La predisposición de las autoridades marroquíes a cercenar cualquier paso de mercancías por el paso fronterizo del Tarajal (a pie y en coche) está obligando a la asunción de medidas de contención por parte de las fuerzas de seguridad fronterizas del lado español. Así los ciudadanos marroquíes que se agolpan en los aledaños de la frontera para intentar pasar, ven frenado sus intentos por los efectivos de la Guardia Civil que en alguna ocasión -ante la falta de efectivos- se ven superados sobre todo en horas cercanas a la medianoche.

Otro de los problemas que se genera en el entorno fronterizo de ambos lados es el asunto de los vehículos de porteo. Mientras que en el lado marroquí se reconoce el trastorno que se deriva de la falta de este elemento para soportar a la economía más deficitaria de su población en el norte, la postura de la Aduana en Marruecos es taxativa, "ni un coche de porteo". Lo que compromete a las autoridades españolas a proteger su frontera, y sus carreteras, ante el temor de un bloqueo que provoque serios incidentes en zona española, asumiendo la negativa al paso de estos vehículos.

Por otro lado, los empleados del comercio vinculados a esta histórica actividad, unidos a los empresarios del sector, han pedido a la Delegación del Gobierno que actúe y ofrezca algún tipo de salida o solución antes de que se venga a bajo, definitivamente, esta actividad y lleve consigo la caída en cifras de la actividad de logística vinculada al sector, lo que redundaría en cierres empresariales y desempleo.

Tarajal2 se ve afectado

Hasta la fecha, Marruecos sólo soporta el paso de mercancías por Tarajal2, que a veces, sufre los vaivenes de la inestabilidad fronteriza marroquí derivada de las presiones y desencuentros entre empresarios marroquíes y aduaneros, cuyo resultado final afecta directamente al tránsito de porteadores que, por ejemplo, hoy ha debido de suspenderse a media mañana por el bloqueo y la posición de fuerza que los propietarios marroquíes de la mercancía han mantenido para no entregar los portes a los pasadores del vecino país.

El cierre de naves y la negativa a sacar mercancías ha obligado a determinar la clausura del paso y obligar a dar media vuelta a más de 3.000 porteadores en Marruecos y a unos 600 que ya habían entrado a Ceuta.

No se descartan movilizaciones sociales en Marruecos ante la estricta posición de las autoridades aduaneras marroquíes. Un problema que deberá solventar la DGSN, la policía marroquí, en caso de producirse las protestas en las próximas horas.