La reciente visita del presidente del Gobierno a Ceuta, colmada de laudatorios comentarios en medios de comunicación bien pagados y como tributo al débito por las subvenciones oficiales recibidas y por recibir, en un acto solemne con presencia de los empresarios de los mismos, ha supuesto por mor de la casualidad o del karma, la coincidencia temporal con la condena al Fiscal General del Estado, ese "inocente", previo juicio "sanchista" convertido en juez y parte, con esa patética comparecencia diciendo "¿y ahora quien le va a pedir disculpas, quien le va a pedir perdón?", mucho antes que los magistrados del Tribunal Supremo se pronunciaran. Es obvio que Sánchez trataba de meter presión al Tribunal que, finalmente por 5-2 dictaminó culpabilidad del que muchos consideran el "tonto útil" de Sánchez en esta corrupción en la que Isabel Díaz Ayuso dice que el verdaderamente condenado es Pedro Sánchez por ser Álvaro García Ortiz un mero instrumento del "aparato del Estado".

En esas estábamos cuando el medio digital The Objetive publica que "una obra en el Puerto de Ceuta -la inaugurada con toda la parafernalia laudatoria por Sánchez-, tuvo un sobrecoste de 5,4 millones. El expediente se modificó en junio de 2024 para ampliar el plazo de ejecución y el pliego técnico es inaccesible. Se da la circunstancia que, por estos lares, Santos Cerdán "apareció" para apoyar la campaña electoral de Juan Gutiérrez, casualmente conocemos que "Sánchez envió a Cerdán a Ceuta justo dos semanas antes de modificar la obra de Acciona", rectificándose la licitación del contrato para renovar el puerto en noviembre de 2021, tras la visita del "número tres" del PSOE, aquél al que en su día Gutiérrez dijo que estaba harto de invitarlo a comer. El llamativo sobrecoste, fue aprobado en junio de 2024 por Óscar Puente ya ministro de Transportes, o sea, que parecen estar todos en el juego o enjuague.

En Ceuta, no cae en saco roto el apoyo de los tránsfugas socialistas, mal llamados del grupo mixto porque su traición al PSOE los sitúa en el grupo de "no adscritos", (contaminados, políticamente) aunque sacando buena tajada de sus apoyos a Juan Vivas. Mohamed Navil Rahal y Fidda Mustafa Hossain promovieron crear una subvención a la polémica asociación Iman Hwidar y aumentar la subvención a la Comisión Islámica de España. Ni rastro de UCIDE. El presupuesto inicial para la CIE era 120.000 euros pero finalmente se acordó que fueran 140.000 euros, que para eso Juan Vivas es el Rey Mago que no tiene precio a la hora de repartir el dinero de todos (los impuestos nuestros) como si fuera suyo.

Fidda Mustafa, diputada no adscrita promueve "crear una subvención a favor de la asociación cultural Iman Hwidar con 30.000 euros e incrementar la partida prevista para la subvención de la Comisión Islámica de España con 20.000 euros. Se reparte dinero público como si fueran peladillas. ¿Y luego llama Ceuta Ya! a Vivas, racista cuando es su máximo colaborador en el capítulo de subvenciones islámicas?

Por su parte, el otro tránsfuga del PSOE, Mohamed Navil Rahal promueve la creación de una partida de inversiones "rehabilitación, mantenimiento, equipamiento, reformas y construcción" consistente en una subvención de 200.000 euros para la Comisión Islámica de España". Se trata de los dos no adscritos a los que se dice que ¿Juan Vivas promueve a crear un nuevo partido con el favor de la CIE?. Ninguna mención a UCIDE en todo el Presupuesto; ni memoria, ni justificaciones, informes...nada. Sin embargo, esas partidas aparecen en el presupuesto final aprobado como quien no quiere la cosa. Han colado ese dinero a UCIDE bajo manga. No hay ninguna justificación ni memoria explicativa que la identifique salvo esa línea en los presupuestos finales de 200.000 euros a UCIDE. Y Ceuta Ya!, apoyando positivamente este "enjuague". Cómo si no importara que existiera proyecto alguna ni memoria, ¿pasa esto el filtro de Intervención?

Estamos en el país de Jauja, en manos de los tránsfugas, la parasitación del sistema democrático, quienes con sus chantajes y tráfico de apoyos, juegan al mercadeo político del "compro, vendo, cambio", como sustento vomitivo de aquellos con ansias de poder que sólo miran por conservar sus poltronas a cambio de cualquier prebenda.

Mientras no se cambie la Ley Electoral, los "pequeños" ejercerán sus chantajes abiertamente, decidirán cuestiones claves y obtendrán el pago a sus servicios. Unas corruptelas que se extienden como una pandemia peor que la del COVID. Es obvio que ni PP ni PSOE están interesados en respetar esa Ley anti transfuguismo que ambos firmaron en barbecho. Por ello se dice que el papel lo soporta todo y el filibusterismo político, otro tanto.