El Alfonso Murube vivió en esta pasada noche del martes uno de esos momentos alegres y jubilosos que sólo el fútbol puede y sabe transmitir. Los aficionados vivieron con intensidad la emoción que se desplegó por las gradas en esta eliminatoria de la Copa del Rey.

El Numancia y el Ceuta dejaron los goles para la segunda mitad. Primero marcaron los numantinos y el Ceuta respondió tras soltarse el aturdimiento producido y por la reacción de los cambios. Polaco cabeceó un rechace del meta visitante para enviar un balón a la red que levantó al graderío.

Si en la primera parte, el Ceuta afrontó el choque con alegría y sin complejos, en la segunda volvió por esos fueros una vez anotado el empate. Pudo haberse llevado el partido antes de los primeros noventa minutos, pero se llegó a la prórroga que se afrontó con el ánimo de controlar el balón y sacar rédito para que los minutos avanzaran... y así fue. A los penalities.

La lotería de las penas máximas para el desempate contó con la ventaja del meta ceutí, David Ramírez que detuvo tres y anotó el definitivo para el delirio de los aficionados.

Ahora, a la siguiente ronda en la que el Ceuta tiene muchas papeletas para que al Murube regrese, años después, todo un Primera División, todo un equipo de la poderosa Liga Santander.