A los votos cautivos se les llama "club de sensatos"
Richard Cocciante escribió en los años 70 una canción memorable para el recuerdo: 'Bella sin alma'. Con el discurrir de los acontecimientos y con bastante menos romanticismo, también hay políticos sin alma: aquéllos a los que el interés general no les importa y sí su ego, su mantenimiento en el poder, su ambición desmedida, su desmesurada ansia de perpetuarse a cualquier precio en la poltrona. En este capítulo tan poco prosaico situamos a Juan Vivas, verdadero sosias del inefable Pedro Sánchez Castejón, conocido y reconocido por sus tropelías de distinta índole.
El ínclito presidente ceutí acaba de aprobar unos Presupuestos, validados por lo que su consejera de Hacienda llama el "club de los sensatos", dícese de cuatro trásfugas que han aportado su indecencia política y falta de escrúpulos al servicio de quien les tiene bien controlados con prebendas y dinero para domesticar sus conductas y decisiones.
A esta actitud, Kissy Chandiramani, denomina, con muy poca originalidad y bastante despropósito, "el club de los sensatos". Nada menos que traidores al sistema que, sin entregar su acta de diputados en la Asamblea, obedecen con docilidad las instrucciones y manejos de un Juan Vivas que ha destrozado a la oposición; se habla que ha dividido en cuatro partes al PSOE , en tres a Vox, domesticado a Fátima Hamed al alzarla a la vicepresidencia segunda de la Mesa de la Asamblea y destruyendo al MDyC antaño crítico con su "desgobierno" y ahora con un escaño vacío con uno de sus diputados en prisión (una especie de Ábalos ceutí), mientras Ceuta Ya! se encuentra bajo la batuta de Juan Luis Aróstegui Ruiz y Mohamed Alí, lo que convierte en figura decorativa al sobrino de este último, Moha con su "troupe".
Con este panorama tan sombrío tenemos a un Carlos Verdejo deambulando como alma en pena votando lo que le place sin soltar, eso sí, su acta de diputado obtenida bajo las siglas de Vox, al igual que su compañera Teresa Vinuesa, en igual situación, aunque en el grupo de no adscritos, validando su voto compaginado con su pluriempleo en la comunicacion deportiva del primer club de la ciudad. Por si esta situación no estuviera bien definida ahí tenemos a un Navil Rahal que desertó del PSOE, pero se ve favorecido como si el Gordo de Navidad se hubiera anticipado para él con nada menos que 580.896,78 euros para los mataderos móviles. Si para cuatro años destinaron millón y medio (2.022-2.025) ahora es como si hubieran subido a 2.320.000 euros para los próximos cuatro años. Un despilfarro de dinero entregado a uno de los del "club de los sensatos", con el desparpajo que sólo Vivas sabe utilizar para comprar voluntades y entreguismo político. En los últimos 7 años, el diputado "sensato", Navil Rahal ha obtenido más de un millón seiscientos mil euros del erario público. Bonita forma de enriquecerse del dinero de todos nosotros, a través de un Juan Vivas que utiliza la caja del erario público como si fuera de su exclusiva propiedad.
Juan Vivas ha demostrado que maneja muy bien los tiempos, las conciencias y las situaciones, porque hay gentes en la oposición que se venden con facilidad a sus pretensiones. En política, no siempre es a base de dinero como se alcanzan conciencias afines, sino también con colocaciones que generan dinero u otras prebendas que logran el fin que persigue Juan Vivas. Bien sabe el longevo político que hay gentes en la oposición que se prestan a sus intereses por cargos o dinero. Armas letales para lograr objetivos, a la vista de lo visto. Y es una desfachatez que esa Kissy Chandiramani nos quiera confundir ( como si estuviera en el ámbito de los juegos que tanto le seducen) hablándonos de "club de sensatos" para definir a un grupo de cuatro vendidos tan miserables como sus comportamientos políticos ruines al margen del interés general.
Como recientemente ha dicho el escritor y académico, Arturo Pérez-Reverte, "cuando se celebre el día del Orgullo del Gilipollas no vamos a caber en la calle", dado que nos toman a todos por eso, por gilipollas. Porque definir como sensatos, o sea, gente prudente, cuerdos, de buen juicio, según la etimología del término, a quienes entregan su voto a cambio de dinero o cargos, es una disparatada forma de denigrarnos y, encima, pensando que somos tan ingenuos que vamos a comulgar con ruedas de molino.
Claro que ante situaciones como las que nos ocupan y preocupan, hay una frase de Winston Churchil muy elocuente: "El miedo es una reacción. El coraje es una decisión". Necesitamos coraje para afrontar estos retos de indecencia, corrupción, para tales desafíos no nos vale la "Bella sin alma" de Richard Cocciante, porque nada que ver con los políticos sin alma, esos desvergonzados, crueles y codiciosos de poder, ambiciosos sin escrúpulos. Con nombres y apellidos bien conocidos por todos e instalados en su propia indecencia perpetua como norma de conducta.
