Esta es la miseria moral a la que ha llegado el Frentepopulismo. Profanar las tumbas de todos los que tuvieron que ver con Franco se ha convertido en la principal ocupación de los progresistas. Era algo lógico que esto pasara. Cuando no se tienen recursos ideológicos para avanzar, cuando los que se han puesto en práctica han demostrado ser inútiles, pues se tira del odio.

Esto ya lo hicieron los nacis con los judios. Demonizaron a un sector de la población, los persiguieron, y entre otros crímenes abyectos, también les profanaron las tumbas.

El Frentepopulismo parece mostrar cierta necrofilia con el levantamiento y profanación de las tumbas. Ya lo hicieron hace 80 años y lo vuelven a repetir ahora. Menos mal que ahora no violan a las monjas, ni saquean los templos. Tampoco les prenden fuego con los curas dentro.

Gracias al Frentepopulismo caminamos a pasos agigantados hacia una sociedad totalmente irrespetuosa, llena de imbéciles - no se me ocurre otro adjetivo para calificar a los profanadores de tumbas - y en la que ya no se respetan ni las tumbas.

Cuando escribo esto, un hombre ha pintarrajeado la lápida de Franco. Quizá sea esto lo que quería provocar la izquierda, que alguien asaltara el enterramiento y con un poco de suerte para ellos traspasemos la diatriba política y acabemos en un conflicto social.

Lo peor de todo esto es que vendrán cosas peores. Ya verán cuando amanezcan sepulcros abiertos y huesos de jefes comunistas y socialistas y franquistas desperdigados por igual. Y de ahí pasemos a la violencia entre los vivos. Aunque en honor a la verdad esta ya existe en ciertas partes de España: Cataluña, País Vasco, etc.

No contentos con esto, como han hecho el ridículo con el intento de sacar a Franco de la sepultura, trayendo al dictador a la memoria de todos, y con la probabilidad de que este sea enterrado en la catedral de Madrid, aún más cerca y en un lugar privilegiado. Van y presionan y amenazan a la Iglesia Católica - a otras no tienen arrestos - para que esta lo impida.

Ya verán que pronto salen a la palestra las relaciones de los católicos con el Estado -ellos no distinguen entre Estado y Gobierno -, el IBI de la Iglesia o el patrimonio de la misma.

Como el Frentepopulismo es un agresor nato de la Constitución, habría que recordarles que la Constitución se creó precisamente para que el Poder Ejecutivo se someta a la Ley, y la Ley dice que Franco puede reposar en paz junto al Palacio de Oriente porque su familia así lo quiere, y dispone de una sepultura en propiedad perpetua en La Almudena.

Dejemos a los muertos en paz. Ya no pueden hacer daño a nadie. Y dediquémonos a los vivos que somos los que necesitamos vivir día a día. A ver si el Gobierno empieza a pensar en trabajo, educación, seguridad, justicia, y un sin fin de asuntos que verdaderamente nos preocupan y a los que parece no prestar atención.

Y sobre todo, a ver si dejan de sembrar discordia y separar a los españoles entre buenos y malos.