Ya no no existe diferencia horaria en Marruecos respecto de España. Los marroquíes deben acostumbrarse a marchas forzadas al ritmo horario de sus vecinos españoles, lo que en Ceuta y en su entorno marroquí se vuelve en un hecho inhabitual por la falta de costumbre histórica.

Si la UE tiene decidido abolir los cambios del huso horario, algo que se supone se tenía previsto para 2019 pero cuya aprobación se ha retrasado hasta 2021, en Marruecos no se ha esperado. Es más, prácticamente sin aviso, en el último día antes de proceder a la costumre de retrasar los relojes -algo que se iba a realizar el pasado día 28 de octubre-, un Real decreto firmado el mismo día 27, alejaba cualquier posibilidad de que en Marruecos se procediera a esta acción horaria.

El ministro encargado de la Administración y la Función Pública, Mohamed Ben Abdelkader, ha explicado al semanario TELQUEL (publicado esta semana)  las razones de la decisión: “Hemos hecho un estudio sobre cinco años de aplicación del horario de verano, con criterios que nunca se habían tomado, como el impacto sobre la salud, y también otros criterios económicos y sociales. Y el estudio concluye que el cambio de hora provoca perturbaciones en los ciudadanos. Hicimos un sondeo y el 65% se mostró descontento con los cambios horarios y dice que prefiere la estabilidad”.

Marruecos contaba con dos opciones, según el ministro: adoptar el huso horario de Greenwich (GMT, por sus siglas en francés) o el de GMT+1, que es el que tienen España y Francia, principales socios comerciales de Marruecos. “Estudiamos los dos escenarios y hemos optado por el GMT+1 a la vista de las ventajas económicas”, sentenció el ministro.

Este hecho no ha gustado a los marroquíes, según se desprende de las múltiples e irónicas respuestas en las redes sociales, donde se nota claramente el cambio en una población que ya sí contesta sin miedo a las decisiones, incluso, del monarca, donde se escuda el Ejecutivo marroquí para limitar las quejas ciudadanas.