Richard Cocciante escribió en los años 70 una canción memorable para el recuerdo: 'Bella sin alma'. Con el discurrir de los acontecimientos y con bastante menos romanticismo, también hay políticos sin alma: aquéllos a los que el interés general no les importa y sí su ego, su mantenimiento en el poder, su ambición desmedida, su desmesurada ansia de perpetuarse a cualquier precio en la poltrona. En este capítulo tan poco prosaico situamos a Juan Vivas, verdadero sosias del inefable Pedro Sánchez Castejón, conocido y reconocido por sus tropelías de distinta índole.
El ínclito presidente ceutí acaba de aprobar unos Presupuestos, validados por lo que su consejera de Hacienda llama el "club de los sensatos", dícese de cuatro trásfugas que han aportado su indecencia política y falta de escrúpulos al servicio de quien les tiene bien controlados con prebendas y dinero para domesticar sus conductas y decisiones.
A esta actitud, Kissy Chandiramani, denomina, con muy poca originalidad y bastante despropósito, "el club de los sensatos". Nada menos que traidores al sistema que, sin entregar su acta de diputados en la Asamblea, obedecen con docilidad las instrucciones y manejos de un Juan Vivas que ha destrozado a la oposición; se habla que ha dividido en cuatro partes al PSOE , en tres a Vox, domesticado a Fátima Hamed al alzarla a la vicepresidencia segunda de la Mesa de la Asamblea y destruyendo al MDyC antaño crítico con su "desgobierno" y ahora con un escaño vacío con uno de sus diputados en prisión (una especie de Ábalos ceutí), mientras Ceuta Ya! se encuentra bajo la batuta de Juan Luis Aróstegui Ruiz y Mohamed Alí, lo que convierte en figura decorativa al sobrino de este último, Moha con su "troupe".
Con este panorama tan sombrío tenemos a un Carlos Verdejo deambulando como alma en pena votando lo que le place sin soltar, eso sí, su acta de diputado obtenida bajo las siglas de Vox, al igual que su compañera Teresa Vinuesa, en igual situación, aunque en el grupo de no adscritos, validando su voto compaginado con su pluriempleo en la comunicacion deportiva del primer club de la ciudad. Por si esta situación no estuviera bien definida ahí tenemos a un Navil Rahal que desertó del PSOE, pero se ve favorecido como si el Gordo de Navidad se hubiera anticipado para él con nada menos que 580.896,78 euros para los mataderos móviles. Si para cuatro años destinaron millón y medio (2.022-2.025) ahora es como si hubieran subido a 2.320.000 euros para los próximos cuatro años. Un despilfarro de dinero entregado a uno de los del "club de los sensatos", con el desparpajo que sólo Vivas sabe utilizar para comprar voluntades y entreguismo político. En los últimos 7 años, el diputado "sensato", Navil Rahal ha obtenido más de un millón seiscientos mil euros del erario público. Bonita forma de enriquecerse del dinero de todos nosotros, a través de un Juan Vivas que utiliza la caja del erario público como si fuera de su exclusiva propiedad.
Juan Vivas ha demostrado que maneja muy bien los tiempos, las conciencias y las situaciones, porque hay gentes en la oposición que se venden con facilidad a sus pretensiones. En política, no siempre es a base de dinero como se alcanzan conciencias afines, sino también con colocaciones que generan dinero u otras prebendas que logran el fin que persigue Juan Vivas. Bien sabe el longevo político que hay gentes en la oposición que se prestan a sus intereses por cargos o dinero. Armas letales para lograr objetivos, a la vista de lo visto. Y es una desfachatez que esa Kissy Chandiramani nos quiera confundir ( como si estuviera en el ámbito de los juegos que tanto le seducen) hablándonos de "club de sensatos" para definir a un grupo de cuatro vendidos tan miserables como sus comportamientos políticos ruines al margen del interés general.
Como recientemente ha dicho el escritor y académico, Arturo Pérez-Reverte, "cuando se celebre el día del Orgullo del Gilipollas no vamos a caber en la calle", dado que nos toman a todos por eso, por gilipollas. Porque definir como sensatos, o sea, gente prudente, cuerdos, de buen juicio, según la etimología del término, a quienes entregan su voto a cambio de dinero o cargos, es una disparatada forma de denigrarnos y, encima, pensando que somos tan ingenuos que vamos a comulgar con ruedas de molino.
Claro que ante situaciones como las que nos ocupan y preocupan, hay una frase de Winston Churchil muy elocuente: "El miedo es una reacción. El coraje es una decisión". Necesitamos coraje para afrontar estos retos de indecencia, corrupción, para tales desafíos no nos vale la "Bella sin alma" de Richard Cocciante, porque nada que ver con los políticos sin alma, esos desvergonzados, crueles y codiciosos de poder, ambiciosos sin escrúpulos. Con nombres y apellidos bien conocidos por todos e instalados en su propia indecencia perpetua como norma de conducta.
La opinión de Ceuta Ahora se refleja únicamente en sus editoriales. La libertad de expresión, la libertad en general, es una máxima de filosofía de este medio que puede compartir o no las opiniones de sus articulistas






















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.33