Marruecos / Frontera
"Ve al 'Marjane' a comprar" increpa un aduanero a una marroquí a la que quitó su bolsa de compra en Ceuta
Mientras el cerco económico marroquí sobre la ciudad crece, los materiales y artículos de Marruecos entran a Ceuta sin problemas

La odisea que los ciudadanos marroquíes viven en su frontera una vez regresan de Ceuta, son tremendas según narran muchas de estas personas que se consideran "víctimas" de la unlateral decisión de Marruecos de cerrar por las bravas el paso de cualquier mercancía que proceda de Ceuta. "¡Castillejos se hunde!", espeta 'Mohamed' (nombre ficticio de quien, junto con otros, nos cuentan su experiencia).
"Ya no nos podemos buscar la vida, las tiendas están vacías. Ni siquiera se permite llevar un cartón de leche que en Ceuta cuesta 50 céntimos...en Marruecos la leche de mala calidad está a 7 dirhams", cuenta altamente contrariado por la situación que no entiende. "Seguro que el Rey no sabe lo que está pasando, su pueblo en el norte de muere de hambre y no se hace nada, al contrario", explica otro de los interlocutores quien manifiesta la elevada diferencia de nivel de vida de unos pocos ante la mayoría de población que tiene serias dificultades para salir cada día adelante. En Marruecos, sobre todo en el norte próximo a Ceuta, más de 30% de la población de la región formada por Tetuán, Tánger y Alhucemas (con más de 1 millón de habitantes) manifiestan sus ansias de emigrar hacia España, como cuenta Ignacio Cembrero en El Confidencial.
En la continuación del relato sobre distintos acontecimientos que se viven en el lado marroquí de la frontera, por la intensa labor de Aduanas, nuestros narradores nos cuentan el caso habitual de las retiradas de productos de Ceuta y los comentarios de aduaneros a mujeres que osan llevar una bolsa con alguna botella de leche, o botes de limpieza: "Ve a comprar al Marjane" es el grito de los agentes de Aduana mientras que, de malos modos, confiscan los productos "sin ningún acta de requisa, sin ningún motivo que justifique nada", apuntan.
Se quejan de que los almacenes y las tiendas de Castillejos están vacías, pero apuntan a que desde Marruecos se introduce en Ceuta, sin problema, todo tipo de materiales. "Ventanas de aluminio, pescado, maderas, muebles... esos si que viven", claman por la forma de ganarse la vida de quienes no han visto disminuido su facturación. "LLegan a la frontera con las furgonetas y pasan a Ceuta sin que nadie de la Aduana española les ponga problemas", dicen.
Y es, en parte, cierto. Contrastando el dato, la Guardia Civil que en frontera hace labores propias de la AEAT, en cualquier caso y no siempre, envían a declarar lo que se pretende entrar a Ceuta. Agentes españoles nos confirman que pasan orquestas, carpas para bodas, sillones de boda, algun material de mobiliario que siempre se justifica por cambio de vivienda a Ceuta. "¿Y el pescado?", preguntamos. "Eso lo controlan inspectores de Hacienda y Sanidad de la Ciudad Autónoma", responden... "¿Pero se paga algún impuesto?", repreguntamos... "No nos consta", nos responden.
La situación fronteriza vive desde hace más de un trimestre capítulos de complicaciones, obstrucciones y bloqueos, en una suerte de 'guerra' marroquí por hundir a Ceuta, aunque con ese intento se hunda antes a la población de Castillejos y de Rincón, pero sin medir las consecuencias de la reacción de los habitantes que manifiestan ya señales de alzamiento social.





Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.63