cum laude’) o el más siniestro de los censores gubernamentales, Antonio Maestre, constituyen ese Estado Mayor de la propaganda socialcomunista, que pretende blindar al Gobierno Sánchez/Iglesias en una formidable cúpula de aislamiento, en una monumental cápsula de protección cuyo cristal deformador de la realidad, de un imponente grosor, no tan imponente como sus mentiras, sin embargo se está resquebrajando porque el peso insoportable de los muertos diarios está ocasionando grietas en la estructura propagandística.

Nuevas técnicas, tácticas propagandísticas se suceden ante cada cifra diaria de muertos. Hemos sido testigos recientemente de la creación de perfiles falsos de periodistas que inundan las redes con artículos blanqueadores y laudatorios al gobierno socialcomunista de Sánchez/Iglesias. Bajo el seudónimo de Miguel Lacambra, el alter ego de Maestre éste nos convence de que Matrix es real y de que vivir en ella no está tan mal…que un parásito de ese Matrix socialcomunista como Echenique lo retuiteara en su perfil, descubrió la mascarada.

Que el Gobierno socialcomunista de Sánchez/Iglesias haya acudido al mercado negro a través de un intermediario ‘opaco’ para comprar material sanitario deficiente a una empresa pirata china, obviando el listado de corporaciones oficiales aportado por la propia embajada del gigante asiático, hubiera supuesto el cese inmediato de todo el gobierno. Los agentes Smith nos lo han vendido como un contratiempo nimio y han culpado como no, al fascismo demonizando la sanidad privada de la que hacen uso, y abuso, paladinas de la sanidad pública como Carmen Calvo Poyato.

Quedan lejos los tiempos en los que la crisis del ébola se saldó con un misionero fallecido y un perro sacrificado. Ferreras y el resto de los agentes Smith del fascismo de izquierdas llevaron a cabo un despliegue mediático sin precedentes, clamando por dimisiones del ejecutivo de un Mariano Rajoy que, no podemos obviar, favoreció a esos mismos medios de comunicación que sin embargo no dudan de catalogar a su partido como FASCISTA.

En el momento en el que escribo este artículo, más de 7000 ciudadanos han muerto en España a causa del Covid19. Desgraciadamente, la cifra quedará siniestramente desactualizada en menos 24 horas. Las cifras son también fascistas, porque no puedes contestarlas ni cuestionarlas. Pese a la negación de la realidad primero, y la construcción de una realidad paralela después, por parte de este gobierno socialcomunista de Sánchez/Iglesias, hay algo que su monstruoso aparato propagandístico no va a poder eludir: las consecuencias de esa misma y trágica realidad.