Día de la Constitución
Juan Vivas ensalza la Constitución como garante de la estabilidad y la convivencia en Ceuta
El presidente, ante la incomprensión y los enfrentamientos, llegado el caso, y por su concepto de 'lealtad insitucional' "es mejor apartarse, echarse a un lado antes que dejarse arrastrar por la corriente"

En el acto institucional celebrado en Ceuta por el Día de la Constitución, el presidente Juan Vivas pronunció un discurso en el que reivindicó el papel fundamental de la Carta Magna en la historia reciente de España y, especialmente, en la realidad singular de la ciudad autónoma.
Un homenaje a la Constitución y sus valores
Vivas comenzó recordando que la Constitución cumple 47 años, destacando que se trata de la obra política más determinante de la historia contemporánea española y la responsable del periodo más prolongado de estabilidad, libertad y progreso. Subrayó que este logro no fue fruto de la casualidad, sino del deseo de una sociedad de superar las heridas del pasado, de la responsabilidad de los actores políticos y del esfuerzo de generaciones anteriores.
El consenso y la reconciliación nacional
El presidente puso en valor el consenso alcanzado durante la Transición, resaltando el coraje de los líderes políticos que, pese a las presiones y las incomprensiones, eligieron el camino del acuerdo y la reconciliación nacional. Vivas defendió que la cesión en lo accesorio permitió que los pilares fundamentales —la soberanía nacional, la unidad de España, la monarquía parlamentaria, el Estado de las Autonomías, la libertad, la igualdad, la solidaridad, el imperio de la ley y la división de poderes— fueran patrimonio de todos.
Ceuta, una ciudad donde la Constitución es trascendental
El presidente destacó la especial relevancia de la Constitución en Ceuta, ciudad marcada por su extrapeninsularidad, tamaño reducido, escasez de recursos y condición de frontera terrestre de Europa en África. Señaló que la estabilidad de Ceuta depende de tres condiciones vitales: la protección de su integridad y soberanía, la igualdad con el resto de españoles en calidad de vida y bienestar, y el respeto a la realidad multicultural de su población.
Garantías constitucionales y retos locales
Vivas defendió que la Constitución garantiza la unidad y la soberanía de Ceuta, independientemente del color político del Gobierno, y que esta certidumbre debe traducirse en confianza en el futuro de la ciudad. Reclamó una política de Estado que atienda los desafíos locales a través de la inversión pública, el desarrollo económico, la mejora de la conectividad, el funcionamiento adecuado de la frontera y la igualdad de oportunidades.
Solidaridad y convivencia
El presidente denunció la falta de solidaridad en la gestión migratoria y defendió que Ceuta no puede asumir una cuota de acogida desproporcionada respecto a la media nacional. Además, puso en valor la convivencia multicultural como patrimonio inmaterial de los ceutíes, fruto del respeto y el deseo de vivir en paz.
Lealtad institucional y sentido de Estado
Vivas añadió la lealtad institucional como cuarta condición esencial para la estabilidad de Ceuta, defendiendo la colaboración entre administraciones y el diálogo social como claves para superar crisis y avanzar en la integración de la ciudad en la Estrategia de Seguridad Nacional, la mejora de infraestructuras y el perfeccionamiento del régimen fiscal especial.
Incomprensión y decisión de "echarse a un lado"
El presidente reivindicó su papel de asumir una lealtad institucional "beneficiosa y productiva por el bien común" y por el "interés de Ceuta por encima de cualquier otro", pero no negó que no siempre resulta cómodo actuar de esta manera, "que no todos lo entienden, que no es fácil nadar contracorriente, abstraerse de un clima dominado por el ruido y el enfrentamiento, ruido y enfrentamiento que no atienden a razones de Estado, ni conocen de excepciones".
De cualquier forma -dijo-, "estoy convencido de que la lealtad institucional merece la pena, de que merece la pena poner los intereses de Ceuta por encima de cualquier otro; convencido, en fin, de que llegado el caso es mejor apartarse, echarse a un lado antes que dejarse arrastrar por la corriente".
Advertencia sobre los riesgos actuales
En la parte final, el presidente alertó sobre los riesgos de no respetar los principios constitucionales: la falta de reconocimiento de la diversidad, la discriminación, el uso partidista de las instituciones, la polarización y el populismo. Llamó a preservar el espíritu de la Transición y el aprecio por la democracia, concluyendo con un homenaje a las víctimas del terrorismo y un compromiso con la memoria, la dignidad y la justicia.





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