Atalayar, el periódico digital que opera como portavoz del lobby marroquí en España, recoge esta semana una serie de reivindicaciones del Reino que comprometen la relación con el Estado español a cuenta de las aguas del archipiélago canario, las riquezas submarinas que ofrece el Monte Tropic y el control del espacio aéreo en el Sáhara Occidental.

Marruecos, expoleado por su éxito diplomático en el Consejo de Seguridad de la ONU, propondría un acuerdo de cooperación bilateral que está cerca de ser oficial si tenemos en cuenta que también ha sido difundido por medios locales y que tensionaría las relaciones entre países al resaltar sobre el texto las soberanías sobre territorios estratégicos. El país vecino espera el reconocimiento español del Sáhara y, a cambio, consideraría la soberanía española sobre la comunidad canaria.

El análisis de Atalayar incluye la delimitación marítima. El Reino formula la sustitución de la mediana Gran Tarajal-Juby por una "delimitación de derecho basada en la equidad". Lo que se pretende es que Canarias ceda terreno ante una menor extensión de costa, su naturaleza geográfica o las actividades económicas existentes, entre otras razones en el argumentario marroquí.

La disputa por el Monte Tropic obligaría, según el lobby, a adoptar una coordinación para evitar superposiciones incompatibles sobre un tesoro tecnológico, ya que contiene reservas importantes de metales, como telurio y cobalto. Sería necesario establecer una zona de desarrollo conjunto basado en un régimen de gobernanza compartida para estudios y exploración, un modelo de reparto de beneficios futuros, estándares estrictos de protección ambiental y de evaluación de impacto y garantías para ecosistemas de aguas profundas.

La tercera gran demanda marroquí es la gestión principal del espacio aéreo sobre el Sáhara. El Reino de Marruecos se apoya sobre un supuesto reconocimiento internacional de su soberanía sobre el territorio saharaui para asumir progresivamente la gestión plena y exclusiva del espacio aéreo sobre todo su territorio, "incluidas las provincias del Sur". 

El Reino del Atlas vende, a través de este periódico digital, un modelo de cooperación geoestratégica "capaz de conciliar soberanía, equidad, protección ambiental, integración económica y estabilidad regional", pero lo cierto es que reduciría la capacidad de decisión de Canarias y el Sáhara Occidental quedaría, una vez más, como un ente invisible en otra operación diplomática.