Mientras Paco Salazar paseaba por La Moncloa con la pirulilla al aire, un concejal de mi pueblo pintaba de morado un poste para frenar el machismo. Y es que la izquierda española tiene un grave problema con el pene. Un problema colosal, mayúsculo. Un problema falocrático que roza lo testoterónico, un problema sistemático y en modo alguno anecdótico. Ese problema, y el resto de las extravagancias sanchistas, se estudiará en unos años en las Facultades de Ciencias Políticas del planeta Tierra, y también en las Facultades de Medicina, concretamente en el área de Psiquiatría.

No diré que la derecha no tenga machistas rijosos, pero al menos no imparten lecciones de sororidad, de feminismo patrio ni de “hermana yo si te creo”. Porque esta gente, lector, es peligrosa: las pulseras antimaltrato son un desastre, el director del Cervantes –ahora al servicio de Sánchez– propone la reescritura de El Quijote con un lenguaje inclusivo, Irene Montero perpetró la Ley Sueltavioladores, y la actual ministra de Igualdad se pule nuestros dineros en un informe para prohibir la palabra “Charo” referida a las mujeres, mientras ellas, las supuestas “Charos”, sin miedos de ninguna clase, siguen llamando “machirulo”, “señoro”, “pollavieja” o “violador en potencia” a cualquier hombre que no les baile el agua. Horroroso, lector. Horroroso.

Pero no te dé pudor hablar de ello: dato mata relato. Es preciso desenmascarar a esta tropilla y comprobar en qué manos hemos caído, cuántos fariseos se han apropiado del discurso feminista tan sólo para follar o para abusar de niños, y cómo no aparece un solo escándalo en la izquierda que no contenga menores, polvitos blancos de la alegría, calzoncillos floreados, pajilleros compulsivos, lucecitas de neón en saunas de Sabiniano o señoritas que fuman. Presuntamente, lector. Todo presuntamente. Siéntate ahora, lector, y ponte cómodo: disfruta de los mejores “presuntos”. No se te hará largo, ya lo verás. Te lo prometo.

1-Juan Carlos Monedero.

Este “pollavieja” podemita acosaba a sus alumnas y a sus compañeras de partido. Sus andanzas sexuales eran muy bien conocidas, pero las dirigentes callaron hasta que (oh, ah, tráeme las sales) una escritora lo denunció. Y es que el “hermana yo sí te creo” sólo funciona si el acosador es blanco, español y de derechas. Muy de derechas.

2-Íñigo Errejón.

Errejón rejoneaba a diestro y siniestro, sobre todo a siniestro. En Podemos y Sumar (ahora conocidos como Sodoma y Gomorra) conocían las fechorías de este “señoro” ejemplar, pero las dirigentes lo encubrieron hasta que (oh, ah, tráeme las sales) una actriz lo denunció. Ahora Errejón dice ser víctima de una denuncia falsa, la mayor herejía posible en la religión feminista. Por si acaso, el Gobierno creará otro observatorio antiacoso con cinco presidentas nuevas, once asesoras a tiempo completo y siete secretarias más.

3-Luis Roldán.

Socialista “machirulo” del PSOE. Director general de la Guardia Civil, robó los dineros de la Caja de Huérfanos, se fugó de España y se los gastó en putitas. Nadie lo sabía hasta que (oh, ah, tráeme las sales) la prensa fascista publicó su foto en calzoncillos junto a las dichas señoras.

4-Tito Berni.

Diputado “pollavieja” del PSOE. Gastó nuestros dineros en prostíbulos y comilonas hasta que (oh, ah, tráeme las sales) la prensa fachosférica lo denunció.

5-Altos cargos socialistas en la etapa de los ERES.

Robaron a los andaluces y se pulieron lo robado en el puticlub Don Ángelo hasta que (oh, ah, tráeme las sales) la prensa fascista destapó el asunto. Condenados a largas penas de cárcel, el Tribunal Constitucional Sanchista los perdonó.

6-José Luis Ábalos.

Dirigente y ministro del PSOE, ahora en la cárcel. Este “desconocido” de Sánchez, otro “pollavieja” de postín, cargaba prostitutas en furgonetas, se las follaba en Teruel y luego las colocaba en empresas públicas. Digo a las prostitutas. No a las furgonetas. Puestos en pie, en señal de adhesión inquebrantable, como con Franco en la Plaza de Oriente, los diputados socialistas lo aplaudieron a rabiar cuando la prensa fascista (oh, ah, tráeme las sales) mostró el catálogo de sobrinitas VIP donde Ábalos se surtía.

7-Koldo García.

Dirigente del PSOE, ahora en la cárcel. Este saco de testosterona suministraba las putas a Ábalos (que siempre pedía “las más guarras”) y participaba en las juergas con él. Sánchez escribió que Koldo era un “socialista ejemplar”; pero ahora, tras publicarse el escándalo en los “pseudomedios” (oh, ah, tráeme las sales), dice “que apenas lo trató”.

8-Paco Salazar.

Dirigente del PSOE, asesor en La Moncloa, amiguísimo de Sánchez y sátiro con cara de sátiro. Hay denuncias de trabajadoras contra este “machirulo” progresista que parasitaba en La Moncloa con la pirulilla al aire: abría y cerraba su bragueta ante las narices de las trabajadoras, e imitaba felaciones. El PSOE borró de su página oficial las denuncias. Sólo la investigación periodística (oh, ah, tráeme las sales) ha removido el escándalo.

9-Antonio Navarro.

