Vox Ceuta acaba de comunicar oficialmente que su candidata como diputada nacional para el Congreso será Teresa García de Vinuesa, y de tal nombramiento se han hecho eco los medios de comunicación locales..
Siempre es de celebrar que personas de un elevado nivel moral e intelectual decidan dar un paso adelante en pos del servicio público, sin otras veleidades más que las de intentar, en la medida de sus posibilidades, mejorar la vida de las personas.

Porque Teresa es ante todo y sobre todo, una buena persona, así en mayúsculas.

Conocí a Teresa hace unos años, cuando el que suscribe presidía la Asociación Cultural Séptimo Infierno, en la que un grupo de amigos nos afanábamos por desarrollar la cultura Rock/Metal en la Ciudad a través de diversas actividades, centrándonos en la música en directo. En ese contexto nos adentrábamos por primera vez en las procelosas aguas de las subvenciones públicas o acuerdos de colaboración con la administración local, y ahí fue cuando conté con la inestimable ayuda de Teresa. Desde su puesto en la Consejería de Cultura y desde el primer momento se mostró conmigo educada, correctísima, absolutamente libre de prejuicios ( ya os podéis imaginar, un grupo de melenudos aficionados al Heavy Metal solicitando alguna ayuda pública para crecer como Asociación) y siempre haciendo gala de una integridad y buen talante hacia nuestra iniciativa. En ese sentido siempre conté con ella para elevar los numerosos y farragosos escritos que la burocracia exige (para algunos) cuando de dinero público se trata, aunque se trate de ‘limosnas institucionales’ como las que a nosotros nos tocó en suerte. Pero eso es otra historia…

Ahora Teresa ha decidido dar un trascendental paso adelante, sin red protectora, y se ha fijado un reto en el que tiene mucho que perder y solo un objetivo que ganar desde su candidatura por Vox: representarnos a todos, a toda Ceuta desde la integridad, el deseo de mejorar las condiciones de vida de las personas en la ciudad, cada vez más degradadas por la paulatina inacción de los pretéritos e inanes diputados nacionales, y quiere lograrlo con un profundo respeto por la variedad cultural de Ceuta pero también con la firme defensa de unos valores de españolidad que me consta para ella resultan innegociables.  

Como refería acertadamente Ortega y Gasset, la trayectoria vital de un ser humano es consecuencia de tres factores fundamentales: la vocación, las circunstancias y el azar. Entendemos vocación como el tipo de hombre, de mujer que la persona en cuestión quiere ser. Su más íntima motivación y su deseo de llevarla a cabo, su verdadero y auténtico ‘Yo’. Las circunstancias son aquellos factores físicos, ambientales, psicológicos que ayudan o perjudican a aquella realización personal y el azar es el conjunto de factores imprevisibles que interfieren en la vocación y en las circunstancias.

Pues en ese sentido, los que conocemos un poco a Teresa podemos afirmar que su vocación de servicio es de tal fuerza y solidez que resulta inquebrantable ante cualquier desánimo, desaliento o decepción. Su vocación está marcada por el espíritu de superación y mejora constantes, se trata de una mujer muy crítica y muy exigente consigo misma. Su exquisita preparación intelectual precisamente hace de ella una persona más humilde y más cercana con su entorno. Teresa es todo lo contrario a una persona altiva o distante. La cercanía emocional con las personas, comprenderlas y ser capaz siempre de ponerse en su lugar son características vitales que desgraciadamente no adornan a la clase política. Pero es que Teresa tampoco es un político al uso, ante todo es persona y desde luego lo último que quiere, es esta o en cualquier otra actividad que emprenda, es perder el toque ‘humano’.

Teresa como mujer y como madre sabe perfectamente que las circunstancias le van a ser muy adversas desde el principio de emprender este desafiante paso. Pero me consta que ha dejado muy claro a los dirigentes de Vox que no desea utilizar precisamente su condición de madre y de mujer como reclamo electoral. No cree en los cupos ni quiere utilizar en su favor ninguna clase de discriminación positiva. Ha sido elegida y ella ha aceptado, por su capacidad como persona, y como persona quiere ser valorada y escrutada. El lenguaje inclusivo y la demagogia los deja para el resto de formaciones.

Con respecto al azar, recuerdo ahora una conversación en la que Teresa me comentaba que entre azar y providencia, el primero excluía su libertad individual y en la segunda encontraba el único ámbito posible en donde desarrollar su libre arbitrio. Supongo que era su forma de decirme ‘Rafa, que Dios me coja confesada con el paso que voy a dar, pero lo voy a dar’. Tal es su voluntad, su fuerza de voluntad, mejor dicho.

Y es que Teresa tiene un plan: sabe lo que quiere para Ceuta, sabe lo que Ceuta necesita. Tiene ideas y proyectos concretos para la ciudad y sus gentes. Solo aspira, pide la oportunidad de que en una campaña electoral que se presume crispada, tensa y dominada por discursos basados en los ataques personales, ella pueda transmitir un programa más personal, más humanista que político. Ha sido testigo directo, como el resto de pueblo, de una degradación paulatina de valores, de que dos partidos políticos, PP y PSOE, en extravagante contubernio, han patrimonializado el concepto de convivencia y se han repartido las instituciones sin rubor y sin decoro.

Y es que hoy, ante el deterioro de la convivencia, visto el resultado de estos Y es que hoy, ante el deterioro de la convivencia, visto el resultado de estos años donde nos han llevado a la ruina económica y moral, de enfrentamiento, indignada con unos, decepcionada con otros, viendo como los que quieren romper España son dueños de la deriva de este barco, y haciendo uso de sus derechos inherentes, Teresa García de Vinuesa ha decido apoyar, tener un sincero sentimiento de representación recíproca, y ser candidata en el Congreso de los Diputados por Vox España y Vox Ceuta.

Sin complejos, sin miedos.

Muchos compartimos sentimientos parecidos.  Y como en el caso de Teresa, Vox también es mi sitio. Posiblemente, lector/a, también el tuyo.