El pasado 8 de octubre, el capitán Pablo Molina salía junto con dos compañeros guardias civiles del Curso de Observadores de Misiones de Paz que se celebraba en la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra en Madrid, cuando observaron que un individuo se acercaba a un padre que estaba sentado con su hijo en la terraza de un bar. Rápidamente, dicho individuo cogió la cartera de mano que tenía el progenitor a sus pies y salió corriendo. Sin embargo, el agresor no contaba con que el militar y los guardias civiles le empezaran a perseguir al ver la escena.

A los pocos metros, le alcanzaron y le retuvieron. Sus compañeros se identificaron y le registraron para recuperar la cartera. Mientras, el capitán, destinado en el Grupo de “Regulares de Ceuta” nº 54, se dirigió hacia el padre y el hijo para devolverle la cartera, comprobar que estaban bien y dar aviso a la policía, que detuvo al ladrón por un delito de hurto.