Este “pollavieja” del PSOE y líder socialista de Torremolinos (Málaga) ha sido denunciado por una militante del Partido por acoso sexual continuado. Tras seis meses de inacción socialista (durante los cuales Antonio Navarro y la ministra de Igualdad, a dúo, dieron charlas feministas en Torremolinos) la víctima recurrió a la Fiscalía para que le hicieran caso. Entonces (oh, ah, tráeme las sales), con la noticia en la prensa fascistoide, el Partido Socialista se interesó por la víctima y abrió un expediente a su acosador.

10-Begoña Gómez.

Esposa de Pedro Sánchez e hija de Sabiniano, riquísimo empresario de la prostitución madrileña. Begoña, de soltera, recogía los dineros de las saunas de su padre, lo cual le impidió estudiar una carrera universitaria, aunque pudo llegar a catedrática. Con las putrílagas ganancias de su suegro (oh, ah, tráeme las sales), Sánchez alcanzó la Presidencia del Gobierno.

11-Luis Eduardo Ramírez.

Marido de Mónica Oltra, lideresa de Compromís, consejera de Igualdad de la Generalidad Valenciana y mujer tremendamente progresista. Luis Eduardo abusó durante años de una menor interna en una institución valenciana que tutelaba Mónica Oltra. Las denuncias de la menor fueron ignoradas al principio, y al abusador se le dio protección por ser quien era. Finalmente, tras la aparición del escándalo en la prensa fascistoide (oh, ah, tráeme las sales), Luis Eduardo fue condenado a prisión y Mónica Oltra tuvo que dejar la política.

12-Martiño Ramos.

Este supernarigudo profesor y destacado militante de “En Marea” (la marca gallega de Podemos-Izquierda Unida) violó repetidamente a una menor entre los 12 y los 16 años de edad. Después de que la prensa fascista destapara el caso (oh, ah, tráeme las sales) fue condenado en firme a trece años y medio de cárcel. Hace poco, antes de entrar en prisión, se fugó de España hacia Cuba, un país con el que no tenemos tratado de extradición.

13-Juanjo Martínez.

Máximo dirigente de Izquierda Unida en Baleares. Este “pollavieja” progresista tiene sobre sus espaldas (y sobre su pene) diez acusaciones de abuso sexual que han sido destapadas (oh, ah, tráeme las sales) por la prensa fachosférica.

14-Salvador Salvatierra de Toro.

Detenido por corrupción de menores, prostitución y tenencia de archivos pedófilos tras una investigación (oh, ah, tráeme las sales) de la prensa fascista extremeña, cuando Salvador era el número uno de Podemos en la provincia de Badajoz.

15-Casiano Antonio Hernández.

Concejal de Podemos en Becerril de la Sierra (Madrid). Detenido por abuso sexual a una menor después de que (oh, ah, tráeme las sales) un “pseudomedio” destapara el caso.

16-Guillermo Blázquez Domínguez.

Concejal de Izquierda Unida-Podemos en Humanes (Toledo). Tras la denuncia de la abuela de un pequeño, acaba de ser detenido por abuso sexual continuado (y progresista) de un niño de tres años.

17-Xosé Xabier Ron.

Filólogo galleguista. Exalto dirigente del Partido Comunista y de Izquierda Unida. Exdiputado del Parlamento gallego en las mismas listas de Yolanda Díaz. Detenido en enero de este año por la progresista agresión sexual a una menor después de que el caso apareciera (oh, ah, tráeme las sales) en la prensa fascista autonómica.

18-Cecilio Lera.

Alcalde socialista de un pueblecito zamorano. Amigo de Zapatero. Condenado a cuatro años de cárcel e inhabilitación por abusar de dos menores de su pueblo. Se supo cuando (oh, ah, tráeme las sales) la prensa fascista lo destapó. Todo muy progresista.

19-Ramiro Santalices.

En 2009, en el ayuntamiento gallego de El Ferrol, este delincuente era la mano derecha de Yolanda Díaz justo cuando la ahora vicepresidenta del Gobierno y lideresa de Sumar mandaba en Izquierda Unida. Dos militantes denunciaron a Santalices tras haber detectado búsquedas de material pedófilo en el ordenador del Partido. Yolanda, con mucha nariz pero con poco olfato, expulsó de Izquierda Unida a los dos denunciantes “por difundir falsas y graves acusaciones contra la organización”. Para colmo, Yolanda se llevó de asesor a Santalices al Parlamento gallego y allí lo protegió durante años. Finalmente, en 2016, tras insistentes denuncias en la prensa fascistoide (oh, ah, tráeme las sales), la Policía Nacional detuvo a Santalices por posesión y distribución de pornografía infantil ¡¡¡desde su ordenador del Parlamento gallego!!!

Ésa es la gente que nos gobierna, amigo lector. Gente morada que dice proteger a mujeres y niños. Gente morada que se pone morada de putas, de alumnas y de compañeras de partido. Hipócritas color violeta que imparten catequesis feminista. Sacos de testosterona portando banderas lilas. Puteros que prometen abolir la prostitución. Pajilleros irredentos. Tocadores de señoras. Machirulos progresistas. Pedófilos que se llevan las manos a la cabeza por la pederastia ajena. El cinismo en su máximo exponente. El fraude en la vida pública. Y ésa que lo destapa es la prensa “fascista” que, merecedora de un Pulitzer por sacar a la luz las miserias del poder, es tratada con insultos por quienes, sobrados de subvenciones y muy faltos de vergüenza, pastan como ovejitas en los abrevaderos del Régimen.

¿A que no te ha parecido largo?

Firmado:

Juan Manuel Jimenez Muñoz.

El que pide las sales con mucho salero.