La jornada de ayer no fue diferente a otras. Sucede cada día en determinados momentos. La frontera se vuelve lenta para cruzarla, ya sea a pie o en automóvil, ya sea a la ida o a la vuelta y no, no se trata de falta de agilidad en el terreno español (que también tiene su cuítas con una frontera supuestamente in-teligente que trae de cabeza a los agentes por la inestabilidad de los sistemas). Las críticas, de los ususarios de la frontera del Tarajal (España) y de Bab Sebta (Marruecos), se centran en la insufrible gestión fronteriza marroquí.

Durante la tarde de ayer las mujeres estaban alteradas porque el cacheo aduanero no salvó a casi nadie, hombres, pero sobre todo mujeres, a manos de agentes masculinos de las autoridades marroquies. Aunque las quejas llegaron hasta Ceuta por medios humanos y el 'run run' se patentaba en medio de alta indignación, las mujeres, la inmensa mayoría ataviadas como musulmanas en su recorrido a pie por la zona de la aduana, accedían a ser cacheadas sorprendidas porque lo hicieran hombres, pero manteniendo un sonoro silencio por temor. "Ahì no puedes protestar porque te la juegas", admitía una de estas mujeres que contactó con este medio para expresar su sensación y describir lo que ayer se vivió durante el tiempo en que, ademas, coincidia con el partido de la selección marroquí en su participación en la Copa África.

Una vez más, las colas de peatones que pretendían acceder hasta Marruecos llegaba hasta la parte española ante la ralentización del proceso de cruce fronterizo que se llevaba a cabo en la zona marroqui. La Aduana marroqui retiraba cualquier artículo susceptible de haber sido adquirido en Ceuta que encontraban a los peatones. El 'scanner' en funcionamiento, y el cacheo servía para ir retirando a los peatones, desde una bolsa de chucherias, o de patatas, a cualquier otro artículo que fuese considerado como adquirido en los comercios ceutíes. "A nosotros nos deja la Guardia Civil pasar a Ceuta hasta 10 kilos de frutas, verduras, o algo de pan, pero Marruecos no te permite pasar nada de nada", reclamaba esta mujer que ayer sintió en sus carnes la operativa de exceso de celo de los agentes marroquíes, aunque no es ninguna novedad. "Las largas colas que se producen en el paso peatonal y de vehículos tienen su origen en la gestión que Marruecos hace de su frontera", explicita.

Vehículos

Si el acceso peatonal es habitualmente tortuoso, el paso con vehiculos es una odisea diaria. Las obras en la parte marroquí complica llegar hasta el paso internacional español. A ello se le une la lenta gestión del paso de la policía y la aduana de Marruecos (una media de 4 horas) para llegar a España. Los bloqueos son una pesadilla para quienes utilizan el paso a diario o con cierta regularidad. "Si eres marroquí que quieres visitar Ceuta y vivir una experiencia en España aunque sea de un día, te lo piensas, sobre todo si vas con niños", apuntan usuarios fronterizos que ya no ocultan sus críticas por cómo actua Marruecos de modo unilateral contraviniendo cualquier mínimo reglamento fronterizo internacional.